Mi alarma empezó a sonar por toda mi habitación. Eran las seis y media de la mañana.
Apagué la alarma y me levanté de la cama. Tenía que preparar mi maleta para ir al Instituto debía llevarme la mayoría de mis cosas ya que estaría allí la mayoría de los días.
Intenté hacer el menor ruido posible ya que mi madre probablemente seguiría durmiendo.Empecé a sacar ropa de mi armario como loca y a meterla en la maleta, debía darme prisa porque las clases empezaban a las nueve.
Cuando terminé de guardar todas mis cosas entré al baño para darme una ducha y vestirme.
Todavía era temprano así que al terminar de vestirme me quedé viendo un rato televisión hasta que escuché a mi madre bajando las escaleras, miré mi reloj que marcaban las siete y cinco.
Bajé las escaleras para desayunar.
-Buenos días- Dijo mi madre al verme entrar a la cocina
-Buenos días mamá- Abrí la nevera en busca de algo para comer.
-Veo que te has levantado temprano. ¿Has preparado tus cosas?
-Sí, lo tengo todo preparado- Dije dándole un mordisco a la manzana que tenía en la mano
-Me alegro hija- Dijo acariciando mi mejilla.
Nos sentamos en la mesa para desayunar. Miré la hora en mi reloj y era hora de irse.
-Mamá ya es hora de irse, voy a por la maleta- Dije subiendo por las escaleras.
Entré a mi habitación para coger la maleta, pero ví algo que me llamó la atención. Era una foto donde salíamos Jane y yo.
Jane era mi mejor amiga hasta que me mudé, desde entonces no nos hemos hablado. No sé que le habrá pasado, pero espero que esté bien.
Agarré la maleta y bajé las escaleras con cuidado de no caerme por las escaleras.
Mi madre y yo salimos de casa y entramos al coche.
El viaje había durado casi dos horas y mi madre y yo no habíamos hablado en todo el trayecto.
Mi madre paró el coche y salió de el, miré por la ventanilla y me encontré unas puertas que llevaban al interior del Instituto, afortunadamente no había nadie cerca.
Salí del coche y mi madre me ayudó a sacar la maleta del maletero.
-Te voy a echar de menos mamá- La abracé.
-Yo también hija- Dijo dándome un beso en la frente- Espero que estés bien.
-No te preocupes mamá- Me separé de ella- Lo estaré.
Nos quedamos mirando unos segundos hasta que un timbre empezó a sonar fuertemente por toda la zona.
No me gustaba la idea de separarme de mi madre, ella ha sido una de las pocas personas que me ha apoyado en todo, aparte de Jane.
Era hora de irse, volví a abrazar a mi madre e intenté sonreír ocultando toda la tristeza que sentía
-Adiós Addison, te quiero- Se separó de mí.
-Y yo a tí, adiós mamá.
Mi madre se despidió de mí, entró en el coche y se fué.
Agarré mi maleta y me adentré en el Instituto. Todo el mundo me miraba raro, como si fuese un ser de otro mundo.
Ignoré las miradas de extrañeza de la gente y asomé mi cabeza por la ventanilla de consejería.
-Buenos días, ¿qué desea?-Dijo un señor acercándose a mí desde la ventanilla.
-Buenas, soy Addison White, la alumna nueva.
-A ver... Addison... -Empezó a mirar en unos papeles.- Sí, está aquí, ven le llevaré a su clase. Deme su maleta la llevaré a su habitación.- Sígame- Dijo saliendo de aquella pequeña habitación llena de papeles.
Empecé a seguirlo y no pude evitar sorprenderme al ver que el Instituto era bastante grande.
De pronto nos paramos enfrente de una puerta, supuse que era mi clase.
-Bueno, esta es su clase, si tiene alguna duda sobre algo puede venir a preguntarme.
-Vale, muchas gracias- Dije con una sonrisa.
El conserje se alejó dejándome a mi sola enfrente de la puerta.
Sin pensarlo dos veces toqué puerta y un hombre me dejó pasar.-Chicos, esta es la nueva alumna de la que os he estado hablando, se llama Addison y espero que os llevéis muy bien con ella. Y bien Addison ¿Quieres presentarte ante tus compañeros?-Dijo mientras que todo el mundo me miraba fijamente.
-Sí. Ehh... Me llamo Addison White, tengo 16 años, como la mayoría de vosotros, me mudé aquí hace una semana y ahora vivo con mi madre en una casa cerca de aquí.
-Muy bien Addison. Delegada, enséñale a nuestra nueva compañera las instalaciones.
Una chica se levantó de su asiento y se dirigió a mí y me dijo que la siguiera.
Salimos de la clase y se me quedó mirando por unos segundos.
-Soy Emma, encantada, primero te enseñaré las habitaciones para que puedas ordenar tus cosas.
-Igualmente, muchas gracias.- Dije mientras la seguía.
Emma era una chica bastante guapa, era alta, morena y tenía unos preciosos ojos azules.
Estuvimos un par de minutos andando por los pasillos del Instituto hasta llegar a las habitaciones de chicas
-Me han dicho que vamos a compartir habitación- Dijo con una sonrisa en su rostro
Abrió la puerta con la tarjeta y entró a la habitación, yo imité su acción.
La habitación era bastante grande, había un pequeño salón un baño y cuatro dormitorios.
-Es enorme.- Dije sorprendida
-Ya, al ser delegada tienes ciertos privilegios- Dijo riendo.- Ven te enseñaré las habitaciones.
-A ver... Esta es tu habitación, a la derecha está la mía, a la izquierda está la de Rebeca y la que está al fondo es la de Gemma. Luego te las presentaré seguro que os llevareis genial.- Señaló cada habitación- y ese es el baño, solo hay uno así que habrá turnos para entrar.
Entré a mi habitación y allí estaba mi maleta. Así que me puse a ordenar mis cosas. Emma se quedó en el salón esperándome.
Cuando terminé saqué mi teléfono para ver si me había llegado algún mensaje, ví el contacto de Jane y decidí hablarle
-Hola Jane hace mucho que no hablamos ¿todo va bien?
No recibí respuesta de ella, guardé mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón.
-¿Has terminado?- Dijo Emma entrando a mi habitación
-Sí. -Dije levantándome de la cama
-Genial, te enseñaré el Instituto.- Me cogió de la mano arrastrándome fuera de la habitación.