II

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Hola... Un nuevo capítulo espero y les guste, gracias por leer, votar y comentar. Nos seguimos leyendo ❤️
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- Como va todo.

Preguntó el hombre.

- Todo va como lo ordenaste .

Sonrío complacido.

- Me gusta que me obedezcas mujer.

La mujer tenía mirada fría y solo ignoro al hombre que estaba sentado frente a ella.

- Esperemos que caiga pronto.

- Si lo hará, esa chiquilla no le ha quitado la mirada de encima. Y él no se resistirá a sus encantos.

La mujer apretó fuerte sus puños bajo la mesa, no estaba de acuerdo. 

- Acaso estás celosa.

Dijo burlón.

- No digas estupideces.

Se levantó de la silla y camino hacia su habitación.

- Sólo debes quererme a mi.

°|°|°

Tenía la respiración acelerada.

Estaba demasiado nervioso nadie se le acercaba gracias a la mujer esa, que advirtió que era suyo, tenía aquella marca desde pequeño y no sabía a qué se debía.

Nadie les quitaba la mirada eso lo ponía aún más asustado cuando se enterara aquella mujer, le tenía miedo .

No podía creer que estuviera intimidado por una mujer hermosa. Que olía a deseo por él.

Su instinto quería ganar, pero tenía que ser fuerte.

- Eres muy lindo.

Le dijo ella sonriendo coqueta.

Se pregunto si ella era así con todos o solo con él.

Su cuerpo estaba vibrando con su cercanía, su demonio interno quería salir y hacer ciertas cosas indecentes con la chica.

- ¿Me acompañas?

La chica se levantó en el silencio del lugar como si no hubiera nadie, dudoso se levantó detrás de ella, su cuerpo lo estaba traicionando, no pudo evitar ver las caderas femeninas moviéndose. Era muy sensual. Esos pantalones le favorecía a su delgado cuerpo con las curvas necesarias.

Movió la cabeza, no debería tener aquellos pensamientos indecentes.

Se dio cuenta que estaban en uno de los pasillos que casualmente se encontraba solo, fue acorralado por la chica unos centímetros más baja.

- Sabes esto es extraño.

Su cuerpo temblaba ligeramente ante la cercanía de la chica.

- De... De que hablas.

- Apenas nos hemos visto un par de veces y siento algo aquí.

Tomó su mano entre la suyas más pequeñas y la puso en su pecho donde se encuentra su corazón, la mano del chico temblaba.

Quería apartar su mano, pero al parecer la chica tenía más fuerza llevando su mano un poco más abajo rozando con su seno.

- Y... Yo

- ¿Acaso soy la única?

Hablaba en susurros muy cerca de él.

Sin imaginarlo la chica rozó sus labios , hizo que su cuerpo se pusiera rígido.

La chica sonrió, acercándose de nuevo entre abriendo su boca, pasando sus brazos al rededor del cuello masculino. Haciendo que inclinará su cabeza.

Su mente era una revolución, como podía estar besando a una chica que apenas conocía y más que tenía prohibido acercarse a cualquier chica.

Aunque su mente le recordara que estaba mal, él disfrutaba de su primer beso con la desconocida, que suspiraba cada vez que sus bocas se tocaban con timidez.

Su respiración estaba agitada, su corazón zumbando al mil y otra parte de su cuerpo despertando, que causó que la chica se restregara con su cuerpo, causando una mayor rigidez en aquella parte de su cuerpo. Absorbió el aroma de la chica olía a deseo. De nuevo.

Las mejillas del chico de colorearon de vergüenza, temblando separó a la chica.

- Que pasa.

- No... No debemos...

- ¡Inuyasha!

El chico brinco en su lugar moviéndose incómodo.

Un chico con el cabello amarrado a una pequeña cola de caballo, se acercó a él con preocupación.

- Nos tenemos que ir.

Miro a la chica que le puso mala cara.

- Eh... Sí.

- Miroku que...

- Lo siento Kagome, pero el debe venir conmigo. Inuyasha nos vamos.

- Mmm yo... Adiós.

La chica solo le sonrió sensual.

- Adiós.

Se dio media vuelta siguiendo al chico.

- De nada.

- Gracias...

- Sabes que no debes romper promesas con esa mujer.

- Lo sé pero...

- No vamos a buscar problemas. Y por cierto arregla ese otro problema - señaló discreto su entre pierna.

Sin saberlo ya estaba dentro del problema.


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