Esencia

160 18 21
                                    

«Y de pronto lo sabes... Es tiempo de empezar algo nuevo y confiar en la magia de los nuevos comienzos».

POV Judai.

Una refulgente luz en las tinieblas. Eso se había vuelto Yusei desde el momento en que pronunció aquellas palabras tan concisas para hacerme confiar en mi talento.

Sin quererlo había terminado tocado una de mis primeras canciones compuestas ante mi primer público, mi hermano Haru y mi amigo Yusei -si, amigo, había decidido creer que ese chico y yo podíamos volvernos dos grandes amigos-.

Al principio no era tan bueno componiendo, solía poner demasiadas palabras repetitivas y tener coros sin mucho sentido, ni hablar de omitir el puente, pero con el tiempo fui adquiriendo diversos conocimientos, aprendí que era más fácil comenzar con los acordes, posteriormente se estructuraba toda la melodía y al final se pensaba en la letra y esta se iba desarrollando con más facilidad que si se hacía a la inversa.

Junto con esos conocimientos aprendí a poner corazón en los versos, comprendí que un verso vacío no transmite nada, y a especificar la idea a la que quería llegar, esa era la base para que una canción se entendiera, entendí el valor de añadir un puente ya que era el clímax de dicha composición y por último el gancho solía añadirlo desde el principio para que así cualquiera que escuchara mis canciones pudiera reconocerlas.

Toda la tarde junto a Yusei y mi hermano fue sumamente agradable, cabe admitir que sentí un calorcito inundar mi corazón al saber que había alguien, alejado de la familia, que no creía que estaba mal en lo que estaba haciendo.

Yusei estuvo leyendo las diversas canciones que llevaba escritas hasta el momento, solo era unas cuantas, alrededor de doce canciones, él solo sonreía con cada una de ellas, incluso había intentado tocar una que otra usando mi guitarra, me había hablado un poco de su experiencia siendo músico y que había estado en una banda con sus compañeros de preparatoria, pero nada muy explícito, era tierno ver como deslizaba y acomodaba sus dedos hábilmente recorriendo las cuerdas inundando la habitación con los acordes que yo había creado.

Agradecí que Haru no tuviera problema en "prestarme" a Yusei, ya que originalmente había ido a jugar videojuegos con él, pero mi dulce hermanito también disfrutaba de ver como Yusei tocaba con gran destreza los acordes.

­—Es dulce escuchar mis canciones interpretadas por alguien más aparte de mí -Sonreí acariciando el cabello de Haru que se encontraba dormitando en mis muslos una vez encontrándonos sentados en el suelo de la habitación.

—Tus canciones son increíbles, ¿has pensado en mostrarle a alguien tu talento? -Empalidecí ante sus palabras, realmente nunca pensé mostrarle a nadie mis composiciones, quizá soy muy perfeccionista, pero ante mis ojos no terminaban de ser del todo buenas -Puedo entender que no, deberías hacerlo, eres un gran canta-autor, si quisieras podrías volverte muy famoso -Sonreí nostálgico ante sus palabras.

—Espero serlo algún día, pero no por esas razones -Ante mis palabras mostró una expresión de confusión -Espero ser una gran pianista mundialmente reconocido, tal como lo fue mi abuelo, el padre de mi madre -El asombro se asomó en sus ojos con algo de incredulidad ante mis palabras, quizás creía que estaba gastándole una broma -¿Has escuchado sobre Ken'ichiro Nagato? -Sonreí recordando a mi abuelo y todas sus grandes enseñanzas.

—Por supuesto que sí, quizás no lo parezca, pero conozco un poco, ¿realmente él fue tu abuelo? No puedo creerlo, ganó varios premios a lo largo de su carrera -Muy dulce, estaba conociendo facetas diferentes de Yusei y me parecía increíble como sus facciones serias podía tornarse en diferentes expresiones.

Sempiterno -Starshipping/YuuJuu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora