La distancia entre la vida y la muerte.

El comienzo de una nueva vida.

Era un día lluvioso.
salí de mí casa con un paraguas rojo.
No obstante al salir,dejó de llover, por lo qué, no tuve que abrirlo.
Caminando hacia el instituto, volvió a llover, típico, las gotas de lluvia se reflejaban en mis azulados ojos, preocupada por que mi pelo y uniforme se mojasen intenté desesperadamente abrir el paraguas, pero, como de costumbre no se abría, ¿Algún día algo me saldría bien?

Al correr con la maleta en la cabeza para intentar mojarme lo menos posible choqué contra alguien o...eso creo(?

Aún no había amanecido, apenas podía percatarme de los pequeños rayos solares que emitía el sol, por no decir que estaba nublado, es decir, no lo se veía nada.
Al levantarme, lo que fuese con lo que había chocado, si es que había chocado y no me había resbalado, ya no estaba, teniendo en cuenta que el suelo estaba resbaladizo por la lluvia, me replanteé la opción de que mi mente me hubiese jugado una mala pasada, y en realidad, solo me hubiese resbalado.
Cuando finalmente llegué empapada al instituto ¿Como no? Estaba el ligón de Vincent intentado enfadarme y como siempre lo conseguía, debo admitir que es bastante atractivo, sí, tenía que admitirlo. Casi tanto como yo, Vincent tenia una piel morena como los bronceados perfectos de la playa, y sus ojos marrones y pelo de un marrón tan oscuro que casi parecía negro le daban el completo look de chico malo...aun que como la mayoría no son muy listo, aun así! yo soy mucho maaas guapo,  la gente me describía como una chico alto, de 17 años, con unos ojos tan verdes como los pastos de las mas altas montañas nunca pisadas por el hombre, , con el rojo como el fuego de una hoguera , que aún por la noche conservaba el olor de los rayos solares, con piel blanca como la luna. Exacto así era yo...Bueno quizás he exagerado un poquitín. ¿O tal vez no?

De pronto vi llegar a Taylor, el era el otro amigo que tenía en clase junto con Vincent, juntos eramos los mas atractivos de la escuela- sonreí mientras pensaba y saludaba a Taylor examinando su calmada expresión de siempre, la cual me hacia sentirme relajado.

Taylor era tan malditamente amable, y bueno, que solo de mirarlo mi corazón se conmovía, realmente estaba feliz de ser amiga de ellos dos, ademas Taylor es tan lindoo, con sus grandes ojos marrones y pequeñas pequitas en la nariz que iban en contraste con su pelo castaño oscuro. Realmente me- Algo interrumpió mis pensamientos.

Para cuando me quise dar cuenta el aire se volvió denso y enrarecido, las ventanas y las puertas se cerraron de golpe, y no pude evitar percatarme del inusual olor a...¿Azufre?

Era el mismo olor que recordaba haber olido cuando esta mañana me choque contra...No,no podía ser la misma persona o el mismo coso(?...¿Verdad? 

Intenté ignorar el tema, por ahora, y entre corriendo en el instituto, llegaba tarde, como siempre. El profesor me castigo 10 minutos en el pasillo y después me llamó a entrar, porque al parecer había llegado un nuevo estudiante.UF, que de coincidencias..-Miré al cielo- Mundo..si quieres decirme algo, déjate de malditos acertijos 7-7 -Suspiré-  Entré y me coloqué en mi sitio, al lado de mi loca amiga, Clara, era de lo más normal...bah, para que mentir, ella era de todo menos normal, eso era lo que la hacía tan especial, lo que la hacía, mi mejor amiga. Le encantaban los muertos, si alguna vez tenía una duda sobre ellos ya sabía a quien preguntar. Aún que yo prefería no tocar mucho ese tema.

Toda la clase estaba cotilleando sobre: "Quién podría ser el nuevo estudiante." 

Había gente que afirmaba que sería un chico y mientras otros los contradecían diciendo que sería una chica, había un gran murmullo en la clase, lo que yo más odiaba.

Hasta que el profesor se levantó y nos gritó que nos callásemos. Por una vez tenía algo que agradecerle.

De pronto el silencio se adueño del lugar imponiéndose a las ruidosas voces de mis compañeros.

Un chico con una sudadero roja, el pelo mas oscuro que mis ojos habian visto de un precioso negro azabache que devolvía los reflejos de las luces del entorno  y los ojos avellanados con un pequeño toque... ¿Rojo? En ellos, tenía una gran cicatriz en un lado de la cara, que lo hacía ver más sexy...Digo misterioso, sí, eso es. Misterioso e interesante...

Lo más extraño es que recordaba haberlo visto antes y tenía un olor a...¿Azufre?

DIOS ¿DÓNDE COMPRAN ESA COLONIA?

En mi cabeza rondaban cada vez mas preguntas.