ℝ𝕠𝕝𝕖𝕡𝕝𝕒𝕪

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- ¡Otra vez mal, Donghyuckie!

Se escuchó decir al pelinegro justo antes de golpear por quinta vez el trasero de su lindo estudiante. El morneo por su parte soltaba bajitos suspiros y gruñidos ante cada golpe, removiéndose sobre las piernas del contrario y apretaba entre sus dedos el libro que sostenía.

- Lo... Lo lamento, teacher.. mngh.. Lee~.. - Sentía las palmas del otro acariciar donde hace unos segundos había golpeado, deslizando sus manos hasta los regordetes muslos del chico, le gustaba tomarle de ellos y apretarlos.

También le gustaba hundir su rostro entre ellos y tenerlos en sus hombros.

- Vuelve a leer, hyuckie... - Murmuró mientras se agachaba a dar pequeños besitos en los muslos contrarios, dejando de igual forma suaves toques con sus labios en la zona rojiza por los golpes, subiendo hasta la espalda baja, y luego haciendo el recorrido de nuevo hasta sus muslos.

El bajito por su parte intentaba relajar su respiración para reanudar su lectura sin equivocarse, no quería terminar con su trasero demasiado dolorido.

- Sí logras terminar la lectura correctamente en este intento.. - Se acercó al oído del castaño, susurrrando en el mismo. - Te daré una recompensa, bebé..

Donghyuck cerró sus ojos y suspiró un par de veces antes de abrir el libro de inglés y empezar la lectura que no había podido terminar por equivocarse varias veces, ganándose un golpe en su retaguardia cada vez que se se equivocaba.

- I... I completely broke down when my boyfriend broke up with me. It was weeks before I could calm down and nothing could cheer me up. My friends were concerned that I was going to completly fall apart, so one day they called me up and told me to dress up in something nice... W went to eat out in a swa...swanky?.. - Volteó a ver a Mark después de decir aquello, viéndole asentir con una sonrisa en el rostro, sonrió por ello y siguió leyendo. - restaurant, and while I didn't really feel like at the ti-- aAH! - no logró terminar la lectura al sentir como el contrario le levantaba de su lugar al tomarle en brazos, soltando el libro de sus manos, dejándole caer al suelo, para posteriormente ser dejado con cuidado boca arriba en la cama, viendo al otro sonreír en grande.

- Ya fue suiciente, bebé. - habló el de camisa blanca al mismo tiempo que tomaba una almohada y la colocaba con cuidado bajo la cadera del otro, elevando la misma. - Me gusta como te miras en esta ropa, realza tu cintura, y tus piernas, y tus muslos.. - al terminar de decir aquello hundió su rostro entre las piernas de hyuck, el de cintura pequeña rió un poco ante la actitud y palabras del mayor, haciendo su cabeza hacia atrás mientras sentía los besos del contrario en el interior de sus muslos.

Sabía muy bien que al Lee mayor le encanta verle con faldas, más sí estas son de colores pestel, pues según el otro le dejaba fascinado el como aquellos colores logran hacer que su piel se vea aún más linda.

Dejó de divagar en sus pensamientos cuando soltó un gemido involuntario, el placer que sintió de golpe cuando sintió que el pelinegro dejaba de dar besos en sus muslos para tomar con ambas manos sus piernas, le colocaba los muslos sobre sus hombros y tomaba con su boca el miembro contrario.

- ¡Mierda! - gritó Donghyuck por la acción del otro, bajando la mirada para ver aquella deliciosa escena.

- ¿Así hablas frente a un maestro, hyuckie? - levantó la cabeza soltando el miembro semierecto del contrario de su boca para hablar, negando con la cabeza en desaprobación.

- Perdón... 

El que llevaba una falda mordió sus labios al sentir como volvía a tomar su miembro en su boca, moviendo los dedos de sus pies por el placer que le provocaban las acciones del canadiense. Por su lado, Mark no dejaba de lamer y saborear el miembro contrario, manteniendo sus manos en la parte posterior de los muslos ajenos, haceidno poca presión en los mismos con sus dedos de vez en cuando, sin descuidar el trabajo que realizaba con sus labios y lengua, dando especial atención al glande.

- Ma.. Makkuu~.. - gimió bajito arqueando su espalda, sujetando con fuerza las sábanas que cubrían la cama, su voz cada vez salía en mayor volúmen, siempre que el chico le daba una mamada no solía durar mucho, y él lo sabía.

- Todavía no, nene, todavía no puedes correrte... 

Dejó de darle el oral al chico para levantarse de la cama y quitarse el pantalón de traje que el moreno le había pedido vestir, viendo al chico en la cama con los oojos brillosos de deseo, no podía dejar de lamer ss abios ante la escena que sus ojos presenciaban, no podía dejar de ver lo excitante que era presenciar a su menor de esa manera, su falda blanca tipo escolar (pero demasiado corta como para ser considerada una)  estaba levantada cubriendo parte de su abdomen con ella, dejando ver por completo la entrepierna del chico, si bajaba la vista lograba presenciar las hermosas piernas morenas que era decoradas con medias blancas que llegaban hasta sus rodillas y unos ligeros de cuero a sus muslos que sostenían mediante un broche de metal las medias, siendo decorados con anillas en forma de corazón,, en cambio sí subía la mirada, se encontraba con la falda ajustada a la cintura que le fascina rodear con sus brazos, teniendo su pecho descubierto, dejándole a la vista esos botoncitos que eran puntos erógenos del más bajo, luego se encontraban sus clavícula, las cuales estaban llenas de marcas hechas por él mismo, no se cansaría de besarlas y dejar pequeñas marcas en las mismas, y, sí subía un poco más se podía encontrar con el rostro de su novio y "estudiante".

Aquel sonrojo en sus mejillas y en la punta de su nariz, pequeñas lágrimas adornando sus ojitos, sus labios rojos e hinchados por las varias mordidas que les había dado, también podía notar la manera en la que se le dificultaba respirar un poco, sonriendo de lado por ello.

- Makku..~, por favor.. - murmuró el menor al notar como el otro se le quedaba viendo, recorriendo todo su cuerpo con la mirada mientras mordía sus labios, había notado que sin el pelinegro darse cuenta al estat tan concentrado en satisfacer sus ojos con la preciosa vista que le daba su bebé, comenzó a acariciar su entrepierna por encima de la ropa interior luego de quitarse el pantalón.

- Eres precioso, dios... - comentó justo antes de acomodarse sobre el otro, dejando las piernas contrarias en su propia cadera, dejando sus manos apoyadas a los lados de la cabeza del chico, acercándose a su rostro, dejando un pequeño beso en su frente.

Se estiró para tomar el envase de lubricante de la mesa de noche, luego volviendo al rostro contrario, ahora tomando entre sus labios los del menor, sonriendo entre el beso.

- Ahora sí se viene tu tan querida y esperada recompensa, babe..


A la mañana siguiente, donghyuck no podía moverse sin sentir una punzada en su espalda baja.

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Hace mucho no publicaba algo, pwrdón.
Espero les haya gustado, la vdd no estaba convencida de escribir todo, por lo que decidí cortarle ahí, ay.

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「 30 days of smut」 ☼ markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora