Capítulo 8

5.1K 325 11
                                    

-¡Santo dios!

Bruno puso un grito en el cielo cuando Mani acabó con la historia. La castaña podría jurar que se había mantenido en silencio durante todo el trayecto a casa solo porque estaba demasiado ocupada redactando mentalmente todo lo que le había soltado al chico de ojos claros casi sin tomar pausas para respirar. Estaba confirmado, ella tenía unos pulmones increíbles. Bruno saltó de su lugar y aterrizó junto a Camila viéndola expectante esperando a que ella se animara a contar su versión de los hechos, pero solo permaneció en silencio.

-Deja de verme así.- Pidió en un quejido empujando el rostro del rubio lejos de ella.

-Por favor Mila.- Bufó- Follaste con una estrella de rock. Me atrevería a decir que es la más ardiente y controversial del momento, ¿Eso no te emociona?

-Solo fue sexo casual. Hubiese sido igual con cualquier otra persona, no te emociones.- Le restó importancia.

-¡Es parte de L&L!.- Bruno insistió removiéndose inquieto- ¿Crees poder conseguir que Leví autografíe mi trasero?.- Cuestionó pensativo.

-Esa tendría que ser Mani. Ella es la gran protagonista de la historia.- Le dirigió una mirada con un tanto de reproche.

-¡Tú! ¡Eres una perra!

El chico de abdomen perfectamente trabajado y bronceado señaló a Normani entrecerrando los ojos con un tono de voz cargando de una mezcla entre acusación y orgullo. Ella rió a carcajadas antes de acabar con una sonrisa pícara iluminando su radiante expresión.

-¿Qué tal folla?

-Ugh.

Camila tomó un cojín y cubrió su cara ahogando un grito luego de escuchar aquello.

-¡Es un jodido dios griego!

Estaba claro que aquella conversación no acabaría pronto. Camila se puso en pie y los dejó a solas para que consiguieran cotillear acerca de la exótica experiencia todo lo que quisieran sin ella presente. Tomó su maleta que descansaba junto a la puerta de entrada y se dirigió hasta su recámara arrastrándola sobre el piso color caoba del lugar. Vivía en esa casa desde hace ya casi seis años junto a Normani y Bruno quienes resultaban ser algo así como sus hermanos de otra madre. Ninguno había pensado en mudarse, pasaban un increíble tiempo juntos y a decir verdad, ella no podía imaginarse un día a día en el que aquellos dos no estuviesen presentes.

Suspiro al estar dentro de la comodidad de su habitación aún escuchando de fondo las risotadas y alaridos que Bruno dejaba escapar desde la sala. Rodó los ojos sin poder evitar sonreír y dejando a un lado la maleta que pronto se encargaría de desempacar, se lanzó sobre la cama de espaldas. Cerró los ojos concentrándose en escuchar el oleaje a tan solo unos metros de la propiedad. Su parte favorita de la casa, el jardín trasero que estaba compuesto en su mayoría por la playa extendiéndose a sus anchas. Probablemente su lugar favorito en la tierra. Abrió los ojos de golpe cuando comenzó a imaginar esa intensa mirada observándola fijamente. Tenía que dejar de pensar en Lauren Jauregui. Debía obligarse a hacerlo, sin duda alguna. Solo un día más. La vería la mañana siguiente para firmar un par de papeles y todo pasaría a segundo plano. De seguro para la tarde del día siguiente ni siquiera recordaría que había estado en casa del dúo L&L.

Se esforzó por recordar y notó que se sabía una que otra letra compuesta por ellos, seguramente las canciones más famosas. No era muy buena con la música. De seguro Lauren se sentiría muy ofendida si le dijese que no conocía sus canciones, sería otra forma de fastidiarla. Sin darse cuenta estaba teniendo demasiado de la artista dando vueltas a su alrededor así que decidió que quizás una caminata por la orilla de la playa la ayudaría a despejarse respecto a lo sucedido en los últimos días. Pero aún con el sonido del oleaje por sobre cualquier otro y con la brisa golpeando con gentileza contra su piel, no conseguía ignorar el deseo casi inconsciente que tenía por volver a encontrarse con la ojiverde.

Rock Me (Camren G!P) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora