Chapter 12. personita

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—Hijo de perra—El celular cayó en un rincón lejano de la habitación. Me invadían las preguntas de cómo estará ella ahora que su rostro está en todo internet.

La empresa estaba cansada de emitir comunicados, de intentar calmar a las fanáticas y a los medios. Me suspendieron por completo, al punto de que ni siquiera tengo que ir a la agencia. Días atrás en una reunión hablaron de rescindir mi contrato, en pocas palabras, están debatiendo si sacarme del grupo.

No es una situación nueva. Muchos artistas han pasado por lo mismo, pero nunca me imaginé que hoy me tocaría. El ambiente era tenso entre los chicos, puesto que recibían odio cuando ellos ni siquiera tenían la culpa de nada. Deben de estar enojados, por eso pienso que la mejor opción sería retirarme, aún cuando Nam ha insistido en que hay mejores alternativas.

Si ellos aceptaban mi partida, no pondría objeción, aunque doliese demasiado. Nadie debe de salir perjudicado por mi culpa, fueron mis acciones y yo debo pagarlas. No quería seguir viéndolos desanimarse cada día, llegamos al punto en que ni siquiera nos podemos mirar a la cara. Tal vez ellos se preguntaban, ¿Por qué las cosas no son un poco más fáciles? ¿Por qué todo tiene que ser tan extremista? Quería darles mi respuesta, pero tampoco sabía.

Parecía alguien a punto de cometer un robo, con una mascarilla negra, mi gorra y ropa del mismo color. Trataba de ser menos sospechoso, pero creo que vestido de esta forma era demasiado evidente de que podría tratarse de una celebridad, o un ladrón.

Toqué la puerta de Han suavemente repetidas veces. Su amiga atendió la puerta, al verme me inspeccionó de arriba abajo y sonrió arrogante.

Raperito—hice una mueca ante mi apodo aunque no la pudiese ver. No tenía ni la más remota idea de porqué ella y Han eran amigas, la toleraba por su trato con mi novia pero, a veces pienso que no me molestaría tirarle de los pelos—Entra—Invitó.

Hemos tenido nuestros roces, pero creo que ambos soportamos por el bien de Han.

Me senté donde siempre, en el sillón y esperé por ella. Me imagino que Min Ah fue a buscarla ya que me dejó solo en la sala, minutos después apareció. Su cabello negro estaba suelto como era habitual, y tenía un vestido puesto. Me fijé en su cuerpo, su estómago ya había crecido bastante. No pude evitar sonreír un poco, aunque ella no pudiese ver mi felicidad.

—Viniste—Se sentó a mi lado, y fijó su vista en mi.—¿Estás bien?—Preguntó preocupada.

—¿Tú lo estás?—Negó moviendo su cabeza, era de esperarse. Retiré la prenda que cubría mi nariz y labios.

No entendía cómo en esta situación todavía se preocupaba por mi, esta vez ella era la más afectada en todo esto. Tendría que quedarse en casa la mayor parte del tiempo encerrada, aislarse del mundo. Tan sólo pensar que podría salir lastimada me eriza la piel y me asusta, ella no sabía que hacer ante estas situaciones, tampoco como actuar. Por eso, debo de cuidarla de todo.

—Lo siento, por no apoyarte—Dije sintiéndome arrepentido

—Hablemos de eso a solas, cuando Min Ah no esté aquí—Asentí—Yoon, ¿Puedes pasarme mi bolso? Está colgado al lado de la puerta de entrada—Acudí a sus órdenes.

Habían dos bolsos colgados. Cogí el primero, uno azul oscuro.

—No, mejor no lo traigas—Cambió de idea—Simplemente busca un frasco de pastillas, es de color rosa.

Pregnant ↬ [ myg ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora