Ser profundamente amado te da fuerza, mientras que amar profundamente a alguien te da coraje —Lao Tzu.
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—Kongpob y yo estamos saliendo —sostuve más fuerte la mano de Kongpob. Mi corazón estaba latiendo fuertemente dentro de mi pecho. Podía sentir que todos los ojos estaban sobre mí. Incluso escuchando el ruidoso latido de mi corazón, aún pude oír a la gente jadear en sorpresa por mi declaración. Kongpob estrujó mi mano para calmar mis nervios y vi en sus ojos aquello que había creído perdido: amor.
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Esa mirada me dio el coraje para decir lo que necesitaba decir a todos aquellos que susurraban, especulaban, chismeaban y me juzgaban a mí y a mi amor. Estar de pie junto a él, sosteniendo su mano y su corazón fueron todo lo que necesité. Ya no quería correr. Ya no quería esconderme. Ya no quería negarlo. Ya no quería negarme a mí mismo. Ya no quería negar nuestro amor. Haría que todos se enteraran de que este es a quien amo. Este es quien está de pie junto a mí. Este es quien sostiene mi mano. Este es quien sostiene mi corazón. Este es mi amor, mi Kongpob.
Miré hacia el mar de gente mirándome de vuelta.
—Soy consciente de que muchos han estado haciendo comentarios sobre las fotos mías y de Kongpob. Y admito que solía tener miedo de que la gente me mirara extrañamente, así que rechazaba mis propios sentimientos. Aunque sin saberlo, mi miedo lastimó a la persona que amo.
Miré a Kongpob cuya mirada estaba únicamente sobre mí. Como siempre, yo soy el único que le importa. Así que en este momento, les haré saber a todos que Kongpob es lo único que me importa a mí también. Me giré para mirarlos a todos.
—Pero ahora ya no tengo miedo. Ahora tengo el coraje para estar aquí de pie frente a todos y tengo el coraje para decir que amo a Kongpob.
Todos comenzaron a aplaudir y vitorear. Estaba tan aliviado por haberlo dicho al fin. Al fin había confesado mi amor frente a todos. Ya no me estoy escondiendo. Mi corazón seguía latiendo salvajemente, pero sentí como si un peso invisible se hubiera levantado de mis hombros y al fin podía respirar. Sonreí y sentí que Kongpob aferró su mano a la mía y lo miré, y él estaba sonriéndome de vuelta. Me sentí tan avergonzado aun cuando todos seguían celebrando. Literalmente podía sentir la sangre subir a mis sienes, aunque no me arrepiento de nada. Ahora, todos saben que amo a Kongpob. Y lo más importante es que Kongpob sabe que lo amo.
La fiesta de despedida terminó pronto después de mi declaración y me sentí feliz por eso. Fue algo incómodo estar alrededor de gente que nos sonreía. Algunos nos felicitaron a Kongpob y a mí como si fuéramos recién casados. Yo quería correr y esconderme de toda esta atención, pero en su lugar me acerqué más al costado de Kongpob.
Kongpob, como la persona educada que es, fue a hacer su última ronda de despedidas. Me quedé allí de pie, observando a los otros que le daban buenos deseos y lo felicitaban por su brillante futuro. Y cuando vi a Khun Paga dándole un abrazo a Kongpob, fue como presenciar un pequeño milagro. Tod y yo nos miramos el uno al otro, boquiabiertos e incrédulos. Me giré hacia P'Earth para ver si tenía la misma reacción, pero ella sólo se encogió de hombros con una sonrisa.
