¿Cómo podía yo decirle que no? Sus ojos estaban llenos de anhelo, y yo tengo una vida dentro de mi zona de confort que no tolero.
He tenido que mentir, y sí, sé que es
insensato marcharme sin más, pero tengo fe de que Florida mantenga su boquita cerrada. Serán unos dos días a lo mucho ¿Qué podría salir mal?—Para comenzar, esta noche tenemos que salir de la ciudad.
— ¿Adónde vamos?
— ¿Confías en mí?
—Claro, Jim. Si no, no estaría aquí.
—En el asiento de atrás hay ropa que te quedará, pararé en una gasolinera y vamos a cambiarnos.
— ¿Y luego?
—No me hagas muchas preguntas, Sky.
—Merezco tener una idea.
—Una celebración. —se pasó la lengua por el labio inferior— ¿eso responde tu pregunta?
—Claro...—saqué mi teléfono celular, debía avisarle a papá
Texteé un mensaje breve y conciso:
*Papá, pijamada en casa de Florida. Me quedaré a dormir.*
— ¿Estás nerviosa?—preguntó con el ceño ligeramente fruncido.
— ¿Por qué lo dices?
—No dejas de apretar los muslos...
Me ruboricé en mi intento de parecer calmada y madura. Estaba enamorada de él, era fácil de ver, no sólo por lo
condescendiente que estaba siendo, sino porque no me importaba tener que renunciar a todo y dejarlo atrás con tal de poder estar a su lado.Cuatro pasos me separaban de él en la gasolinera. Yo estaba en el sanitario de damas y él en el del sexo opuesto. Me aterraba estar allí, pero a la vez me recorría por las arterias un chispazo de adrenalina, era lo más loco que había hecho después de quedarme castigada por pelearme con Kassidy en sexto grado.
Mi pobre padre estaría escandalizado al enterarse que su única hija se ha ido, pero qué más da.
Un vestido con bonito escote y zapatos de tacón— ¡Jim tiene buen gusto!—, más de lo que solía ponerme, pero no me quejé para nada. J llevaba un traje hecho a la medida con zapatos de charol, parecía sacado de una película de Bond.
—Te ves preciosa.
—Tú no estás nada mal—me sonrojé.
—Y más cuando te enrojeces—me lanzó un guiño— Gracias por hacer esto conmigo, Sky.
—Haría lo que sea, lo sabes.
—Lo sé.
Me besó la frente y una sonrisa involuntaria se pintó sobre mi rostro. No podía creer que este hombre tan agraciado, impecable, formal y joven estuviese cortejándome. Tenía
que ser un sueño, este tipo de cosas a mí no me pasan, porque no existen en la real.***
—Voy a dejarte aquí un segundo—dijo—tengo que hablar con unas personas.Estábamos en una mesa con muchos extraños—para mí—, nunca los había visto, pero ellos parecían conocerse entre sí.
—No me dejes sola.
—Oh, Sky. —Me acarició la nuca—Sabes que nunca te dejaría sola, pero este es un caso diferente ¿sí?—me estrujó contra su pecho.
Asentí con la cabeza. Sentí que el único lugar al que pertenecía era a sus brazos, él era el edén, yo estaba convencida, nadie podría hacerme nada si yo me quedaba aquí.Con él.
— ¿Me lo prometes?—grité en medio del bullicio del club.
—Te lo prometo.
Tenía la certeza; este es mi lugar.
ESTÁS LEYENDO
LEJOS ©
ChickLitSkylar tiene una vida dentro de su zona de confort y Jameson parece ser la única salida a la monotonía. Atractivo, encantador, peligroso y lleno de secretos. ¿Podrá Skylar descubrir quién es él verdaderamente sin perderse en el camino o los secretos...