II: Nuevos rumbos

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     Alejandro despierta luego de un largo sueño y escucha nuevamente el altavoz:

- "Pasajeros, han llegado a su destino, disfruten su estadía en esta hermosa capital norteamericana."

     Entonces se da cuenta que estaba en el avión, y al asomarse por la ventana observa que ya había llegado a Washington.

     Baja del avión muy confundido rodeado de personas hablando en inglés y él, sin saber a dónde llegaría o quienes los recibirían, va caminando lentamente por el pasillo del aeropuerto hasta que se detiene:

-"¡Alejandro! ¡Alejandro!". se escucha no muy lejos

inmediatamente trata de hacer contacto visual hacia donde provenía su nombre y divisa a una pareja de ejecutivos muy elegantes y bien vestidos acercándose hacia él, un hombre de más o menos 1,70 de altura, frente grande, piel clara, ojos azules y cabello castaño corto; y una mujer que al parecer era su esposa, de piel ligeramente morena, cabello lacio y oscuro, labios gruesos, muy bien maquillada y con gran porte. En seguida va a su encuentro:

-"Usted debe ser mi tío Anthony, y usted mi tía Martha."

-"Por su puesto hijo ¡Bienvenido a Washington...!"- afirmó Anthony -"...¿Cómo estuvo tu viaje?."

-"No sé... no sé... siento como si me hubieran drogado pa' subirme en ese avión."

-"Bueno hijo..." interrumpió Martha "...Petra me dijo que tuvieron que dormirte, porque no querías subirte al vuelo..."

-"¡Es que es la verdad! Yo no sé pa' qué me tenían que mandar tan lejos, y pa' terminar hablando loqueras en inglés en no se dónde..."

-"Alejandro..." dijo Anthony intentando calmarlo "Sé que es complicado, pero ya que estás aquí podemos aprovechar para conocernos y tratar de llevarnos bien porque esto también es nuevo para mí y honestamente... no creo que tengas otra opción."

-"Mi tío gracias, y bueno... no hay manera... pa' lante."

     Después van camino al estacionamiento, y un Ferrari último modelo, verde y muy reluciente frena muy cerca de ellos y Alejandro se molestó mucho:

-"¡Bueno ¿Qué te da?! ¿eres loco o le tiras cotufa a los aviones?"

-"Hijo...jajaja..."- dice Anthony sonrientemente y dándole palmaditas en la espalda -"no le grites a nuestro chofer por favor... lo pone nervioso, ven sube".

-"Ya va ¿Qué..? ¿De bien es su chofer?"

     Alejandro se veía sorprendido, a lo que Martha le respondió:

-"¡Claro tesoro! No pretenderías que viniéramos por ti en taxi JAJAJAJA".

-"¡Ven sube!"- agregó Anthony después de subirse al auto y luego de esto, se fueron a su casa; una lujosa mansión al oeste de Washington D.C.; lo que sorprendió mucho más a Alejandro ¿Cuándo iba a imaginarse que tenía unos tíos tan ricos?

     Ya en la tarde, mientras estaban cenando; Alejandro no mostraba tanto entusiasmo a pesar de todos los lujos que tendría a partir de ese día...

-"Hijo... te veo algo decaído, háblanos de ti ¿Qué te gusta hacer?".

-"Nada que sea la gran cosa, yo juego fútbol, me desplazo en la pista... pero ¿qué tanto se puede hacer en un sitio donde no conoces a nadie y aparte todos son de la high?"

-"Hijo es difícil y lo sé, pero poco a poco nos adaptaremos todos... ¿Sabes qué? ¡Martha cuéntale!.

-"Bueno Alejandro, ya está todo listo para que mañana empieces la escuela".

-"¿Qué es? ¿tan rápido?".

-"Sí, estudiarás en Orange Green High School, es la mejor preparatoria del oeste, Anthony estudió ahí y Petra nos dijo que estabas en quinto año, lo que aquí es segundo de preparatoria y es definitivamente la mejor opción para empezar".

-"Recuerda Alejandro, tienes todo nuestro apoyo y cualquier cosa que necesites.. solo pídela".

-"Bueno... chévere... hasta mañana entonces...".

-"Hasta mañana Al... Alejand... Alejandro JAJAJA ya nos acostumbraremos".

     Alejandro notó que ambos tíos tenían dificultad para pronunciar su nombre debido a su acento inglés, así que prefirió usar el segundo

-"Ah por cierto... llámenme Gabe."

Grupo GRAJ, El Mundo está en tus ManosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora