El Hombre De La Eterna Sonrisa [BNHA X OC]

LA CITA

Luego de mandar al matadero al de pelo naranja dejándolo con Aizawa, Akiyama fue llevado por su compañera al campo gama dónde está empezó a golpearlo por no tomarse la situación enserio y tener el descaro de invitar a salir a la víctima.

- Pensé que eras mejor que ésto Akiyama- dijo mientras arrojaba una lluvia de golpes en contra del mencionado, que solo esquivaba mientras intentaba alejarse.

- Me estás malinterpretando-
Dijo mientras esquivaba una patada descendente.
- Azami quiere saber de la investigación por eso acepte la cita, para interrogarla - salto para evitar una patada baja.

-Podría saber más de lo que admite- da una voltereta para esquivar un gancho.

- ¿Me crees estúpida? Seguro te la quieres tirar- dijo la joven mientras corría hacia el para darle puñetazos.

- No tengo esa intención, es por investigación, por eso tú y Katsuro me van a seguir, le pediré a los de soporte micrófonos y cámaras, ustedes me vigilarán- dijo mientras usaba sus disparos para contrarrestar los puños de su amiga, la cual se calmó un poco, pues con esa información la historia se volvía convincente, pero aún así estaba molesta.

- ¿Y porque dejaste que te toque y besé? Eso no era necesario para invitarla a salir- la de pelo negro tenía un seño fruncido mientras bajaba la velocidad de sus golpes.

- Me puse nervioso, solo mi madre me abraza, no supe que hacer, estoy acostumbrado a ser golpeado no abrazado- la chica se detuvo en seco.

- ¿De qué hablas? -

- Para usar mi poder a plenitud tuve que entrenar un montón, papá me sometió a un entrenamiento infernal, mira- el chico se bajó las mangas, dejando ver varias cicatrices lo que más destacaba era una que parecía haber sido hecha por unos colmillos.

- Hasta los catorce estuve con el, pues luego mi madre metió una apelación, ganó mi custodia y lo metió a prisión- la joven oía eso boquiabierta, tanto que olvidó todo lo demás, quería abrazarlo, seguramente sufrió mucho, pero antes de hacer eso su compañero siguió hablando.

- Yo entiendo que los métodos no eran ortodoxos pero personalmente opinó que estaba mejor con papá, no es que odie a mamá pero siento que se equivoca- Susuki se le quedó viendo, las ganas de abrazarlo se fueron de vacaciones.

- ¿Tú estás pendejo o que hijo? - su interlocutor se quedó pasmado, no entendía que tenía de malo su opinión.

- Pues, gracias a mi padre ya no me desmayó luego de disparar tres veces y también pude defenderme de los que me molestaban de pequeño, sonara arrogante pero ahora soy una máquina de combate contra la injusticia, mira esto- luego de eso empezó a cargar energía y la apunto contra una de las rocas del campo gama, espero unos instantes y disparó, convirtiéndola en nada más que polvo.

- Ves, este es el producto de mi sangre, sudor y lágrimas- lo dijo con un tono de orgullo.
- Muchas veces odie a mi padre con todo mi ser, pero veía los resultados y era feliz, incluso el no era tan malo, aún con todo el castigo físico, el aún me abrazaba, me decía "bien hecho" y me dejaba ver caricaturas una hora a la semana.

El caso es que por entrenar nunca aprendí a relacionarme con chicas, así que como imaginarás que una haga eso conmigo simplemente me deja indefenso, no se que hacer, a diferencia de nuestra interacción actual, me atacaste, eso es algo que si entiendo, por eso ahora me desenvuelvo con naturalidad- lo dijo como si estuviera hablando con una niña pequeña, tan es así que le estaba dando una palmadita en la cabeza a su aliada.

La joven estaba estupefacta, si bien ahora entendía su seriedad habitual, se dió cuenta de que eso era algo más bien inculcado, ya que cuando se abría podía ser bastante expresivo.