Welcome Back {iKON & BlackPink}

|A N T E R I O R M E N T E|

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─Tengo razón ─Junhoe discutió y Yunhyeong se giró a mirarlo─. ¿Acaso cree que encontrará al amor de su vida si sigue esperando? Mejor te despierto de un sueño que jamás ocurrirá ─Se dirigió a Yunhyeong─. ¿Sabes qué les pasa a los chicos dulces como tú? Las mujeres los agarran por donde más fácil se les hace, los amarran y hacen con ellos lo que les plazca, para su ventaja. Te harán añicos, te sacarán todo lo que tienes, se aprovecharán de ti, y tú como el idiota enamorado que crees que estás, lo permitirás. Hasta que un día se cansarán y te dejarán tirado en la basura y en el olvido como un peluche viejo que ya no necesitan.

Jinhwan observaba a Junhoe en sorpresa por sus palabras; Yunhyeong lo veía enfadado y dolido. Ya tenía entendido porqué no podía estar mucho tiempo con Junhoe, por el infeliz que era.

─Me das lástima ─Yunhyeong habló con repugnancia─. Espero que algún día te des cuenta del tipo de persona que eres y de lo equivocado que siempre has estado ─dicho esto agarró su mochila y se marchó.

─¡Por esa misma razón te lo advierto! ¡Eres demasiado sensible! ─El fuerte cierre de la puerta principal le hizo saber a Junhoe que se había ido.

─Deberías respetar un poco más ─Jinhwan le comentó─, al menos su forma de pensar. Lisa no es la indicada para él, de eso estoy seguro, pero eso no significa que otra chica. . .

─Ay, por favor, ambos sabemos que tengo razón. Es un bebé. Me preocupo por él y no quiero que termine roto porque una mujer se haya aprovechado de él.

─¿No estarás preocupado por ti mismo?

Junhoe lo observó con el ceño fruncido mientras Jinhwan se ponía de pie, y luego estalló en carcajadas.

─El día que yo crea las palabras de una mujer, cavaré mi propia tumba.

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─Hay una fiesta la próxima semana ─informó Bobby─. Es en casa de Kim Jisoo y no estamos invitados ─le dijo seriamente pero Hanbin ya tenía una pequeña sonrisa en los labios. Bobby lo señaló con el dedo índice y claramente le dijo─: No iremos.

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El baño del primer piso estaba ocupado. Con desesperación Donghyuk buscó un lugar privado, pero en cada esquina de la casa habían personas. Sentía su alrededor dar vueltas y la fuerte música retumbar en sus oídos.

Finalmente encontró el área de lavado, y este estaba vacío. Encendió la luz y cerró la puerta detrás de él. Sus manos temblaban de la ansiedad y su corazón palpitaba con fuerza. Sacó la pequeña bolsa que tenía guardada en su bolsillo y la alzó a su vista. Su garganta se secó. La emoción invadió su organismo. Había pasado tanto tiempo. . . .

Abrió la bolsa con cuidado y metió un dedo, sintiendo el tacto del polvo blanco. Sus latidos se aceleraron y sus nervios también. Nunca se imaginó que encontraría a alguien que las vendiera en esta fiesta, pero le quedó claro que ellos estaban en todos lados.

Una sonrisa se formó en sus labios y tomó un poco del polvo en la palma de su mano. Sus ojos observaron la droga y su mano temblar por unos segundos, hasta que se armó de valor y la empezó a acercar a su nariz.

─No lo hagas ─Una dulce pero triste voz se escuchó a su alrededor, sobresaltandolo.

Donghyuk dirigió su mirada alrededor de la habitación con nervios. No podía ser. Ya estaba alucinando.

─Por favor. . .

Se dio la vuelta lentamente y sintió su pecho encogerse al ver a Lisa en la puerta. Se acercó a él y lo envolvió en sus brazos. Se sorprendió de lo mucho que Donghyuk estaba temblando y eso simplemente logró preocuparla más.

─No quiero perderte ─le dijo con un hilo de voz sintiendo sus lágrimas caer por sus mejillas y lo abrazó con fuerza.

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Le gustaba Jisoo. Le gustaba esa chica con cara de muñeca que lo había olvidado e intentaba despreciarlo. Pero en vez de odiarla a ella también, se dio cuenta de muchas cosas que antes quiso ignorar.

─Es más guapo que yo, lo admito, pero también es un idiota como yo.

─Él se dio cuenta de que yo existía ─Jisoo murmuró con dolor, sorprendiendolo.

─Yo sabía que existías. . . .

─Nunca te importé ─Sonrió con amargura.

Bobby se quedó en silencio. Tenía razón. Nunca le tomó importancia. Nunca le tomó importancia a nadie además de sí mismo.

─Ahora sí me importas.

Esa declaración la tomó por sorpresa, y no sabía si creerle. Sabía que Bobby era un buen mentiroso.

Él acortó la distancia entre ellos mientras la tomaba por el rostro. Ella intentó soltarse de su agarre y evitar el contacto visual pero él se lo impidió.

─Mírame a los ojos y dime que me has olvidado por completo. Dime que ya no sientes nada por mí.

─¿Por qué? ─cuestionó cansada─. ¿Por qué quieres saber todo esto?

─¡Porque no puedo sacarte de mi cabeza y es la única manera de hacerlo! ─gritó con desesperación sintiendo su pecho oprimirse cada vez más.

Jisoo cerró los ojos con fuerza. Estaba soñando, intentaba convencerse. Pero fue nuevamente despertada al sentir un par de labios posarse contra los suyos.

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Hanbin bajó la mirada, apenado, pero enfurecido también, y pasó sus manos por su cabello como forma de ansiedad. Los ojos de Jennie recorrieron sus manos, y cuando volvieron a caer sobre su regazo, las manos de ella las tomaron y examinó sus nudillos. Estaban golpeados y ensangrentados. Con sus dedos los acarició lentamente y sintió aquel nudo en su garganta apretarse.

─¿Por qué lo hiciste?

Hanbin la observó sorprendido porque aún así ella cuestionaba la razón de sus hechos cuando estaba más que clara.

─No debió ponerte un dedo arriba. Abusó de ti y no lo iba a ignorar.

Una lágrima se le escapó y rápidamente giró el rostro para que él no la viera. Con la mano se limpió las lágrimas de sus ojos y respiró profundo para calmarse. El peso que sentía en su pecho la estaba torturando. ¿Por qué siempre la defendía de esa manera? ¿Por qué sentía esa ola de emociones?

Hanbin estaba asombrado y le dolió verla así. Se acercó a ella y la tomó del mentón con delicadeza para hacer que lo mirara. Sus ojos estaban rojos y aguantando las lágrimas que amenazaban con salir.

─¿Por qué lloras?

─Lo siento ─respondió con la voz rota─. Todo esto es mi culpa. Yo te invité. . . . Debí defenderme, debí alejarlo desde un principio. . . . No quería causar problemas, no quería causarte problemas. Tus amigos están enojados contigo por mi culpa y. . . estás volviendo a ser el mismo de antes. Jay. . . Jay tiene razón.

Hanbin la observó a los ojos por unos segundos, comprendiendo cómo se sentía, y entonces él fue quién se sintió culpable.

La tomó del rostro con delicadeza y sin desviar la mirada de sus ojos, acortó la distancia entre ellos. Sus labios se unieron, transmitiendole a Jennie que Hanbin era quién más lo lamentaba.