Grupo GRAJ, El Mundo está en tus Manos

Prólogo

     Una tarde en una cancha de Petare, un barrio en Caracas, Venezuela; un grupo de muchachos jugaban al fútbol, compartían, disfrutaban y vacilaban como cualquier otra tarde cuando de repente...

     El juego se detiene porque una pandilla llega al lugar con la intención de sabotear el momento, dejándose oír la voz del líder de esta, al que apodaban "El Flaco", quien era uno de los criminales más buscados del área, ordenándoles que se fueran del lugar porque "el combo que manda" había llegado. A principio todos pensaron que era una broma, pero al reconocer la cara de El Flaco se dieron cuenta de que no lo era, por lo que sintieron gran intimidación y comenzaron a irse. Entre el grupo de chicos hubo uno de unos 17 años que no sintió intimidación alguna y se negó a irse, se trataba de Alejandro Terry, un muchacho moreno de ojos claros a quien toda la banda dirigió la mirada y comenzó a rodear. Estando cara a cara, El Flaco trató de intimidarlo preguntándole si no sabía con quién se estaba metiendo pero Alejandro, no se inmutó en lo absoluto y dijo que ese lugar era público y que si le daba la gana de irse se iba y sino, no. Continuaron así con el juego de palabras hasta que la paciencia de El Flaco se vio colmada y le dio una fuerte bofetada, cuando Alejandro trató de defenderse, uno de los delincuentes lo tiró del cuello de la camisa mientras otro lo derribaba de una patada a las pantorrillas; y al caer al suelo, El Flaco lo patea en la cara mientras el resto de la banda lo sigue golpeando.

     Casualmente, una patrulla de policías estaba pasando y al ver, se acercaron al lugar. Cuando la pandilla vio a los funcionarios, El Flaco saca su arma y apunta a la cabeza de Alejandro llegando a un punto muerto con los policías pero estos, reciben la orden directa de proceder y rápidamente avanzan a aprender al líder criminal; quien tira del gatillo pero el arma se atasca y no dispara, entonces se la estrella en la cabeza al muchacho y salen corriendo dando inicio a una persecución. Toda la banda logra huir con la excepción de El Flaco, que fue herido en una pierna, lo que facilitó su captura; mientras lo están llevando a la patrulla amenaza a Alejandro diciéndole que se la había "jugado feo", y que eso no moría ahí.

     Los policías llevan a Alejandro hasta su casa, y el jefe le informa a su madre lo que había sucedido, advirtiéndole que el "chamo" estaba en la mira del criminal, por lo que le sugirió que se lo llevara lo más lejos posible de la zona, a lo que ella estuvo totalmente de acuerdo asegurando que haría lo que pudiese. Luego el oficial se fue y la señora cerró la puerta, tomó el teléfono, e inició una larga conversación...