«𝕺𝐛𝐬𝐞𝐪𝐮𝐢𝐨» ─ 𝐌𝐲𝐠

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Faltaban dos horas y los nervios comían el resto de tus órganos

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Faltaban dos horas y los nervios comían el resto de tus órganos. Las manos te temblaban como locomotoras y el pulso te punzaba dolorosamente la sien.

Volviste a asomarte con dificultad por la ventana y la gente seguía arribando como nido de pájaros, era demasiada y ni siquiera la conocías.

Tu vestido de novia era rosado pastel y cabalgaba sobre tu cintura, cubriendo cualquier parte que exhibiera la forma de tu cuerpo. Era pleno verano y aún así el vestido llevaba mangas y cuello. El velo se abría con amplitud bajo tu pequeña tiara, y el cabello estaba recogido.

Ibas a casarte con TaeYang y debía de ser el día más feliz de tu vida; pero el desorden de tus sentimientos y la intromisión de otros transgiversó tus decisiones.
Estabas nerviosa y eso era normal. Pero también triste y molesta. ¿Por qué?

Desde que le habías confesado a Yoongi, el mejor amigo de tu alma, sobre el casamiento, se molestó en adoptar una actitud bastante tajante contigo; discutían seguido, ya no se juntaban como antes y prefería no atender a tus llamadas promoviendo sus excusas de idol, que bien conocías que no fue así.
Desde que llegaste a Corea por primera vez y trabajaste como mánager (y posteriormente CEO) de BTS, YoonGi y tú habían cosechado una relación muy estrecha. Él tenía novia en aquél entonces y estabas muy alegre por él. Hasta que TaeYang apareció en tu vida.

Y el grandísimo señor Min YoonGi se había propuesto faltar a tu propia boda. Estabas muy, muy molesta. Eso ya era el colmo.

Nam, Kookie, Joseph (el grandioso apodo de HoSeok), Mochi, Jinete (o SeokJin) y el alien ya estaban allí.
Todos pasaron, felices y con regalos modestos en sus manos. Abriste la puerta principal de la casa deseando que ningún camarógrafo los interrumpiera.

─ Dios, niña... ¡qué hermosa!─ sonrió NamJoon, atrapando tus brazos.

─ Ya no soy una niña, Nam─ sonreíste.

─ Es toda una mujer─ saludó Jimin─. Y toda una sexy.

Sus brazos te rodeaban la cintura y sospechaste que te miraba el trasero, pero no hiciste caso y sólo reíste.

─ Estás muy bella─ admitió JungKook, de la mano de TaeHyung.

─ Eres un ángel─ agregó TaeHyung, y el menor le dirigió una mirada fulminante, tirando de su oreja.

─ Felicidades, hermosa─ saludó Jin, besando tu mano. Te sonrojaste cual adolescente.

─ ¿Donde está mi Joseph?─ preguntaste, y él rodeó tu cintura hasta alzarte en sus brazos─ Ahh... ¡Bájame idiota!

Ellos te habían devuelto la felicidad que necesitabas.
Cuando volviste al suelo, buscaste con la vista una séptima presencia, y las miradas gachas se hicieron presentes en ellos. En sus rostros.

─ Él no ha venido─ dijo NamJoon─, lo sentimos.

La decepción se hizo presente en tus facciones.
Maldita seas, Min. Habían sido tres hermosos años de bella amistad en donde tus mejores momentos habían sido con él. Recordaste cuándo se conocieron; un grupo army te discriminaba por ser latinoamericana y él te había defendido, frente todas las fans, hablando por micrófono

Properly Mine║Bts +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora