LOS TRES GRANDES

386 34 29
                                    

El joven Akiyama entro a un restaurante a comer, tenía que reponer la energía que gastó, en el hangar solo tomo algo de carne seca ya que quería salir de ahí lo antes posible.
Una vez que pudo consumir su desayuno ya había recuperado un temple tranquilo, al menos ya podía presentarse a casa sin el molesto "tienes algo hijo" de su madre, ella creía que solo fue de fiesta con sus primos para celebrar su licencia.

- Madre, cree que debería portarme como un chico normal, como si fuera una opción para mí- decía mientras preparaba su motocicleta para irse del comedor en eso, alguien lo tomo por la espalda, era Togata Mirio, el no hablaba mucho con el, más que nada porque no iban en la misma clase, la última vez que le hablo fue cuando el rubio lo elimino en la segunda ronda del festival deportivo de segundo año.

- Hey, Akiyama ¿Cómo te va? No sabía que sabías manejar - el chico de enorme sonrisa hablaba con un tono cordial su aura de amabilidad era reconfortante para alguien que se adentro tanto en el abismo como el pelirrojo.

- Estoy bien, no me quejo, aprendí hace unos años pero esta es mi primer moto propia-

- Ya veo, ¿Oye no quieres entrenar conmigo el lunes después de clases?, Te puedo dar una revancha- el chico quería seguir aumentando su fuerza y si era sincero salvó por sus amigos y Katsuro ningún otro miembro de la clase A estaba a nivel, aunque en primero tuvo dificultades ahora el y sus amigos habían despegado enormemente, todo gracias a Sir Nighteye "no se cómo sería mi vida sin mi maestro" pensaba Mirio.

Por ese motivo busco a Akiyama ya que el juntó a su amiga Susuki eran bastante fuertes y definitivamente eran mejores compañeros de entrenamiento.

- No suena mal, tu grupo es fuerte y yo también necesito fortalecerme, debo saber que hacer si un día peleó con alguien con un poder como el tuyo- lo decía sinceramente, Mirio le parecía un gran tipo pero el que su poder sea tan grande le preocupaba, no por el, si no por su posible descendencia, nada podía asegurar si los hipotéticos hijos que pudiera tener serían iguales a el, por lo que estar prevenido era importante.

- Entonces nos vemos el lunes, también trae a Susuki ella es bastante asombrosa también-

- Yo le aviso, no te preocupes, te veo luego- ambos se despidieron con un apretón de manos y se fueron cada quien por su lado.
Ya en casa el se disponía a ir a su cuarto a dormir un poco, le dió un abrazo a su madre, está lo acarició en el pelo.

- Y ¿Cómo te fue? ¿Te divertiste con tus primos?- la mujer pelirroja hablaba con ternura, ella tenía una idea vaga de lo que había sufrido su niño, no tenía idea de que el ya era capaz de matar, no era consiente de todo lo que eran capaces los familiares de su esposo si se enterará de todo, el padre de Akiyama no estaría en prisión, estaría en la morgue.

- Estoy bien madre el tío Ryotaro me dió una motocicleta-

- Hey, eso es genial, deberías invitar a alguna chica para probarla, travieso- la mujer alentaba a su hijo a intentar ser más sociable, era una lucha que tenía desde que ganó su custodia, había avanzado poco a poco, cuando ella lo recupero, Gentaro era tan solitario que cuando se graduó de secundaria nadie se despidió de él, se quedó en una esquina, leyendo un libro enorme mientras todo mundo bailaba alrededor, cuando ella le pregunto a una chica porque nadie iba con su hijo esta le dijo.

- Da miedo, sus ojos, sus gestos, sus cicatrices que todos vimos en clase de natación, todo él da miedo, parece que siempre está juzgando a todos-

El Hombre De La Eterna Sonrisa [BNHA X OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora