Por debajo del Jardín del Edén

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Todo comenzaba a oscurecerse, como cuando le echas tierra al agua. Cada día que pasaba el futuro era más incierto y cada día las personas se acostumbraban más a estar en sus casas.  Antes de estos encierros "temporales" las personas estaban revelándose contra el sistema por múltiples razones: falta de trabajo, bajos salarios, hambres en poblaciones más pobres, deudas para estudiar, discriminaciones de todo tipo, mentiras del gobierno y la lista podría seguir... Pero cada paso que daba el gobierno se convertía en agua turbia. Comenzó la pandemia. Es como si un grupo de personas poderosas en el mundo tuviera conocimiento de todo lo que podría controlar la raza humana: el miedo. Cuando torturan, el miedo es capaz de hacer soltar la lengua, también el miedo a la muerte. Les han enseñado a las personas desde tiempos muy lejanos a tenerle miedo a ella, es como si el alma estuviera destinada a estar en un crujir de dientes constante y quemaduras infinitas en el cuerpo por toda la eternidad del alma. ¡Qué mejor!  "Crearemos un virus" podrían haber dicho. Pero no solamente con el fin de reducir población, que en efecto resguardaría la futura economía mundial, sino que además, controlaría la mente de las personas llevándolas a un miedo de salir a la calle e interactuar con la sociedad. "¡Apliquemos redes sociales!" Fomentando el quedarse en casa, comprando desde casa, perdiendo la conexión natural. "No olvidemos de suplir todas la necesidades de las inseguridades humanas", crearon filtros para rostros, una posible petición al cirujano plástico, algo que podría ayudar a como quieren verse las personas en el mundo de las redes. Mientras tanto, el gobierno comenzó a emplear su jugada:  "quédense en casa, afuera es peligroso"  y realmente lo era...Todo comenzó con un proyecto de ley que indemniza a políticos inmersos en casos de violación a los Derechos Humanos cometidos durante la revelación de la población hacia ellos. Implicaba dejar fuera a todo organismo que pudiese juzgar los actos gubernamentales violentos en todo ámbito, dejando fuera a la población de una conexión internacional, como si quisieran aislarla. Luego, comenzaron a encerrar a las personas en sus casas, alterando cifras de muertes para comenzar a aplicar un nuevo orden social.  Al tiempo, se aprobó el proyecto de ley y el país quedó aislado de toda comunicación como un secuestro colectivo.  Además, la policía y el servicio de inteligencia revisaban las redes sociales y si encontraban algo en contra del sistema, iban y mataban a todas las personas que estuvieran revelándose, incluso a los que querían dar aviso internacional de lo que estaba ocurriendo. Cuando algunas personas alcanzaban a dar aviso a personas del exterior, la mataban y los medios de comunicación televisiva mostraba un jardín del Edén en lugar de mostrar la realidad nacional. Mostraban gente feliz comprando en los centros comerciales, gente en los parques y muchas otras cosas contrarias a la realidad. Estaban todos encerrados en sus casas, vigilados por militares con armas, sin conexión, esperando un posible genocidio. Cerraron las fronteras argumentando que era necesario para no propagar el virus, pero en realidad estaban tramando una de las mayores catástrofes de la historia. Personas ya se habían suicidado, se lanzaron de los edificios construidos por ingenieros y arquitectos con la intención de albergar a la mayor cantidad de gente posible en el menor espacio, como animales enjaulados. Esta vez, esa práctica violenta hacia los animales habría sido aplicada para los seres humanos en espacio de dos metros por dos. Para salir a comprar, había que pedir permiso a la policía dos veces a la semana, y cada vez que se pisaba tierra había que mostrar el carnet de identidad y ese permiso que solo dura tres horas para poder comprar insumos, alimentos y poder respirar aire fresco. Las deudas de las personas subían y subían, unas de suicidaban, otras lloraban y vendían su ropa, cambiaban alimentos unos con otros, sino juntaban los alimentos y hacían ollas comunes. Pero estas ollas comunes, eran arruinadas por los carros lanza agua de la policía y todo un barrio se quedaba sin comer con lo único que tenían para hacerlo. Así fue como se empezaron a morir de hambre, de enfermedades por el invierno y por el miedo, la pena, lo antinatural que estaba sucediendo provocaba muertes y paros cardíacos. El gobierno decía que se moría gente, pero jamás mostraron como enterraban a las personas en las tres mil fosas que mandaron a construir, nunca mostraron papeles de defunción y los datos que habían eran alterados.  Nadie sabía que creer pero lo único común era esperar la muerte, ya sea de hambre o de enfermos, o porque simplemente el gobierno lo haría más temprano que tarde, de todas formas, nadie se enteraría ni nadie podía juzgar. Es así como se iba disminuyendo la población pobre que necesitaba del gobierno para vivir, los ancianos que no podían producir al sistema, en fin, disminuían los que eran innecesarios, dejando solo a personas que podían hacer una "sociedad mejor" como una selección que les negaba los derechos básicos como la salud. Todos morían, nadie sabía y todo lo que se mostraba al exterior era un país con la mejor salud del sistema solar, con una educación igualitaria y equitativa, con un salario que alcanzaba para vivir tranquilamente y un país libre de depresión.

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2020 ⏰

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