─: ∙:°:◦:∙♚∙:◦:°:∙ :─
Nuestra despedida causó en mi corazón una rajada enorme, pero la promesa de nuestro reencuentro lo mantiene de pie, palpitando para volverse a encontrar con el brillo de tus ojos y la dulce melodía de tu tierna voz.
─: ∙:°:◦:∙♚∙:◦:°:∙ :─
Cerró sus ojos por unos segundos, concentró su total atención en su respiración; Chihiro estaba derrumbada, cansada y con los ánimos bajos. La nueva escuela, el cambio tan repentino de hogar que sucedió hace unos meses le había dado un golpe fuerte, pero todavía, así la niña se mantuvo de pie todo el tiempo posible. Cada que se equivocaba en algo, admitía su error y antes de ponerse a llorar, buscaba rápidamente una solución.
Pero tarde o temprano terminó por llegar a los limites del cansancio. Sus suspiros eran cada vez más que sus sonrisas y sus ojos perdieron de a poco la ilusión en brillo que poseían, por eso la pequeña se tomó un descanso en donde relajó su cuerpo, cerró los ojos y se concentró tanto en su ser, que no reparó en que los rayos de un sol veraniego arremetían contra su piel.
La suave y juguetona brisa del día le revolvió los cabellos castaños, al igual que sus lindas y grandes pestañas. La niña tomó una gran bocanada de aire, tan puro y delicioso que mantuvo la respiración por unos segundos y suspiró, esta vez a favor de la paz que la albergó.
Un fresco olor a flores y pasto húmedo se levantó a su alrededor, pero la chica ni se inmutó, más bien lo saboreó como quien huele ese delicioso aroma a libro nuevo. Se dejó embriagar por todos los sentidos; desde los roces de las flores contra su piel, hasta esos pequeños mosquitos que le volaban cerca de los oídos.
En el centro de su disfrute, recordando aquellos hermosos paisajes que conoció durante su viaje, abrió de repente sus ojos al verse atacada por una mariquita, que perdida, intentaba encontrar el camino devuelta a casa por sobre su mejilla.
—¿Eh? —dijo la niña tomando con poca fuerza al pequeño animal entre sus dedos.
Colocó a la mariquita por encima del pétalo de una lila y antes de estudiar su entorno, se aseguró de que estuviera viva y no estuviese pasando lo mismo que hacía meses.
Se rascó los ojos, y el paisaje en extremo hermoso y calmo para ser creíble, no se desborró.
Entonces se pellizcó, con la esperanza de que no fuera real, y nada sucedió, nada más que un color rojo que le apareció en el brazo debido a la fuerza que aplicó.
Chilló, cerró los ojos con fuerza y totalmente incrédula comenzó un baile en donde parpadeaba más de una vez.
Todo era real, tanto como que el día de mañana tenía que presentar un examen de matemáticas y no sabía cómo se iba a presentar si se pasaba más de un día por aquellas tierras, las cuales no reconoció y mucho menos asimiló con las que antes hubo conocido.
ESTÁS LEYENDO
La promesa de un sueño ━ Chihiro × Haku
FantasyLos exámenes y trabajos extras en la nueva escuela estaban haciendo de Chihiro un desastre. Nunca pensó que el cambio sería tan abrupto y le causaría tantos problemas, por eso decidió tomar un pequeño descanso y saltar a las memorias de su pasado. D...