♪DEMASIADO TARDE♪

69 8 0
                                    

Daigo x Ken









—¿Porqué estás triste?—

—¿Ken? ¿Eres tú?—

—¿Quien más?—

—crei que te habías ido—

—yo nunca me iré mientras tú me recuerdes—

—¡Ken!—desperte sudando frío—¿Fue un sueño?—mire mi escritorio y me dirigí asia el, tome entre mis manos ambas marionetas que dejaste el día que partiste—¿Porqué no te lo dije? ¿Porqué fui un cobarde? ¿Porqué no te dije que te amo?—unas lágrimas traicioneras corrieron por mis mejillas, y los hermosos momentos que vivimos pasaron por mi mente

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.

—¡Mira hermano! Ken me ayudó a hacer estás marionetas—dijo mi hermanito muy contento, aunque en ese momento no sabía quién eras

—¿Ken?—

—si, es muy amable, aunque algo tímido—dijo Ryota muy contento por sus nuevas marionetas

—si, se ve que te agrada—

—dijo que hoy vendría a verme—dijo mi hermanito muy emocionado

Recuerdo que tocaron la puerta, primero no sabía quién eras asta qué...

—¡Ken!—dijo Ryota, tú le sonreiste y luego me viste algo confundido—el es Daigo, mi hermano mayor del que te hable—y en ese momento no se porqué pero me sonreiste

—Hola, Ryota nos ha hablado mucho sobre tí—me hablaste con tus marionetas, y en ese momento comprendí lo de tímido

—Hola, un placer conocerlos—

En eso llegó una enfermera y nos avisó que el tiempo de visitas había terminado

Nos despedimos de mi hermano y salimos del hospital, tu te fuiste por tu lado y yo por el mío, no sin antes despedirnos

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.

enserio Ken, no lo entiendo, se supone que no sabías mentir, ¿Cómo pudiste ocultarme algo así?, ¿Cómo pudiste ocultarme tu enfermedad?, Y no solo a mí, a todos—dije y me acosté nuevamente en mi cama, mire el techo—pero, ya es demasiado tarde, aunque lo diga, nunca lo escucharás, nunca podré ver tu expresión—rei ante lo que dije—bueno, creo que ya sospechabas de mis sentimientos

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.

—Hola Daigo—dijiste con una de tus marionetas—¿Cómo estás?—preguntaste con la otra

—Ho-hola Ken, bi-bien ¿Y tú?—te contesté sonrojado y tú pusiste una cara de duda

—¿Seguro?—dijiste con tu voz normal lo cual me sorprendió y me hizo sonrojar más

cl-claro—dije más nervioso

—mmm si tú lo dices—dijiste algo dudoso

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.

—sip, ya sospechabasdije para mí mismo, debo estar loco, pero ya no sé cómo seguir sin tí, aveses pienso que si me lo ubieras dicho desde un principio, te ubiera podido ayudar pero...la realidad es otra, tu enfermedad no se podía combatir con nada—ya es tarde, demasiado tarde—me pare y me fui a mi balcón, mire las estrellas—¿Cuál de todas serás?, No, tu no eres una sola estrella, tu estás en cada una de esas pequeñas luces—dije mirando el cielo nocturno

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.

—Daigo, ¿Estás bien?—dijiste con tu linda voz, y lo que más me encantaba esque era el único con el que tenías esa confianza para usarla

—la verdad no, tienen que operar a Ryota lo antes posible, si no lo hacen...—dije pero claro que no me dejarías terminar, eras muy inquieto y juguetón

—lo harán, tienen que hacerlo—dijiste con una sonrisa, algo tímida pero eso era más que suficiente

—gracias Ken pero...es muy costosa, mis padres apenas y tienen la mitad—te dije con una pequeña sonrisa

—pues no se diga más, a conseguir la otra mitad—dijiste tomándome de la mano y llevándome contigo

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.

lo siento Ken, debí decírtelo, lo siento tanto, fui un cobarde, se que nos volveremos a ver en otra vida, pero en esta no podré amar a nadie como te amé a tí, no, como te amo, porque te amo Ken, te amo a pesar de que ya no estés, yo siempre te amare, y te prometo que en otra vida nos volveremos a ver—dije a las estrellas y luego regrese a la cama, sabes, estaré rezando para poder volver a estar contigo, te amo y siempre te amare Ken

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.

—¡Ken! ¡No te vallas por favor!—dije con lágrimas en mis ojos mientras te veía en esa camilla del hospital

—Daigo, esto iba a pasar en algún momento—dijiste algo débil y tomaste mi mano

—¿Porque no me lo dijiste?—te pregunté con lágrimas en los ojos

—¿Para qué? Aunque te lo dijera no se podía hacer nada—dijiste con la poca fuerza que quedaba

—ken—dije tomando tu mano con fuerza

—Daigo....te amó....—dijiste para cerrar tus ojos para siempre

—yo también—te dije, pero ya era tarde, no me podías escuchar, ya te abías ido

Los chicos intentaron darme ánimos, pero para ellos también era difícil, ellos también te perdieron, perdieron a un gran amigo, y yo...yo perdí al amor de mi vida

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.

—te lo juro Ken, algún día, te encontraré, no me importa esperar asta otra vida, te encontraré y te diré lo que siento, algún día te encontraré—

Fin

"Date cuenta de lo que tienes, dile a las personas que quieres lo mucho que te importan, no esperes a perderlos para decírselos"

Beyblade burst/one-shop Donde viven las historias. Descúbrelo ahora