-Zaiki...Zaiki...Zaiki...- una voz de una chica pronunciaba mi nombre desde el interior de esa profunda oscuridad, yo me encontraba en el centro, en medio del abismo, solo, sin ningún artefacto que pudiese iluminar la estancia, solo era mi cuerpo, mi alma, mis pensamientos, solo era yo, ahí entre la temible oscuridad.
No importaba el lado en el que mirara, daba igual, veía lo mismo, solo oscuridad; la voz seguía, una y otra vez llamándome, haciendo ligeras pausas, sonando tan tentativa para mis oídos inconscientes, la voz dulce, una voz de una chica de entre los 14 a 18 años, una voz suave...
-Zaiki, Zaiki, ven por aquí Zaiki...- me llamaba algún sitio, camine en dirección a la voz, donde se escuchaba más fuerte, donde las silabas pronunciadas me guiaban. camine un poco más, parecía que estaba en la dirección correcta, seguí andando, un destello tenue se alcanzaba a ver, sentía una fuerza palpitar mientras más me acercaba, fue en ese momento donde reaccione a la voz, sabia de quien era, empuñe la mano y me detuve; el panorama cambio, ahora eran imágenes a color, me encontraba en una habitación teñida de color melón, había una cama a mi izquierda y a mi derecha un ropero con un espejo en la lateral derecha de él, no era tan grande pero lo suficiente para una sola persona. El espejo estaba montado en una de las tres puertas, ahí podrían guardarse documentos, mientras que en las dos puertas principales eran el compartimiento de ropa, abajo de dichos espacios tres cajones, donde bien acomodada podrían ir los interiores.
Mire al techo, una estrella en el centro justo donde se encontraba la lámpara incandescente, el sol estaba en su punto los rayos entraban por la ventana que se encontraba abierta, dejando que el aire entrara y las cortinas bailaran cuando él lo hacía. Un tocador pequeño en el costado izquierdo de la cama, me acerque a él para echar un vistazo, sobre el pequeño tocador yacían pinturas de maquillaje, delineadores, lápiz labial, aretes, pulseras, accesorios de cabello sin duda alguna esta habitación pertenecía a una mujer, de la nada mis ojos indicaron que encima se encontraba un porta retrato, este acostado, con la imagen cara abajo, mi curiosidad me llevo a voltearla, mis movimientos se encontraban manipulados, en ese momento no sabía cómo rayos conseguía emplear acciones sin pensar.
Puse mi mano encima del portarretrato, lo levante para ver la foto que tenía en el interior, al verla mis ojos se tornaron oscuros -Kazumi....Kazumi...Kazumi- mis manos sostenían la foto con tanta fuerza, me senté al filo de la cama esta al instante reacciono a mi peso haciendo un ruido por la madera de la que estaba hecha. Lance la foto con toda mi fuerza y el cristal que le protegía se hizo mil fragmentos y el crujir del cristal un "No" de mi parte le acompaño
Desperté de esa terrible pesadilla, el despertador marcaban las seis de la mañana, era tarde para ir al colegio, sin preámbulos deje las cobijas, mire a mi alrededor, me encontraba en mi alcoba, agite un poco la cabeza y estire el cuello este soltó ligeros *trick* *track* al moverlo de, derecha a izquierda, tome el uniforme escolar del ropero y de inmediato cambie de ropa, para después cepillarme los dientes y usar un poco de agua en el cabello para darle forma habitual. Me puse las zapatillas de diario, eche en el hombro izquierdo el tirante del portafolios escolar, mire al espejo para ver que estuviese todo bien, saco bien acomodado, puntas de la camisola dentro del saco, todo en perfecto orden, baje las escaleras de casa, las luces del pasillo ya estaban encendidas, fui directo a la cocina y tome una pequeña tostada para el camino, la llevaba en la boca saboreando
-Puag....Dios después de lavar los dientes ¿por qué todo debe saber del vil asco? rayos, es algo tarde no ay tiempo para algo de jugo, comprare en el camino un pequeño tetra pack de leche, no debo perder más tiempo- tome los audífonos pequeños de la mesa, mire y nadie andaba por los alrededores, me fui sin despedir, cerré la puerta de casa con decencia y emprendí mi rumbo a la escuela.
muchos estudiantes me hacían compañía en este camino, unos corriendo otros jugando entre compañeros, yo sin hablar con nadie, puse mis auriculares en mis oídos y estos enchufados al celular encendí el reproductor de música, la App Walkman de Sony, comenzó a sonar I Don't Want Miss a Thing de Aerosmith una de las tantas canciones en inglés que me gusta escuchar, el motivo es simple: me especializo en el campo del idioma Inglés, que espero ser un buen interprete y trabajar algún día para alguna empresa y ganar un sueldo modesto con el cual pueda sustentar una familia con perro y coche incluido. El ruido de las zapatillas de los demás fueron sustituidas por la canción mencionada, la mañana en el pueblo era como cualquier otra, bicicletas con hombres bien vestidos y el portafolios en la canastilla, chicas en mini falda riendo y otras iniciando con los Mails del día, otras en zapatillas de tacón, medias y encima mini falda apuradas para el trabajo, así se mueve el Japón de hoy, así todos lo movemos a el
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Ai Kotoba [Palabras de Amor]
RomantizmLa historia inspirada por la canción Ai Kotoba de Hatsune Miku. Mikuro es una chica de gustos especiales pero que ha perdido la fe del amor, al ver como las personas fallaban a otras; ella decide disfrutar de la soledad en un mundo llenos de sonrisa...