∂εℓเѵε૨ყ.

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Temprano en la mañana recibí los voletos para Seúl, enviados por YoonGi y en los cuales debíamos de estar a las once de la mañana en el aeropuerto. El unico problema era la reacción de Melody ante el imprevisto.

-Pequeña...pequeña.- intenté despertar a Melody.

-Buenos días.- saludó entre bostezos.

-Tengo una mala notícia.- informé

-¿Que pasa?- preguntó girando su cabeza.

-Tenemos que adelantar el viaje a Corea... Siento que no podamos hacer todo lo que queríamos.- comenté algo triste, no me gusta incumplir mi palabra.

Es una lástima...pero seguro que allá tambien hay lugares muy bonitos y interesantes que visistar. expresó con gran madurez para su corta edad.

Ahora te ayudo a empar tus cosas, salimos dentro de unas horas y el viaje es algo largo...pero antes hay que desayunar.- comunique encendiendo la luz de la habitación y saliendo posteriormente para solicitar el desayuno.

Empacar las maletas fue difícil porque la montaña de ropa y el peluche de un Diminuto(personaje de Rayman, un videojuego), el cual luego de alrededor de cinco intentos fallidos de cerrar la maleta(soy muy cabezón, lo sé) decidimos que fuera su equipaje de mano.

La travesía hacía Seúl no fue igual, dado que Melody estaba rebosante de intranquilidad hasta que sé me ocurrió ver Scooby-Doo y así estuvimos todo el viaje.

Desembarcamos sin problemas en el aeropuerto internacional de Incheon, Seúl. Daba gusto volver a casa para cerrar el contrato y así vivir tranquilo...aunque sólo.

Tras llegar a casa arropé a Melody en mí cama, notifiqué a YoonGi de nuestra llegada e intenté dormir tras un trago de whisky, con suerte al día siguiente cerraría el contrato.

Temprano en la mañana recibí un sms de YoonGi, donde aparecía la hora y el lugar donde debía realizarse la entrega de Melody.  El punto de encuentro era el vestíbulo de una empresa cerca del "Tower Palace Three"  a las ocho de la noche.

Envié un sms a YoonGi insistiendo en que  averiguara el interés del cliente en la pequeña Melody.

La pequeña durmió hasta el mediodía e aproveché el resto del día para jugar juntos.

Llegamos un poco antes al lobby de la empresa, el cual era de arquitectura moderna y con ornamentos en vidrio. Aproveché que el cliente aún no aparecia para contar a Melody lo que ocurriría a continuación.

-Pequeña. ¿Podemos hablar un momento?- consulté, arrodillandome para quedar a la altura de la menor, además de quedar cara a cara.

-Sí ¿Qué pasa, conejito?- preguntó dejando de jugar con su Diminuto.

-No soy muy bueno para éste tipo de cosas pero...dentro de unos minutos vendrá una una persona, ella será tu tutor legal de ahora en adelante y te llevará con ella.- argumenté pausadamente.

-¡No quiero!- negó.

-Por favor, no te pongas así.- intenté tranquilizarla.

-¿Qu...- fue interrumpida por el cliente, el cual llegó casi como una sombra.

El cliente era un hombre de avanzada edad,entre los cincuenta años, estatura media, cara de pocos amigos... Hombre de negocios, dado el tipo de traje pero varias cicatrices en cara y manos... Las cuales dado mi conocimiento no parecían ser las típicas causadas en una pelea de bar y para culminar un llamativo bastón de plata, decorado con una serpiente e incrustaciones de esmeralda en los ojos.

-Ya es hora. El dinero está siendo transferido a tú cuenta.- indicó el hombre.

-¿Qué pasará con la niña?- pregunté con gran seriedad.

-Eso no es tú problema pero te diré... yo cuidaré de ella como es debido.- respondió frunciendo el ceño.

-Qué pasa?- consultó Melody, dado que no sabe hablar coreano, sólo conoce el inglés, su idioma natal.

-Nada. Al parecer éste es el adiós, pequeña.- expresé al inclinarme hacía  ella.

-Te quiero, conejito. Gracias por estos días tan divertidos.- comentó con tristeza tras abrazarme con todas sus fuerzas.

Fuimos interrumpidos por el hombre frente a nosotros e obligados a separarnos con la justificación de que su tiempo es dinero. Me retiré en mí auto, conduciendo a toda velocidad por la autopista para liberar estrés, lo nesecitaba.

El llegar a casa fue tortuoso, encontrar en ese lugar tan grande y tan sólo. Informe a YoonGi que el contrato fue cerrado con éxito...pero había algo que no me permitía estar bien. Por una parte me sentía mal por el cariño que surgió por Melody y por el otro lado un mal presentimiento de los gordos pero no tenía ni idea de que podría significar.

Dada toda esta situación, torturandome desde dentro no tuve otra opción que recurrir al alcohol y así ahogar mis penas.

Entre esta avalancha de emociones no consigo explicar como estalle en llanto, lamentandome como un niño pequeño por mí soledad...hasta quedar dormido.

En la madrugada de forma inminente empecé a recibir llamadas de parte de YoonGi, al principio las ignore pero cuando se volvió insistente decidí atender y ver de que se trataba.

-¡Jungkook, ya sé para que quiere a la niña!- exclamó YoonGi como si estuviera asustado.

-¡¿Qué pasa, para que quiere a Melody?!- grité desesperado.

-L...la quiere para venderla y explotarla sexualmente a modo de venganza por un negoció que termino contándole miles de dolares al cliente. Obtuve la información por un agente doble de la policía que estaba infiltrado en la empresa...pero le descubrieron y le mataron. Él está preparado para dar guerra a quién pise su empresa.- explicó euforicamente.

-¿Cómo? ¡Voy a lanzar a ese hijo de puta desde el último piso de esa empresa con una soga al cuello!- grité con gran ira.

-Calmate, te ayudaré.- trato de tranquilizar el mayor.

-Tú cuida de Ginny, esto es personal.- ordené con seriedad. -Cuando todo acabe te llamaré.- con esta frase culmine la conversación.

Cuando eres un asesino a sueldo, comprometido con tu trabajo, no sueles permitir que las emociones te nublen el juicio pero en este caso, el cliente jugo con mí única regla y eso es jugar con una granada de mano...

𝕬𝖓𝖌𝖊𝖑 𝖔𝖋 𝕯𝖊𝖆𝖙𝖍 ⫷Jeon JungKook⫸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora