◍*✧Drogadicto✧*◍

◍*✧Argentina✧*◍

¿Se estaba volviendo loco?

Había cortado con su novio,
Había golpeado a una potencia en la nariz, aunque se lo merecía,
Había peleado con todos sus amigos,
Escuchaba voces todo el puto día y...
Su hermano se había suicidado.

Ahora estaba encerrado en su casa, pensando en el porque su hermano menor se había matado, buscando una razón...

Uruguay siempre había sido alegre, glotón y algo enojón, bueno para escuchar a los demás aunque... Ellos no lo escuchan a él.

Debía admitir que durante las últimas semanas le habían hecho una que otra broma pesada a su hermano, obviamente Uruguay no hacía más que insultarlo, ya que nunca le devolvió la broma.

Pensándolo bien... Luego de las primeras 4 bromas Uruguay había dejado de insultar y más bien se reía un poco sin ganas...

Como cuando Chile, Argentina, Brasil y Paraguay lo encerraron casi 6 horas en un pequeño cuarto sin luz, cuando Uru salió de ahí lo único que hizo fué reírse levemente e irse a su casa sin decir nada.

Podían haberlo hablado y no llegar al punto en el que Uruguay se ahorcaba en su cuarto... Solo...

Comenzó a llorar, era lo único que había hecho en los últimos 3 días, desde la muerte de su hermano su mundo se vino abajo.

Abrió el cajón de su mesita de luz y sacó un pico dulce y se lo llevó a la boca, sacándoselo enseguida al darse cuenta de que no le había sacado el envoltorio.

Casi se atragantó con el dulce cuando vió a su hermano colgado del techo sin vida.

Agitó la cabeza cerrando los ojos y cuando los abrió este ya no estaba. Necesitaba ayuda.

Se levantó y caminó hasta su armario, tomó un abrigo y se dirigió al baño, se lavó la cara para quitarse las lágrimas y salió de la casa.

Tomó su moto y luego de comprobar si tenía gasolina la arrancó y se dirigió al consultorio de la isla en la que vivían. Suiza, Austria, OMS o incluso Cuba estarían dispuestas a ayudarlo... O eso esperaba.

Se quedó un rato en la sala de espera cuando Suiza lo llamó, se dirigió a la pequeña salita en la que la mujer cuidaba a sus pacientes y luego de sentarse en la camilla le contó lo que le pasaba.

¿Esquizofrenia? Tal vez.

La mujer no era psicóloga, pero podía recetarle algunas pastillas que lo ayudaran.

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- Psst~... Psst... ¡Psst!... ¡PSST!

- 3 horas más... -Se quejó aún medio dormido.

Esa sensación... Cuando estás acostado y sentís que te caes...

No demoró nada en despertase.

Miró a su alrededor.

Estaba en su cama, pero su cuarto era todo negro. Miró a los lados sin ver nada, ¿Era otro puto sueño? Ya se quería despertar.

Inaló y exaló y se rascó los ojos con evidente sueño, los abrió viendo todo borroso, pero por alguna razón ya no estaba en ese lugar negro.

Ahora era nieve.

Valla cambio.

- Cerebro... ¿Que hacés? ¿Me despertás?

Se bajó de la cama con su pillama blanco con corazones rojos y osos marrones, buscando donde estaría Uru para llorar de una vez por todas.

Todos sus sueños incluían a Uru... Muerto.

Comenzó a darle frío, y a lo lejos vió una colina nieve, caminó hasta esta y se metió en el clima templado y el espeso invierno polar.

A lo lejos vió a unos niños, pero no eran unos niños cualquiera, eran ellos...

Chile, Paraguay, Brasil, Argentina y su hermanito...

Estaban hablando.

Uruguay toda su vida odió el frío, no le gustaba la nieve, siempre se enfermaba, y los demás niños sabían esto.

Los cuatro acompañantes del menor lo tomaron de las extremidades, brazos y piernas, y comenzaron a caminar cargando a este.

¿De pequeño lo molestaban?

No recordaba este día...

Los siguió sintiendo el frío chocar con su cuerpo, estaba levemente acostumbrado a este frío, no le molestaba tanto.

Los pequeños sentaron a Uru en el borde de un río congelado y lo empujaron haciéndolo deslizarse hasta el centro de este.

La cara de enojo de Uruguay de "cuando salga les parto la cara"

Los cuatro comenzaron a caminar dejando al niño de rayas azules solo... Pero los gritos de este los obligaron a volver sobre sus pasos.

El hielo del río se rompía debajo de los pies de Uruguay...

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- Sos un hijo de puta, Argentina... Sabés que odio el hielo y la nieve... Te odio.