(Y Acá el extra Horakov porque tengo las tetas
bien católicas. Ahre q.)
[+18 & lenguaje vulgar.🌃]
🌹<Créditos al respectivo autor del dibujo de la Multimedia.>🌹
🌈☆☆☆___________☆☆☆🌈
Advertencia: Consentimiento dudoso; escenas sexuales.🔺
🚫Si no te gusta este tipo de contenido, será mejor no leerlo, ¿de acuerdo?🚫.🔺🔻
🔺
🔺
🔺
(Después de escapar del amor ,en realidad, el pequeño Volkov fue atrapado por su aún no esposo; ¿Qué pasará después? Lean, heheHEHE).
.
.
.
Y mientras tanto, en la habitación de Volkov...
—Horacio...¿puede soltadme ya? —pidió Volkov mientras se movía sobre el regazo del hombre, tratando de zafarse. Sin embargo, Horacio lo tenía bien agarrado y apretado a él(sentado en la cama de V).
Horacio lo miró por un momento y luego sonrió.
—Si se sigue moviendo así, esto no acabará bien, mi comisario bombón.—advirtió con voz coqueta, apretando más su agarre. — Aunque igual acabará de la misma forma sin importar qué.
Volkov se estremeció por sentir el caliente aliento de Horacio sobre su cuello y ,en realidad, tuvo la necesidad de abrazar al más alto y seguir con lo de antes.
Pero se controló y frunció el ceño. Pretendió estar agraviado. Y esa expresión encendió más a Horacio. Por lo tanto, arrojó al ruso sobre la cama y se puso encima de él, metiéndose entre aquellas piernas tan esbeltas.
Se acercó al pálido rostro de Volkov y su vista quedó fija en los perfectos labios de color rosa que poseía el comisario. Sus ojos se oscurecieron por el loco deseo que sentía su cuerpo entero por Volkov. Y Volkov encogió el cuerpo al notar eso; un poco nervioso.
— Horacio, esper-...
—No, Volkov. Te voy a follar como nunca nadie te folló antes. —declaró con voz algo ronca y se le acercó lo suficiente como para sellar su boca con un beso.
La calidez no tardó en llegar y ,de inmediato, la mente de Volkov se nubló; su cuerpo se suavizó sólo por sentir aquellos finos labios chocar con los suyos. De una manera frenética, como si estuviera hambriento.
En unos segundos, su mente quedó en blanco; solamente pensaba , que no podía creer que un beso lo podía dejar sin razón. Con ganas de más.
Fue débil ante el placer.
Su cuerpo reaccionó sin problema; gritaba necesitado por más. Y ,si estuviera consciente de ello, Volkov estaría extremadamente avergonzado de sí mismo. Sin embargo, su razón se perdió debido al placer y necesidad por sentir más.
No había nada; sólo era sentir cada roce, cada beso.
Volkov besaba con fiereza, abrazando fuertemente el cuello de Horacio. Incruso sus piernas abrazaron las caderas del hombre que lo besaba con fuerza. Y debido a esto, ambos estaban apretados, haciendo una fricción que los hacía jadear agitados. El aliento pesado de ambos mezclándose; ambos bebiendo del beso.
