𝐏𝐫𝐨𝐥𝐨𝐠𝐨

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Si les preguntabas a la gente por la pareja perfecta del pueblo, todos te decían lo mismo.

Angela y James.

Angela era una chica hermosa, de cabello largo y negro como la noche, y de ojos grises, tan profundos que podían absorber el alma si quería, y es que esta chica era hija del mismísimo Hades, dios del inframundo. Angela era una chica que se atrevía con todo, era valiente, valerosa y amable, muy amable, lo que a su padre le hacía recordar a su madre.

En cambio, James era un guapo chico de pelo negro y ojos verdes, hipnotizantes y realmente hermosos, iguales al mar, del cual el padre del chico era el dios. James era divertido, gracioso, amaba bromear, pero era un poco, bastante, celoso, y mas con su novia y hermano menor, el cual desgraciadamente sufrió muchas tragedias.

Esta joven pareja disfrutaba paseando a orillas del Mare Nostrum, ya sabéis, el inmenso mar que se encontraba en medio de toda Grecia.

James se sentó en la arena y Ángela, con una sonrisa, se sentó a su lado.

—Mi querida Ángela.—le acarició el cachete con toda la ternura del mundo.—tú, tú más que nadie sabes mi amor por ti, mi preciado angel.—dijo. La chica que había cerrado los ojos ante el tacto, los abrió con una gran sonrisa.
—Lo se, mi amado James, y ten por seguro, que te amo, te amo tanto que nadie podrá separarnos, mi amor.
—¿Nadie?
—Nadie.

Ambos se fundieron en un beso lleno de amor, un amor puro, un amor verdadero.

(...)

Angela y James volvían a casa después de un hermoso dia lleno de amor por parte de ambos, James había insistido en acompañar a Ángela a casa, pues era de noche y no quería que su amada sufriera algo.

Hablaban tranquilamente, entre ellos nunca hubo secretos, por ello se les hacía fácil hablar de cualquier cosa.

—Angelita, bonita.

Ambos se giraron y vieron a quien tenian detras.

—Relman.—escupió James, con asco.
—James.—dijo él, de igual forma.

Ambos se odiaban a más no poder, y no era para menos, pues Relman estaba loco enamorado de Ángela, y todos en en Antenas lo sabían.

Relman sacó una reluciente daga de hierro estigio, y empezó a limpiarse las uñas de la mano con ella, mirando a James de forma amenazante.
James dio un paso adelante.

—¿Que quieres, Relman?—le preguntó James.
—Que Angela venga conmigo.—respondió el hijo de Ares.
—Eso nunca.—se negó el hijo de Poseidón.—Angela nunca saldrá contigo, Relman.
—Pues...—se miró las uñas y luego clavó su mirada en Ángela, que se encogió en su sitio.—...mañana, al crepúsculo, Angela y yo consagraremos en matrimonio.—Angela iba a
protestar, pero Relman levantó la mano en forma de silencio.—O sino, morirá y yo mismo seré quien le clave está daga.—y sin más se perdió entre la oscura noche.

—No me casaré con él.—fue lo primero que dijo Ángela.—ni aunque esté bajo los efectos de la magia del encantador Dionisio. No. Me niego.—negó, mirando a James a los ojos.
—No quiero que mueras, mi amor.—dijo él.—¿Y si escapamos? Mi padre está dispuesto a darme un corcel y huiremos a Hispania, o a Gales o a donde tu quieras, mi ángel, pero no…
—James, él nos buscará, y nos encontrará y no podremos hacer nada, tarde o temprano lo hará, mejor morir mañana, que dentro de dos semanas.—Ángela puso sus manos en las mejillas de James y acunó su cara.—Te amo, te lo he dicho mil veces, prefiero morir, a una vida sin ti.
—Pero…
—Shh...—mandó, con las lágrimas cayendo por sus mejillas.—Todo estará bien.

(...)

Esa noche, ninguno de los dos pudo dormir, y a la mañana siguiente, Hades se apareció frente a su hija.

—Vas a morir esta noche.—fue lo primero que dijo. Angela miró a su padre, con las lágrimas deslizándose en silencio por sus cachetes, juntándose en el mentón, y cayendo al suelo en gotas.—y te espera una buena temporada en los Campos Elíseos, mi dulce Angela.
—Padre.—murmuró.—¿Puedo, si quiera abrazarte?

A Hades se le partió el corazón. Su primera y única hija mestiza iba a morir a manos de un mestizo que ni siquiera era más poderoso que ella.

—Mi vida, puedes huir con el hijo de de mi hermano, Poseidón.—le dijo en el abrazo.
—Tu mas que nadie, mi querido padre, sabes que solo es una forma de alargar mi muerte.—dijo Angela entre los brazos de Hades.

(...)

Había llegado la hora, James y Angela se dirigieron a las orillas de la playa, donde Relman esperaba junto a muchas personas.

—Matame, Relman, no dejaré a James por ti, mi amor por el es mas grande que el Olimpo entero y con ello me refiero también al reino de mi queridisimo padre, así que adelante, no tengo miedo, pero antes, déjame hacer algo.—miró a James a los ojos y con ambas manos en sus mejillas le besó, dándole un beso de amor verdadero.—Regresaremos, mi amor, lo juro, por el río estigio.—susurró para que solo él pudiera escucharla.

Un trueno resonó a lo lejos y después de darle otro beso más a James, se dirigió a Relman y este, con los ojos llameantes de ira, apuñaló a la chica sin piedad alguna.

La chica cayó al suelo y empezó a agonizar.
James se arrodilló a su lado y empezó a quitarle su pelo de la cara.

—Respira mi amor.—dijo.—nos volveremos a ver, lo hemos prometido.
—J-James.—balbuceó
—Shh.—una solitaria lágrima resbaló por la mejilla del chico.—Todo estará bien, mi amor.

Todo el mundo se fue, y con ello también Relman.

—James.—el chico se giró y vió a su amigo y primo, Heracles.
—Heracles.

Heracles se arrodilló al lado de su primo y en frente de su prima que ya estaba muerta y derramó una solitaria lágrima.
—Su padre la protegerá.
—Espero que a mi también.—dijo James.
—¿Por qué lo dices?—Heracles miró a James con el ceño fruncido.—¿James porque sacas a  Anaklusmos?
—Espero que a Zöe no le importe si se la devuelvo.—murmuró.—Heracles, que Hera no te de tanto por culo, ¿vale?
—No entien…

Heracles se quedó en silencio, James se había clavado Anaklusmos en el pecho. La espada brilló, y se convirtió en un broche, que desapareció sin dejar rastro.
Heracles entonces empezó a llamar a todos.

La pareja había muerto.

(...)

—Es injusto.—dijo Afrodita. Todos la miraron.—Han muerto por amor, y si es por mi, han de renacer.—sentenció y luego miró a Hades.—Era tu hija.—miró a Poseidón.—y tu hijo.—luego se empezó a arreglar el pelo.—yo propongo una segunda oportunidad.
—Por una vez en la vida.—todos miraron a Artemisa.—Estoy con Afrodita.—todos la miraron atónitos.—es injusta la forma en la que ambos se han quitado la vida.
—Pues así será.—dijo Zeus, y sin más, chasqueó los dedos.

EONES MAS TARDE.

Su nombre era Mia Di Angelo y era hija de Hades.

Y si, ella era la reencarnación de Ángela, después de casi diez eones atrás.

Irónicamente.

Y la reencarnación de James...bueno a él todos lo conocéis, ¿no?

Bueno, su nombre era Percy Jackson, hijo de Poseidón.

Y creo que todos nos sabemos su historia.

Ellos dos se han  vuelto a unir, tal y como prometieron hace años, pero no es fácil, no no, no es nada fácil.

𝐅𝐀𝐈𝐑𝐘𝐓𝐀𝐋𝐄│𝙿𝙴𝚁𝙲𝚈 𝙹𝙰𝙲𝙺𝚂𝙾𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora