Diario de un asesino

Encontrar al amor de mi vida

Como ya sabrás, este es mi diario y voy a contarte todos mis pasos. Desde el principio (antes de ser asesino, cómo me convertí en ello) hasta el final (hasta que me encarcelen o me canse. No sé si me cansaré algún día).

2 de diciembre de 2010

En está fecha ya tengo 21 años. Nací el 2 de diciembre de 1989. 

Estoy en casa de unos amigos por dos motivos: 

1. Mis amigos se empeñaron en hacerme una fiesta sorpresa en casa de Charlie (no muy buen amigo mío).

2. Celebramos mi fiesta de despedida de soltero. En la fiesta hay alcohol y putas (como era de esperar en ellos)

Y yo me caso mañana con mi amor de instituto. Jessie Bowers. La chica más guapa del instituto. Era de rubios cabellos, ojos azules (hermosos), piel morena, suave y era muy dulce. Parecía frágil, pero era mucho más fuerte de lo que ella misma podía imaginarse. Nunca suspendió ninguna asignatura en toda su vida.

Estuvimos Jessie y yo dos años juntos. Pero el cabrón de Charlie, como estaba celoso, le dijo a Jessie que estaba con otra chica y todo se fue a la mierda.

Montó un pollo en mitad  del patio del instituto que ni los profesores se acercaron haber que ocurría. Me planto una bofetada delante de todos. Algunos se acercaron si estaba bien cuando Jessie se fue alejando. Pero la mayoría se echó unas risas. Las que vinieron hacia mí fueron todas chicas, y las palabras exactas que dijo Jessie fueron "Venga, venga, follate a todas tus putitas. Ahora aprovecha que ya no estás con nadie".

Cuando todo se hubo calmado me acerqué a Charlie y le metí unos cuantos puñetazos en la cara. Esta vez, los profesores sí actuaron. Nos separaron hasta casi con calzador. Era imposible separarnos. Era como un león con su presa, iba atacando hasta que lo mataba...

Bueno, casi lo hago. Le dejé en coma durante un mes y tres semanas. Le rompí (hago una enumeración sobre lo que le rompí): tres costillas, le desencaje la mandíbula, le hice una raja en el húmero derecho y le rompí dos uñas de los pies (no me acuerdo si hay alguna otra cosa más)

Desde ese día, en el que Charlie se quedó en coma, Jessie no volvió a hablarme. Pero cuando salió del coma, no sé por qué, empezó a hablarme. Fue bastante extraño. No lo entendí. 

Un mes después de que Charlie saliera del coma, Jessie vino una noche a mi casa muy nerviosa y asustada. Llorando de terror. Dijo que Charlie había empezado a beber, a salir noches enteras sin explicación alguna y cuando dijo "Me ha pegado" llorando y abrazándome a la vez, fue el momento en el que dije. "Voy a matarle". Pero como bien sabéis, Charlie no está muerto porque Jess (forma corta de Jessie) me lo impidió. Me dijo que no quería volver con él. Me enseñó los moratones en la espalda y en las piernas.

Ese malnacido la había cambiado completamente. Ella era dulce y guapa, siempre llevaba o top o camisetas cortas y unos shorts. Ahora la había convertido en una mujer asustada, tímida y desconfiada.  Ahora su vestimenta era de pantalones vaqueros largos y de jerséis y chaquetas oscuras que ocultaban los moratones. 

Pero la dije que da igual que cambiará su ropa. Siempre la quería. Fuera como fuera. Entonces se acerco Jess a mí y nos besamos. Nos separamos y nos miramos a los ojos fijamente. Y volvimos a besarnos, pero esta vez más apasionadamente. Fuimos a la habitación. Cerramos la puerta. Nos quitamos la ropa uno al otro. Nos tumbamos en la cama y... Creo que puedo ahorrarme la parte en la que lo hacemos, ¿no crees?

Después de esa noche, las cosas fueron más mal de lo que esperaba. La mayoría de los estudiantes del instituto empezaron a llamar a Jess "La puta del insti" algo que me cabreo y a unos cuantos les dije que no se metieran con ella. Que imaginaran si se lo hicieran a si mismo. Recapacitaron, algunos. Siguieron con la misma gilipollez del mote, pocos. Pero poco a poco, el mote fue desapareciendo gracias a la ayuda de unas amigas mías (básicamente, querían ser novias mías, pero como estoy con Jess, no puedo hacerlo) y algunos amigos que tengo. Uno de ellos fue Marc Eaton. Uno de mis mejores amigos que conocí desde mi infancia. Es uno de los pocos que sigo viendo en la actualidad.