¿Amor?

169 17 22
                                    

«Todos necesitamos alguna vez un cómplice, alguien que nos ayude a usar el corazón».

Y entonces pasó... Los oídos me zumbaban como si se trataran de una tetera hirviendo, el corazón se me había volcado en una vorágine de emociones y la verdad es que no entendía que me estaba pasando.

La cálida mano de Judai, su temperatura contrastando la mía me hacía sentir un leve cosquilleo en el estómago y una sensación cálida y dulce se anidó en mi pecho.

No conocía nada parecido a lo que estaba experimentando, quizás tanto estrés de la facultad me había pasado factura ahora que la tranquilidad había llegado a mi vida, estaba comenzando a enfermarme, no tenía otra explicación a lo que sentía.

No hay otra explicación... ¿No? -Lo medité unos segundos y en ese momento me sentí aterrado, la calle había quedado anormalmente en silencio y estaba nervioso, no quería que Judai se diera cuenta de la violenta revolución que había desatado en ese momento dentro de mi corazón, ¿en serio? ¿en ese órgano que no tiene otra función más que bombear sangre?

Me sentía estúpido, tenía diecinueve años, no quince, entonces no entendía como el chico frente a mí con unas simples palabras habían detonado dentro de mi ser la extraña sensación de sentirme flotando fuera de este mundo... Y ese tipo de sensaciones solo eran adjudicadas a cierta emoción qué si bien conocía un poco, nunca había llegado del todo a mi vida.

¿Amor?

Eso no podía estar pasando, está bien, anteriormente lo había meditado y hasta la fecha no había tratado de hacer por nadie lo que ahora estaba haciendo con Judai, pero no era posible que un chico que apenas estaba conociendo pudiera gustarme, por supuesto que Judai me gustaba, pero románticamente... Eso era algo que no me había puesto a analizar.

—¿Yu, estás bien? -No supe en qué momento Judai soltó mi mano y colocó la otra sobre mi frente sintiendo como esta se encontraba inundada en una calidez absoluta y al sentirlo tan cerca de mí reaccioné.

—Estoy bien, no pasa nada, quizás solo estoy un poco cansado por los días anteriores -Sonreí para desviar la atención que había puesto en mí.

—Bueno, tienes unos cuantos días para descansar hasta que la canción vea la luz y tengan que comenzar a ensayar -Ante sus palabras negué rotundamente.

—No quiero dejarte solo con esa carga, dime en que puedo ayudarte y sin duda lo haré -Maldición.... Ya no podía seguir obviando lo obvio, estaba comenzando a gustar de Judai.

—Bien, pero hoy debes descansar si es que no tienes nada que hacer por la tarde, hoy comenzaré con lo básico y mañana si gustas puedes ir a mi casa por la tarde a ayudarme un poco, después de todo quien mejor que tú como fundador de la banda para ese trabajo -Asentí a sus palabras -Ahora es momento de despedirnos, estaré esperando el día de mañana -Yo también me encontraba esperándolo con ansias, choco puños conmigo a manera de despedida.

—De acuerdo, entonces nos veremos mañana Judai, hasta pronto -Sonreí mirándolo marchar.

Extraño, estaba sintiéndome completamente extraño, sabía que las personas enamoradas se volvían seres irracionales, pero nunca había pensado que algún día llegaría a sucederme a mí.

Tenía que ser más discreto, después de todo Judai tenía a su horrible novia y buena o malo, ella es quien, al menos de título, estaba a su lado.

Al llegar a mi casa no podía pensar en ninguna otra cosa más que en mis sentimientos, indudablemente estaba demasiado confundido, sería difícil poder dormir esa noche.

Sempiterno -Starshipping/YuuJuu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora