Llegué a casa, soltando el pesado petate en mi viejo cuarto, bastante cansado del largo viaje hasta casa. Más adelante, cuando las fechas de la gira fueran más tangibles, volvería a mi estado habitual de estrés, pero ahora mismo no se estaba mal, no estaba demasiado estresado. Podría relajarme unos días en casa con la familia.
Tras saludar a papá y a mamá y fundirme con ellos en un cálido abrazo, me acerqué a la cocina y abrí la nevera, cogí una gran botella de zumo frío –ya que whisky no encontraría por aquella casa–, y me la llevé, bebiendo a morro, hasta mi habitación, donde me quité las zapatillas y me tumbé en la cama, en vaqueros sobre la colcha.
Conecté mi tocadiscos cubierto de polvo y dejé que sonara con el último vinilo que coloqué antes de irme la última vez de mi cuarto. Los acordes de Toys in the attic de Aerosmith comenzaron a sonar y a llenar las paredes de la habitación. Me relajé bastante, hasta que con Walk this way, mi hermana pequeña llamó a la puerta.
–¿Si? -dije distraído. La había enseñado bien. No quería que nadie se metiese habitualmente en mi habitación sin más, y mucho menos ella.
–Tommy, ¿puedo pasar? Tengo que preguntarte algo –dijo ella tras la puerta.
–Joder, venga, pasa –dije con fastidio, aunque sin bajar el sonido del tocadiscos.
Ella pasó. Vestía unos vaqueros ajustados y una camiseta, con zapatillas y con el cabello suelto en ondas del mismo color castaño que sus ojos grandes y expresivos. El trato de niña pequeña se había mantenido por inercia, pero lo cierto es que ahora ya se había desarrollado bastante, y la afición a la batería destrozada que había dejado tras entrar en Mötley Crüe, había cultivado en ella un cuerpazo de escándalo, que contrastaba con sus rasgos aún dulces.
–¿Qué quieres, Athena? –dije sin hacerle mucho caso, concentrado en la música que sonaba.
–Necesito...que me acompañes a un sitio –dijo rascándose el codo. Parecía vergonzada.
–¿Acompañarte? ¿A dónde? –pregunté, curioso por su actitud.
–A...hacerme un tatuaje.
No puedo decir que no me sorprendiera, pero mi hermana estaba en esa edad en la que casi cada estupidez que puedes hacer, en tu cabeza parece una buena idea.
–¿Un tatuaje? Joder, Athena, no digas tonterías, ¿para qué quieres hacerte un tatuaje?
–¡Es una sorpresa para mi novio! Y tú estás lleno de ellos, ¡por Dios!–se defendió ella como si fuera una razón válida.
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One night only with [RELATOS ERÓTICOS]
ФанфикLee bajo tu propia... satisfacción. One shots de artistas rock/metal y noches de pasión y sexo salvaje. Esta novela esta registrada en Safe Creative bajo la licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 con el número de 21122...