ᴇʟ ᴀᴍɪɢᴏ ᴅᴇ ᴘᴀᴘɪ 𝕍𝕄𝕀ℕ

05

Jimin empujó a Hoseok por el hombro por tercera vez consecutiva en esa noche. Él se tiró cayendo de espaldas a la cama, quizás harto de rogar a Jimin por un poco de atención, sus dientes fuertemente apretados. El enojo dominando cada facción del atractivo rostro de Hoseok.

─¿Por qué no me dejas tocarte? ─Hoseok preguntó a Jimin.

Jimin no respondió, él siguió arreglándose su tuxedo negro, mirándose en el espejo, tratando de aclarar sus pensamientos.

Jimin se observó detenidamente, su prolijo e impecable traje negro era hermoso. El sastre hizo un perfecto trabajo con su chaleco oscuro de seda y su camisa blanca inmaculada, haciendo lucir su cremosa pálida piel. Su delicioso perfume flotaba alrededor, su castaño cabello cayendo sobre su frente, brillante y lacio. Como le gustaba que se viera.

 Porque no tengo ganas. Fin de la historia ─dijo.

Han pasado dos meses desde su último encuentro con Taehyung, en su departamento. Desde su discusión en el pasillo no le habló, llamó o prestó demasiada atención. Cada vez que se encontraban en su casa sólo se ignoraban y seguían en lo suyo.

Jimin subía a su cuarto, se encerraba y esperaba pacientemente a que Taehyung se largara.

Eso se volvió monótono.

Quizá porque no podía soportar saber que Taehyung ya no le miraba como antes. Esa adoración leal ya no estaba en sus ojos. Ahora sólo quedaba la incomodidad y el espectro de la relación que alguna vez tuvieron.

Odiaba tratarlo como a un desconocido.

Odiaba tenerlo lejos.

Odiaba que ya no le sonriera.

Odiaba el hecho de que Taehyung ya no lo quería.

Jimin se odiaba a sí mismo.

♥•♥•♥•♥

Jimin estaba volviéndose loco, todos y cada uno de los días transcurridos, no lograba pensar en otra cosa que no sea Kim TaeHyung. Taehyung atormentaba su mente y pensamientos. Cada que escuchaba a su papá hablar de cómo Taehyung le iba exitosamente por la vida deseaba ahogarse. Él únicamente podía rodar los ojos.

Deseaba dejar de sentir lo que fuera que sentía tan fácilmente coml Taehyung hizo con él.

Hoseok estaba seguro que le sucedía algo, bueno, Jimin ni siquiera aparentaba no estarlo. Le molestaba todo lo que Hoseok hacía.

Cuando Hoseok le besaba, automáticamente se alejaba. Cuando lo acariciaba, le rechazaba. Cuando le hablaba, lo ignoraba. Cuando le buscaba, le gritaba que no tendrían nada.

Eso frustraría a cualquiera.

Hoseok se estaba hartando por su insólito comportamiento, tanto como Jimin estaba hartándose de la frialdad y la distancia de Taehyung. Era justo desde su perspectiva. Aunque ninguno fuera una víctima.

Esta noche vería por última vez a Taehyung, ya que él había anunciado su temporal pero larga partida a América.

Taehyung dijo algo similar a ampliar la empresa. Seojoon organizó una fiesta de despedida, todos irían y claro, él no podía faltar, pues siendo el hijo del organizador, era una obligación. No quería ver a Taehyung con esa maldita chica, sabía que ella asistiría.

Tuvo que aceptar a regañadientes, que Ryujin, era hermosa y perfecta, con buenas curvas. Si no estuviera fascinado por Taehyung habría salido un par de veces con aquella chica.