006✔[SIN EDITAR]

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-Oh por Dios.
MinHo, asombrado lleva su mano libre a su rostro. Lo miré con la preocupación que una madre tiene al ver a su hijo herido.

-Corre, ya. Llama a la ambulancia.
Comenzaba a sollozar y ahogarme con mis propias palabras.
Chan, resiste un poco más. Encontraré a quién te hizo esto y no saldrá vivo.
El mismo comenzó a ahogarse, trataba de respirar. Se estaba quedando sin oxígeno.

-MinHo rápido.
Grité tan exaltada, mi corazón latía tan fuerte que parecía querer salirse de mi pecho. Ahora, lloraba tanto que tampoco sabía que hacer.
-Chan, no te vayas.
Exasperada, no controlaba mis sollozos y respiraba muy extraño.
Mi rostro solo se fijaba en como el rubio sufría.
¿Cómo había sucedido esto?

-Ya vienen, Iseul. Cálmate por favor, él estará bien.
Hice caso omiso a sus palabras y comencé a despejar a su alrededor, vidrios rotos cortaron mis manos pero nada importaba. Sostuve su cabeza en mis rodillas y mientras acariciaba su cabello, lloraba profundamente.
Se escucharon las sirenas cerca, por lo tanto MinHo salió hacia afuera indicándoles dónde nos encontrábamos.
El tiempo pasaba tan lento para mí, pero en realidad sólo habían pasado minutos.

-Venga con la víctima en la ambulancia, por favor.
El ambulanciero ayudó a levantarme y vi accionar a los para-médicos otorgándole oxígeno a mi Chris.

Realmente no me hubiese gustado estar ahí cuando Bang Chan realmente había muerto, aquel día veinte de mayo de dos mil cuatro.
Que mal me hacia verle así.

Con la mirada ida, este hombre me tomó por los hombros llevándome fuera y señalando la ambulancia donde Chris descansaba.
Fueron los segundos más largos de mi vida, todo pasaba en cámara lenta.
¿Lo peor? Pues ahora tenía a las dos personas más importantes en mi vida, heridas.

El vehículo iba tan rápido como podía, los signos de Chan se veían algo bajos. Pero el seguía vivo y eso me daba esperanza.

Al fin y al cabo llegamos al hospital donde rápidamente fue transferido a quirófano para poder acomodar su hueso, el cuál se había roto.
"Las estrellas somos humanos, tales como MinHo, YoungHyun y tú."
Esas palabras rondaban en mi cabeza, y ahora comprendía mejor el porqué.

En sala de espera, llegó un cansado MinHo.

-Llegué. Cerré tu casa y traté de despejar zonas, pero lo lamento, no pude limpiarla o salvar algo. En cambio, había una nota en tu escritorio.
Me la entregó y algo distraída leí su contenido.

"No me vuelvas a ignorar."

¿Qué? Entre más veces la leía, más me confundía.
¿Quién era? ¿Qué quería de nosotros?

-Tu celular estaba destruido, no creo que funcione.
Alcanzó el móvil a mis manos y tal como decía el castaño, estaba hecho trizas. Mantuve apretado el botón de reinicio, pero no funcionó.
Pues claro, la pantalla estaba estrellada; el teléfono se había hasta incluso doblado por la fuerza que utilizó el maldito o maldita que haya entrado.
Su rosado metalizado era cubierto ahora con una profunda quemadura.
Retiré el polvo con mi mano, con sumo cuidado de no cortarme más de lo que ya estaba y saqué la tarjeta de memoria. El chip no estaba. Que bien.

-Lo lamento tanto Iseul, sé que trabajaste mucho para obtenerlo.
Y era cierto, había trabajado duro en una tienda para así comprar mi teléfono; el anterior había muerto gracias a sus tantos años de uso.

-No importa MinHo, lo importante aquí es Chan. Él está vivo, y eso basta para mí.
Puse una mueca apenada, y el mayor tomó asiento a mi lado.
Frotó mi espalda y atrajo mi cabeza a su hombro.
Allí descansé un par de minutos, el mismo hombre que había atendido a mi abuela llamó.

Bright Star | Bang Chan (LIBRO 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora