Capítulo Tres - Un sueño extraño. (✔)

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Me encontraba en una estación de tren, estaba tomando un boleto para viajar al centro de la ciudad, no sé cuánto tiempo pasó pero cuando me di cuenta estaba en un centro comercial, no reconocía ningún rostro así que decidí irme del lugar, cruzando la calle me encontré con una carriola para bebés, estaba en medio de la calle, al alzar la vista no encontré a nadie, me acerque poco a poco a esta, por el color supe que era para un niño, el azul cielo siempre lo utilizan para vestir a los bebés varones.

Me acerqué a la carriola hasta que encontré un bebé adentro de éste, estaba durmiendo plácidamente parecía un angelito, pero cuando me acerque lo suficiente para ver al bebé dormilón despertó, era realmente hermoso, su tez era blanca, estaba un poco rellenito lo cual era señal de que lo alimentaban bien, sus ojos eran tan azules como el océano, y tenía un poco de cabello en tu cabeza. El bebé me observó por unos segundos y luego miró hacia mi lado como si hubiera alguien allí, al principio no le presté atención ya que cuando había mirado no había nadie, pero el bebé tenía la mirada fija justo al lado mío. Giré mi cabeza para ver si había alguien a mi lado, ¡Un demonio!, ¡Había un demonio a mi lado! Podía reconocer un demonio a ciento de kilómetros de distancia, son seres únicos y realmente tenebrosos, me aparté rápidamente pero él no hizo nada, creo que no me vio, o solo estaba alucinando. El demonio se encontraba viendo al bebé hasta que saco un brazalete de su mano, se acercó al bebé y se la puso, cuando terminó alzó la mirada y me miró, ¿Qué era lo que pasaba?, ¿Pensé que no me había visto?, pero por lo visto me equivoqué, el demonio llevó una de sus manos hacía su cabeza y de esta le salió una boca, y con la mano que acercaba a la cabeza hizo una señal de que no hiciera ruido. -Shhh!, está durmiendo-. Dijo el demonio en español de manera fluida.

No podía creer lo que estaba viendo, jamás había soñado con este tipo de cosas, parpadeé un par de veces y cuando quise volver a mirar ya no estaba el demonio, había desaparecido. El encuentro con el demonio me hizo perder la cordura, mis piernas se debilitaron y caí al suelo, no sabía que estaba sudando hasta que comienzo a sentir una gota de sudor correr por mi nuca y muchas correr por mi rostro, me limpié con un la ropa que tenía puesta, mis pulsaciones se encontraban a mil y me encontraba respirando con dificultad. Me tomo unos minutos recuperar el control de mi cuerpo.

Cuando por fin podía controlar a voluntad mi cuerpo, me levanté del duro pavimento y caminé hacia la carriola, para mi sorpresa el bebé se encontraba aún acostado en ésta, estaba durmiendo como lo había dicho el demonio -Shhh!, está durmiendo-, me fijé que se estaba chupandose un dedo y justo en la muñeca se encontraba el brazalete que anteriormente el demonio había tenido en posesión, me acerqué para quitárselo pero desapareció de su muñeca. El bebé se levantó y comenzó a llorar.

Desperté en mi habitación sudando, no recuerdo haberme dormido pero debí haber estado cansado, en el suelo se encontraba el libro que Shaed me había dado, no recuerdo nada sobre ese libro lo cual quería decir que no lo leí. Tome el libro y lo puse en un estante que tenía en mi habitación tomé una toalla sequé el sudor de mi rostro y cuello. Me levanté de la cama y me dispuse a bañarme... El agua corría por mi cuerpo y solo podía pensar en una cosa, en lo que había pasado en mi sueño, ¿Qué significaba? En otros sueños no tenía este tipo de pesadillas, jamás había visto un demonio en mi vida, de estas instalaciones no he salido, pero supe que era un demonio porqué he leído sobre ellos.

Cuando terminé de bañarme, cambiarme, arreglar mi habitación, salí a leer un poco, Shaed se encontraba arreglando un bloque de libros no quise interrumpirlo así que me puse a arreglar otro bloque que aún se encontraba un poco desordenado, el día transcurrió normal, seguía tratando de leer el libro del Retrato Del Señor Gray, pero ahora lo que bloqueaba mi mente era el sueño que había tenido.

El Asistente© (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora