Introducción

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Un dormitorio decorado con unas cuántas luces de neón y un ordenador de más de dos mil euros era lo suficiente para hacer de la habitación unas de las más reconocidas de Twitch

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Un dormitorio decorado con unas cuántas luces de neón y un ordenador de más de dos mil euros era lo suficiente para hacer de la habitación unas de las más reconocidas de Twitch. Gabi Braun, o mejor conocida como "TEGD_Gabi" en el nombre oficial de su plataforma, había conseguido hacerse un reconocido hueco en aquel mundillo, siendo reconocida por todas las personas que estuviesen un poco al tanto de las redes sociales.

Sus casi 3 millones de seguidores en Twitch no habían pasado por alto, y la opinión pública era muy diversa, algunos se preguntaban si moralmente estaba bien que una niña de 15 años hiciese directos en la plataforma, otros pensaban que no estaba mal, teniendo en cuenta que su canal estaba destacado por ser de ella jugando a videojuegos de disparos, y a otros les apenaba que ella se adentrase en aquel mundo tan joven, pero ellos no tenían ni idea de la comunidad de la joven streamer; principalmente su chat. Recibía mensajes de odio, pero la gente que la apoyaba sabía cómo opacarlos. Además de tener el modo de que en su chat sólo pudiesen hablar sus suscriptores, claro.

Un día, en unos de sus streams, recibió una donación en un mensaje. En la pantalla se vio reflejado el pequeño texto, y una voz robótica u femenina lo dictó;

"¿Qué opinas de GenocideGuy19?"

Gabi tembló al escuchar ese nombre. Se debía a que, ese streamer en concreto, le caía fatal, y dar tu opinión en Internet es algo de lo que siempre tienes que estar seguro y saber muy bien lo que estás diciendo, ella no quería empezar una guerra, pero aquella donación le hizo decir cosas que, seguramente, podría haberlas dicho de una mejor manera,

-La verdad es que, de lo que he visto de él, no me gusta nada su comportamiento, pero nada más. El chaval ese... ¿Cómo se llamaba, Eren, no? Bueno, pues quizá si conociese a Eren y lo conociera mejor no me caería tan mal como me cae. Pero de lo que he visto en persona, y con la polémica de que usaba trucos para ganar más fácilmente, pues no me causa muy buena impresión, la verdad.

Aquella oración que parecía tan inocente, trajo mensajes de odio y de apoyo, pero lo que menos se esperaba, era que estaba empezando una rivalidad entre ella y el streamer, que también era bastante conocido.

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Gabi Braun, la streamerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora