𝘚𝘪𝘹

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POV Min Yoongi.

— ¿¡Por qué diablos me trajiste hasta aquí!?— Gritó Jimin completamente enfurecido. Su rostro estaba tan rojo cómo un tomate y tenía una vena palpitando de su frentecita que me hacía temer por mi vida.

— Jimin, por favor, cálmate mi amorcito.— Le hablé lo más bonito que pude. Intentaba calmar a mi pequeño ChimChim pero me estaba resultando bastante difícil. Más por el hecho de que ni siquiera dejaba que me acerque a él sin dar un grito más fuerte que el anterior o darme un manotazo.

— ¿¡Cómo puedes pedirme que me calme!? ¡Me secuestraste!— Gritó, agarrando sus cabellos con fuerza y tirándolos hacía atrás en un gesto completamente...Aterrador.— Mi familia no sabe dónde estoy, se preocuparán, se van a enojar tanto...Dios ¿¡Acaso no sabes las cosas que tendré que hacer para que me perdonen!?—

Me quedé estático en mi lugar frente a la declaración de Jimin. ¿Debe pedirles perdón y enmendar con acciones que haya sido drogado y secuestrado?

— Bebe, creo que no te estás escuchando. — Le dije, pero él volvió a gritar, ahora más agresivamente. Tomó lo primero que encontró, que para mi mala suerte fue un jarrón de vidrio con flores realmente lindas. Lo abalanzó hacía mi, dejando tanto las flores como el agua en el suelo a su camino. Por suerte pude moverme un poco y evadir el golpe, rápidamente se escuchó el estruendo del vidrio rompiéndose en la pared.

—Oh, oh.— Ví como mi pequeño Mochi buscaba más cosas a su alrededor que abalanzarme. Intenté evadir todo lo que me llegaba, pero un par de almohadas fueron a parar a mi bello rostro. —¿Amorcito?— Otro almohadazo.— ¿Bebe?— Un cajónazo.—¿ChimChim?— Un...¿Sillazo? 

¿Por qué diablos hay sillas en un cuarto?

Ah claro, la ropa.

Poco a poco Jimin fue calmándose, y yo esperé pacientemente eso. Su energía fue bajando, así como su enojo y, gracias a dios, las cosas que tenía de su lado del cuarto ya no volaron hacía mi, aparte, era notable que los peluches no iban a lograr algo en mi. 

Las lágrimas comenzaron a recorrer el rostro de Jimin luego de hacer tal berrinche explosivo. Se tapó su linda carita con sus pequeñas manos intentando ocultarse. Se veía jodidamente adorable así. Mi corazón dio un pequeño vuelco ante tanta ternura.

—Ven, siéntate conmigo ¿Si? — Jimin parecía estar reconsiderando mis suaves palabras, las cuales no sabía de dónde estaban saliendo, porque no era una persona precisamente sentimental.—Hablemos como siempre lo hemos hecho cuando algo pasa  ¿Si, bebito hermoso?— Me senté sobre la cama y lo miré con ojitos de perrito mojado. 

La ocasión lo amerita, la ocasión lo amerita...

Jimin respiró intentando calmar los nervios que tenía, hipando se fue acercando poco a poco a mi para finalmente dejarse caer agotado sobre mis brazos. Antes de que pudiese hablar o decirle algo, ya se encontraba durmiendo.

Y era normal.

Cuando sus niveles de estrés aumentan en su cuerpito, gasta la poca energía que tiene en sí mismo, a veces ni siquiera es consiente de que está cansado y simplemente se desmaya dejándose caer en cualquier sitio. Las vitaminas que le había recetado su doctor no le dieron efecto en su momento. Chen supone que fueron fármacos recetados solamente para aliviar la tensión en la familia Park y la insistencia de los padres de Jimin para que su hijo pudiera tener una vida normal.

O, como yo lo pienso, quitárselo de encima.


_._


Revisé la habitación cada dos horas, encontrándome a Jimin siempre durmiendo plácidamente alrededor de las mantas calientes. Anonado, siempre sentía un poco de orgullo dentro de mí al verlo descansar después de tantos meses sin poder pegar un ojo por más de hora y medía.

Era tanto el silencio en la cabaña y su alrededor que podía escucharse las brasas quemándose en la chimenea, o los pájaros cantando a los alrededores del bosque. La suave brisa que acompañaba a algunas hojas en un baile que no podíamos entender también pasaba dejando constancia de su presencia.

Todo lo que Jimin necesitaba era esto. Silencio, tranquilidad y amor.

— ¿Sigue durmiendo?—Preguntó Chen sentada frente a la chimenea tejiendo algo, cuando me vio acercarme a ella para tomar un lugar a su lado.

— Si.— Respondí con simpleza, aunque realmente me encontraba bastante alegre.

—¿Y si tocas un poco para mi?— Preguntó luego de un largo silencio apuntando el piano de cola junto a la chimenea.

—¿Quieres que toque algo en especial?— Pregunté, levantándome de mi lugar. Fui hasta el piano y por detrás de mi escuché algo que pareció un susurro;

—Promise.

POV Park Jimin

Alrededor de mi cuerpo habían sábanas que no recordaba haberme colocado, sentía un cálido calor debajo de ellas, estaba cómodo. El silencio inundaba el cuarto y sentía una grata tranquilidad que, muy probablemente, no tuve nunca.

La melodía de un piano tomó toda mi atención, inundó el silencio de. Esa canción la conocía muy bien.







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⏰ Última actualización: May 14, 2022 ⏰

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