//Números\\
Inuka, Simón, Riku, Misiru, Kaguru, Raz, Marot, Emili, en total ya eran 8 pequeños que habían llegado atraídos o enviados por cosas fuera de su compresión, algunos con memoria más pesadas que otros, como había terminado siendo el caso de Emili y sencillamente ver como sus llegadas habían pasado cuando Natsu y Happy se habían marchado, solo para regresar en tres horas, tres largas horas donde sus madres habían pasado conociendo a sus hijos y hijas, sin interrupciones, sin pelas, solo pláticas y un silencio abrumador que había hecho aterrar a los civiles que pasaban por fuera del escandaloso gremio.
— Natsu-San deje de moverse — había pronunciado de nueva cuenta la pequeña maga Ds, cuando tuvo que curar al pelirrosa de nuevo.
Lo cierto es que nadie sabía cómo terminó de tal mal estado, o por lo menos lo que habían estado haciendo ambas partes en esas tres largas horas, solo sabían que de un momento a otro habían entrado como de costumbre al gremio, con cortes leves y quemaduras en el pelaje del gato azul y si no fuera por la mirada del cazador de dragones estoy hubieran preguntado.
— Natsu-San no se lo voy a volver a decir, deje de moverse — había vuelto a pronunciar la pequeña Ds de viento, al ver la queja en el rostro del cazador al moverse de nuevo.
— Ya, lo siento Wendy. es que sabes que soy inquietó — pronunció, solo para recibir un suspiro de ella y ver como sus hijos se acercaban a el.
— .....No se si preguntar sea buena opción pero tengo curiosidad, ¿Donde estuvisteis estas tres horas padre? — Simón se había animado a preguntar, cuando se había inclinado para ver cara a cara a su padre.
— Eso...me encontraba en Apocalips, una zona de entrenamiento que me permite hacer seis años de entrenamiento en tres horas — aclaro, para la sorpresa de muchos al escuchar sus palabras.
Lo cierto era que aquello fue sorpresivo ¿ahi un lugar así en el mundo? se habían preguntado gran parte de los involucrados en estos momentos; Irene si bien conocía gran cantidad de hechizos desconocía de la existencia de un lugar como ese, !joder¡ el poder que se debe de obtener con ese lugar y sin embargo algo le decía "no lo intentes" "no vale morir dentro de eso" por otro lado Makarow tenia un bago recuerdo de eso, Natsu se lo había comentado en algún momento, aun así no era capaz de recordarlo por más qué lo pensara. se quejó de nuevo, las cicatrices hechas en eso le estaban pasado factura en ese momento y mas con la temperamental enfermera que tenía. si bien la pequeña maga era una lindura a cuando de tratar a su paciente se trata, también tenia su carácter un poco subido y a decir verdad se desconocía el porque permanecía molesta; ¿Es que le hice algo? fueron sus dudad, una ves comprobó que la maga pinchaba deliberadamente una de sus cicatrices para lastimarlo.
//Hermanos Dragneel\\
Se la pasaba bien, puede que su futuro no fuera el mejor, que su vida fuera una guerra tras otra, aun así siempre sonrió y mas a ahora, ya no tenia que pasar por aquellos traumas que tanto daño le hicieron en su vida, si puede que ver morir a tus padres no fuera lindo mas aun así tenia que seguir, esas fueron las palabras que su padre le había dicho muchas veces, es por eso que sonreía en esos momentos al lado de sus ocho hermanos y hermanas y lo cierto era que se le hera curioso, ¿como es que tuvo tantos hijos? era su duda, Emili sabia de ante mano lo cotizado que era su padre en su mundo y que en algún momento llego a usarlo para sus historias románticas con alguna de sus tías. pero, saber que esas historias son reales se le hacia un poco curioso, no por nada era hija de Levy la mas grande arqueóloga de Fiore, por otro lado Lee estudiaba a los hijos y hijas de quien su padre contó, "es el mejor dragón del mundo". los viejos relatos que el sabia de el le interesaron pero lo que mas le interesaba eran ellos y ellas, sus historias eran en todo sentido la palabra romántica dentro de lo acordado, tal ves fue por aquello que no se había percatado de la persona que lo miraba a su lado, para el era curioso ese chico, no era hijo de su padre pero si que lo conocía, lo raro es que no sabia de donde ¿Habra un el en mi mundo? con esa duda fue que tomo su hombro, tenia que preguntarlo. Raz era demasiado curioso.