LATIDOS DEL CORAZON

VII

Percy lo inclinó hacia atrás cuando ambos cayeron sobre la cama, con los labios cerrados.

Nico agarró sus bíceps cuando la lengua febril de Percy invadió su boca.  Luego, los brazos de Percy se envolvieron alrededor de su cintura y rodó hasta que Nico estaba acostado sobre él.  Nico sintió que Jason se unía detrás de él mientras la besaba por la espalda.

Las manos de Jason masajearon su trasero y Nico gimió cuando sintió su propio roce fuerte contra el de Percy.

Nico finalmente tuvo la influencia para recostarse y romper el beso.  Miró hacia abajo, jadeando, a Percy, cuyos brazos todavía sostenía.  Los mismos brazos lo sostenían fuertemente cerca.

Lo que sea que Percy vio en su rostro oscureció sus ojos y lo hizo gruñir, bajo y peligroso.  Entonces el chico lo estaba atacando hacia atrás cuando Jason se apartó justo a tiempo, y se derrumbaron a los pies de la cama.  Nico gritó cuando Percy lo atacó como un pedazo de carne.

El luchó.  Percy sujetó sus muñecas al lado de su cabeza y apuntó al costado de su cuello con precisión mortal.  Se retorció inútilmente tratando de escapar de la embestida, luego parpadeó confundido cuando el peso de Percy se levantó de repente.  Al momento siguiente, Nico también se levantó y se encontró tirado del regazo de Percy.

Estaba a punto de bajarse cuando de repente una mano cayó sobre su trasero en voz alta.  Nico jadeó sorprendido y otra bofetada cayó haciéndolo saltar.

"¡No!"  Nico gritó cuando entendió lo que estaba sucediendo.  Empujó con todas sus fuerzas, luchando por escapar.

"Pásame la cuerda, Jason", escuchó a Percy llamar.  Sus brazos fueron agarrados y atados a la espalda.

"Sostén sus piernas".  Nico sintió que Jason apretaba las piernas, deteniendo sus infructuosas patadas.

Y luego los golpes cayeron sobre su trasero, resonando ruidosamente en la gran sala.

Cuando Nico creció, las nalgadas eran algo hecho por padres y maestros y ocasionalmente de esposo a esposa.  Figuras de autoridad.  Significaba que habías hecho algo mal y que la persona que azotaba tenía una posición de autoridad sobre ti.  Mientras Nico cosechaba un placer perverso del primero, no le importaba mucho el último.  Percy y Jason NO tenían autoridad sobre él.  La única razón posible es que eran mayores que él y le molestaba el hecho.

Finalmente, los azotes se detuvieron y Nico pensó que todo había terminado hasta que Jason anunció: "Quiero ir".  Sintió que los muchachos cambiaban de posición y luego las bofetadas llovieron nuevamente mientras gruñía de frustración, todavía estremeciéndose con cada golpe.

Mientras tanto, Jason estaba hipnotizado por las curvas blancas cremosas del hermoso culo de Nico, ya que rebotaban ligeramente en cada bofetada.  ¿Cómo podría no azotarlo?  ¿Cómo podría él saciarse?  ¿Cómo podría alguien resistirse a esto?

Finalmente, Jason se detuvo y masajeó lentamente las mejillas ahora ligeramente rosadas.  Nico gimió en protesta.  La rubia agarró la botella de lubricante en la mesita de noche, insertó la abertura en el culo de Nico y la apretó.

Nico se encogió ante el líquido frío, húmedo y viscoso que se extendía dentro de él y se calmó un poco cuando los dedos cálidos de alguien empujaron, estirándose.

Jason y Percy tenían cada uno dos dedos dentro de él, tirando de su borde y estirando la pared muscular.  Nico ya se había quedado quieto;  azotar siempre tuvo el efecto de hacerlo ir maravillosamente obediente.

Y parecía que se perdieron por un tiempo, simplemente absortos en la tarea de meter los dedos dentro de ese calor apretado y húmedo.  Nico recibió una patada a medias en la pierna por parte de Nico para despertarlos de su extraño estupor y recordar lo que estaban tratando de hacer.