C a p í t u l o u n o .

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Otra vez salí de mi casa, pegando un portazo.

Pelea tras pelea.

Mi padre no entiende, dice "cuando seas adulto lo entenderas." Pero ellos fueron niños, y no entienden.

Salí de mi casa a caminar un rato por las calles. Mientras me hundía en mis pensamientos, algo me choca la espalda. Miro a mis lados y no había nadie. Me volteo, y en el suelo había un collar plateado con una púa de plata, que detrás tenía la letra "a".

Lo primero que hice fue elevarlo a ver si alguien lo reclamaba, pero no había nadie en las dos calles. Luego recuerdo que al lado mío había un edificio, se le podría haber caído a alguien. Miro hacía arriba, torciendome todo el cuello, y encuentro a una chica, en la punta del edificio.

-¿Se te calló esto?

Esperen...la chica estaba por... ¿¡se iba a suicidar!? Automáticamente entre y subí las escaleras a máxima velocidad. La chica estaba allí, todavía mirando el suelo. Fui despacio para que no haga ninguna locura, a devolverle el collar, ella lo tomó y nos quedamos tomados de las manos, aunque ella seguía mirando abajo, todavía parada en la punta. Para impedir que se tire, y al mismo tiempo me tire a mi, tire de ella, haciéndola caer sobre mi. Lo que me sorprendió es que ella me abrazó como por cinco minutos. En eso dijo:

-Perdona, perdona por hacerte perder el. tiempo así.

Y se volvió a sentar en la punta, esta vez, acompañada por mi.

-Y, ¿como te llamas? ¿Alondra? ¿Ally?  ¿Ana?

Sólo pensaba en nombres con A.

-Me llamo Alice, ¿Y túDijo tímidamente.

-Jace. Y...¿vas a contarme porqué estabas a punto de hacer lo que creo que estabas por hacer?

-Escucha, no me arrepiento de lo que estaba por hacer. Si yo quiero matarme, es mi decisión, no tienes porqué tirarme hacía ti y quitarme la libertad de hacer lo que quiera. Al menos no eres quien para hacerlo.

-No hay razón por la cual matarse, todo se puede solucionar, eso no entiendes.

-Tu no entiendes, ¿Para que seguir viviendo si lo único que hago es sufrir?

Se levantó, y se fue por las escaleras, pero yo me apure y la seguí hasta su casa, sólo por si le pasaba algo, ocasionado por alguien más, o por ella.

Luego me volví, mi padre estaba durmiendo su siesta de siempre. Ya me quedé escuchando música hasta quedarme dormido, y no les contaré el resto, cosa que se queden dormidos ustedes también.
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Holaa! Espero que les vaya gustando, dejen sus opiniones, no quiero lectores fantasmas.
-Lele

"Amarte es un suicidio."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora