III - Nunca te dejare

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Me quedé en el abrazo de Dean por lo que se sintió como una eternidad, amando la sensación de sus brazos alrededor de mi, su pecho se movía de arriba a abajo en un ritmo natural. Cerré mis ojos, saboreando este momento, sabiendo que en cuestión de segundos, volveríamos a enfrentar a la realidad de que las cosas ya nunca eran las mismas.


Acariciando su nariz en el espacio entre mi cuello y mi hombro,Dean colocó el susurro de un beso allí. 


-Vamos, será mejor que volvamos con los chicos antes de que hagan una rabieta.- El se rió entre dientes ligeramente, tratando de aliviar el estado tenso alrededor de nosotros.

Fruncí mis cejas juntas, una mirada terca cruzó mi cara. 


-No.- Murmuré, sacudiendo mi cabeza mientras me acariciaba a mí misma cerca de él, el calor de su cuerpo irradiaba contra el mío.

Su pecho vibró de su risa mientras él acariciaba mi pelo, la diversión estaba en sus ojos mientras él me miraba hacia abajo a mi. 


-¿Qué quieres decir con no?

-Quiero decir exactamente eso.- Murmuré, permaneciendo de pie en mi sitio. -No quiero volver allí...- Me interrumpí, deslizándome en mis pies. 


Tragué saliva, sabiendo que estaba cavando a mí misma una especie de agujero aquí, del que me arrepentiría tarde o temprano. Justo cuando estaba a punto de alejar mis brazos de alrededor de él,  los atrapó, manteniéndolos en el lugar.

-¿Porque no quieres volver allí?- El murmuró suavemente, una conocida mirada estaba en sus ojos  mientras él me urgía a que le dijera la verdad.


-Yo- Suspirando, tomé una profunda respiración, negando con mi cabeza. -Nada...


El agarre de Dean en mis brazos se apretó; una repentina aurora de descontento se formó a nuestro alrededor. 


-Callie- El empezó antes de cerrar sus ojos fuerte, internamente diciéndose a sí mismo que se calmara antes de abrirlos y mirarme hacia abajo. -No me digas que no es nada. Sabes cuanto odio eso.

Asentí con mi cabeza, sabiendo que tenía razón y a pesar del sentimiento dentro de mi que me decía que me defendiera, no quería empezar otra discusión justo después de haber terminado otra. 


-Es solo que ... quiero estar contigo esta noche... solo tu y yo, nadie más.- Mirando hacia abajo a mis pies, me negué a mirar hacia arriba a él, avergonzada de haber caído.

Después de un largo silencio,   finalmente había logrado hablar. 


-Espera aquí.- Sacó mis brazos de su alrededor antes de marcharse hacia el final del pasillo.

Curiosa, di unos pasos hacia delante, preguntándome a dónde iba y el que estaba haciendo. De pie en la base de la cocina, vi como abría la puerta que conducía al patio donde los chicos estaban afuera sentados. 


El intercambió unas palabras con Bruce antes de cerrar la puerta y volver caminando hacia mi. 

-Pensé que te dije que esperaras en el living- Su labios se curvaron en una sonrisa.

Me encogí de hombros, jugando con el dobladillo de mi camiseta. 

PELIGRO REGRESA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora