Habla mastodonte - Comparando medidas se veía como un juguete junto al imponente hombre frente a él - Mira no tengo todo el día ¿Sabes? Teng-
Los labios de HoSeok atacaran al más bajo con violencia y posesión, la fuerza causó que ambos cuerpos retrocedieron hasta una pared para chocar con esta - Oh vamos Hwanie, no niegues que te gusta que te traten como una puta, es lo que eres después de todo, una zorra necesitada de una buena polla.
JinHwan mordió con fuerza el labio contrario y se alejó para luego escupir al sentir el metálico y cálido sabor de la sangre mezclarse con su saliva - Mira pedazo de imbécil, a ti te vale tres hectáreas de mierda como me gusta que me traten en la cama por que contigo no pienso estar jamás ¿Entendido mastodonte descerebrado?
Una sonrisa burlona se extendió por los labios de Lee, Kim sintió un escalofrío a lo largo de su columna por el miedo que le transmitió ese gesto. ¿Es un buen momento para huir?
No puede, aceptó hablar con HoSeok un momento en una de aulas que nadie usó ese día pero este parece que solo quiere a alguien quien meterle la polla y lastimosamente pasó delante suyo en el peor momento, definitivamente sus corazonadas acertaron pero muy tarde.
Déjame ir tengo una cita en un rato - Actuar en situaciones de peligro no era su fuerte pero no quería mostrar su nerviosismo, todos sabían que Lee HoSeok era adicto al sexo, un necesitado que haría lo que sea por lo que quiere y por lo que sea me refiero a literalmente lo que sea, se rumoreaba que se había aprovechado de varios alumnos de primer año pero nada había sido aclarado ni por él ni por las supuestas víctimas, su reputación comenzó hace menos de un mes pero se extendió como el fuego en la pólvora - Mastodonte ya muevete.
Estaba delante de la puerta en una aula con las cortinas cerradas en un cuarto piso, sus posibilidades de escapar eran bajas, teniendo en cuenta que eran pasadas las 10 de la noche y la universidad estaba por cerrar, ya habían limpiado las aulas de ese sector hace un par de horas, nadie pasaría por ahí. Por un momento pensó en llamar a alguien pero no le daría tiempo si Lee le salta encima y podría romper el aparato, tenía la opción de llamada por voz, solo tenía que encontrar la situación para gritarlo.
Pero todo el plan se vio frustrado cuando Lee tapó su boca y atrapó ambas muñecas obligando a JinHwan a quedarse muy cerca de él; la pierna del más alto golpeó la parte trasera de sus rodillas para obligar al contrario a permanecer sobre estas en el suelo delante y muy cerca suyo.
El agua caliente y salada corría por el rostro de Kim, tenía miedo de lo que sucederá era claro que no podría librarse de esta ni aunque sucediera un milagro, su cuerpo comenzó a temblar y tener espasmos por el terror que aumentó su adrenalina. A HoSeok no le importó en lo más mínimo bajando su cremallera y masturbando su pene delante de los aterrados ojos de JinHwan, cuando la erección creció un poco presionó los costados de la mandíbula del más bajo obligándole a abrir la boca.
He escuchado que das buenas mamadas pequeño - Golpeó las húmedas mejillas - No intentes morderme o te golpeare ¿Entendiste zorra?
Metió su virilidad con fuerza sin importarle que el contrario comenzó a tener arcadas y le comenzó a falta de aire, las embestidas a la boca de JinHwan fueron brutales, el dolor en su mandíbula era intenso, Lee tenía su cabello sostenido con fuerza y pensó que su nariz sangraba debido a la fuerza con la que el más grande le obligaba a estrellar su cara para ir más profundo golpeando el rostro del mayor contra el musculoso vientre, era como si tu rostro choque con un trozo de madera.
Cuando Lee HoSeok finalmente se corrió en la garganta de JinHwan se separó ligeramente, el mayor escupió el semen con asco y cayó de espaldas, tanto tiempo sobre sus rodillas causaron que la sangre deje de fluir correctamente haciendo que sea difícil moverla, trató de arrastrarse hacia la puerta pero la mano de su abusador tomó su tobillo y acercó hasta quedar debajo suyo.
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Todos Quieren Un Poco [YM]
FanficCorría un secreto a voces en aquel lugar, que uno de los chicos de mitad de carrera era tan dulce como la miel y su tacto quemaba como el mismo fuego, que un beso suyo podía sentirse como el algodón de azúcar de una feria y acostarse con él era como...