Puzzle Piece >> YuWin << NCT127

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— Nuestro pequeño ratón tiene diecinueve años y se llama Dong Sicheng, fue estudiante de danza en la Academia de Drama de Beijing, dejo la escuela cuando se mudo a Seúl con su padre. Es hijo de un consumidor de cocaína con muchas deudas y fue dado en pago del 10% de la cantidad que debía. Si nuestro Súper Man no lo hubiera intervenido el destino del ratón hubiera sido un  prostíbulo a las afueras de Gangam.

John movió los labios en una mueca, mientras que Sehun nos seguía leyendo lo que había encontrado acerca de Sicheng.

— Y... Jhon, creo que tenemos un problema, el ratón era presa del Señor D. — Jhon palideció antes de poder abrir la boca y responder lo que parecía un leve gruñido.

El señor D, era un traficante de metanfetaminas que trabajaba con la mafia de Japón, usando Corea como puente para burlar las aduanas, se había hecho de gran poder en los últimos dos años desde que se había separado de la orden para la cual trabajábamos, el precio había sido el poner en manos de Yamaguchi el mercado del sur de Seúl,  tras sabotear la producción que nuestro jefe tenía ahí y matar a todos los que trabajaban en el laboratorio.

Reí por lo bajo de una forma altanera para ocultar mi nerviosismo, sabía perfectamente que había caído hasta lo más profundo de un hoyo por meterme en asuntos que no deberían haberme importado, sobre todo si con ello ponía en riesgo a los Hyungs, sin embargo ya estaba enlodado como un cerdo en corral, así que solo esperaba que la ley de Murphy no hiciera efecto esta vez.

Jhon se llevó las manos a la sien tratando de asimilar todo lo que había escuchado y quizá buscando una forma de desechar al ratón sin que se enteraran que gato se lo había llevado, podía ver en sus ojos la frustración y ganas de meterme una paliza.

— Me haré cargo de él — musite antes de que Jhon pudiera decir algo.

La única salida era matarlo y si lo había salvado de morir sería una paradoja enorme.

— Si Yuta se hará cargo de él, podría hacerle una tarjeta de identificación falsa, puedo tomar algún nombre de las personas desaparecidas de hace diez años atrás, sus registros ya son poco seguidos entre la policía local, — Sehun bufó un poco, mientras me extendía una tarjeta — claramente no será gratis.