II

328 14 1
                                    


Torciendo el pomo de la puerta, Dean la abrió, sus piernas se deslizaron hacia delante, arrastrándome a su lado e inmediatamente su cara cayó ante la sorpresa que esperaba. 


-Wow- Él suspiró, sus ojos estaban muy abiertos.

John se quedó de pie a nuestro lado. 


-¿Te gusta?

Dean presionó sus labios juntos, chasqueando su lengua contra la parte de arriba de su boca, no mostrando ningún signo de emociones. Volviéndose hacia nosotros, el se encogió de hombros. 


-Es... diferente.

-Se que no es lo que te esperabas pero pensamos que necesitábamos un poco de cambio.- Dean Jr regañó, mirando alrededor de la casa también.

-Cambiaron los sofás.- La mandíbula de Dean se torció desagradablemente, su cara estaba inalterable mostrándonos lo que realmente sentía detrás de su fachada. -Y la alfombra...- Él hizo una pausa. -Wow.

Bruce había cambiado los sofás color burdeos por otros nuevos, de cuero negro. Los suelos de alfombra estaban rallados y ahora estaban cubiertos de madera dura.

-Si,- Me incliné hacia arriba, presionando mis labios contra su mandíbula para relajarle lo que funcionó porque el se calentó bajo mi tacto. -Me gusta. Va con la casa.

Dean me miró hacia abajo, sus ojos sombreados con desaprobación. 


-¿Fue tu idea?- Él murmuró en voz baja.

Mordí mi labio. 


-Quizás.- Susurré.

Suspirando, Dean miro a su alrededor una vez mas. 


-No está mal...- Él rastreó en su cerebro la respuesta mas simple que el pudo hacer. -Es extraño que desde que hemos estado aquí fuera la misma casa durante años, pero supongo que un cambio es bueno.- Se encogió de hombros y no pude evitar sonreírle.

Marco se burló, sabiendo exactamente porque Dean había dicho lo que dijo.

Le disparé una mirada haciendo que el devolviera el gesto antes de desaparecer bajo mis ojos y con los hombros caídos, su ceño fruncido apareció. Me reí suavemente, sabiendo que el no podía enfadarse conmigo.

-¿Que es tan gracioso?- Dean me contestó rápidamente, dándole toda mi atención mientras mi estómago saltaba haciendo volteretas bajo su intensa mirada.

-Nada.- Murmuré, dándome la vuelta de manera que ahora le daba mi espalda a Marco.

Frunciendo el ceño, el brazo de Dean hacia mi se apretó. 


-Mi habitación es...

-Todavía la misma.- John acabó por él. -Pensamos en cambiarla pero Callie nos convenció de no hacerlo.

Dean me miró con apreciación hacia mi, sus labios se presionaron contra mi frente. 

-Esa es mi chica.- El susurró de manera que yo solo le escuchara.

No dije nada. En cambio, me quedé congelada a su lado, sabiendo que esta linda actitud iba a desaparecer de un momento a otro.

-Venga- Bruce interrumpió, rozándonos mientras pasaba por delante de nosotros para que el ahora estuviera en frente de todos nosotros. -Vamos a sentarnos.- Hizo un gesto hacia el sofá con su cabeza y todos nosotros nos obligamos, siguiendo su ejemplo.

PELIGRO REGRESA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora