𝔽𝕚𝕟𝕘𝕖𝕣𝕚𝕟𝕘

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Jugaba en su switch, acostado boca bajo en la alfombra de la habitación, haciendo bajos ruiditos al ser matado en el juego, tenía que mejorar su técnica con Robin y no sólo presionar botones al azar, escuchando de fondo como su pareja tecleaba en su computador una y otra vez.

– ¡COME TIERRA, IDIOTA! – gritó Donghyuck al ganar la partida en línea.

Mark volteó a ver al recién teñido pelirrojo con su ceño fruncido, riendo un poco mientras negaba con la cabeza, volviendo su vista a la pantalla del computador frente a él.

El bajito estiró su cuerpo en el suelo, dejando la consola portátil en el mueble cercano a él luego de apagarlo, cerrando sus ojitos por un par de segundos, levantando sus piernas mientras se estiraba, dejando salir un bajo gruñido al sentir sus extremidades crujir.

– Tienes mucho tiempo escribiendo, Makku.. – murmuró el menor aún desde el suelo, viendo a su novio en la cama con el computador portátil en su regazo, puchereando al no recibir respuesta de éste.

Se levantó del suelo, subiendo con cuidado a la cama que comparte con el de cabellera castaña, acomodándose entre las piernas del chico, sin embargo el portátil cubría su rostro, evitando que le mirase, con una de sus manos tomó la parte superior del portátil, bajándolo lo suficiente para que pudiese verle, haciendo un pequeño puchero, al mismo tiempo que le hacía ojitos, quería atención.

– ¿Sucede algo, bebé? – llevó una de sus manos al cabello contrario, acariciándolo con cariño, una pequeña sonrisa se asomó en sus labios, había veces en las que el menor se comportaba como un niño mimado, pensaba que el pasar tanto tiempo con niños pequeños se le pegaba la actitud de los nenes, comportándose así en casa con él, aunque no le molestaba, al contrario, le gustaba esos momentos en los que se acurrucaba contra él en busca de mimitos, y claramente él no se negaría a ello.

Hyuck asintió un par de veces con la cabeza, provocando una leve risa en el contrario, quien tomó el portátil negro y lo dejó a un lado. El menor al tener el camino libre, se acomodó de manera que su mentón quedase apoyado en el pecho del extranjero.

– What's happening with my babe? – con sus brazos rodeó el torso del bajito, depositando pequeños besos en su frente, sabía bastante bien que al hablarle en inglés al menor provocaba ciertas reacciones en él.

– Ando cariñoso, no es momento de que me hables en inglés, Canadá. – con levedad golpeó uno de los costados del torso contrario, luego hundiendo su rostro en el pecho del chico.

– Necesito algo de inspiración para seguir escribiendo, además debo relajar mis dedos... ¿me ayudarías, bebé? – con cuidado acomodó al menor de manera que quedase totalmente apoyado en él, acurrucándolo en sus brazos, una de aquellas extremidades la tenía por detrás de los hombros del bajito, mientras con la mano contraria acariciaba su cintura.

El pelirrojo, sorprendido por los rápidos pero suaves movimientos del otro, tragó un poco de saliva, asintiendo después a la pregunta del mayor, quien acercó sus rostros, besando cortamente sus labios.

– Que bonito.. – habló a un volumen bajo sobre los labios del chico. – Siempre dispuesto a ayudar, eres el mejor, Hyuckie. – besó nuevamente los labios del contrario, deslizando su mano de la cintura contraria, hasta el trasero del chico, el cual convenientemente sólo era cubierto por su ropa interior, pues solamente vestía esto y una sudadera de Mark.

– Sabes que me gusta ayudarte en todo lo que pueda, ya lo sabes.. – Rodeó el cuello del castaño con sus brazos, acercando levemente sus rostros, sonriendo con cariño.

Los dedos del escritor se escabulleron a la orilla del bóxer contrario, bajando el mismo con lentitud, pasando su lengua sobre los labios del menor, provocándole más de un suspiro al chico, haciendo que él mismo sonriera.

– Sólo relájate, bebé.

Dicho aquello, con la ropa interior del bajito en los muslos del mismo, mientras que Mark llevaba dos de sus dedos a los labios del pelirrojo, quien los recibió gustoso dentro de su boca, lamiendo y chupando sus dedos, llenándolos de saliva.

– Oh.. mierda, Hyuck. – murmuró al notar las expresiones faciales del menor, sacando sus dedos de la boca del chico, moviendo con su otra mano el cuerpo ajeno levemente de costado, toqueteando su entrada con sus húmedos dedos.

Poco a poco ingresó uno de sus dedos en el menor, sintiendo las manos del mismo tomar con fuerza su camiseta, mordiendo sus propios labios por ello, moviendo en círculos su dedo, tocando las estrechas paredes de su interior con la yema del mismo.

– Markku.. ~ – gimió el moreno por el tacto en su interior, cerrando sus ojos, dejando sus manitos en el pecho del chico, donde dio pequeñas palmadas por el momentáneo dolor, relajándose cuando fue opacado por el placer.

Dejó pequeños besitos por el rostro de su pequeño novio, dejando la mayor parte de estos en las mejillas del chico, quien se movía un poco encima suyo gracias al constante movimiento de sus dedos.

Un choque de labios le propinó al menor, luego dándole la vuelta para que quedase boca bajo, escuchándose un pequeño grito por parte del maestro, quien rió poco después, tomando con sus manos la manta que cubría su cama, manteniendo la misma calentita. Mark, por su parte, observó con una sonrisa el trasero de su chico, acariciando el mismo con su mano libre, volviendo a adentrar el dedo que anteriormente tenía dentro del chico en él además de uno más ahora teniendo los dos dedos que el menor había llenado de saliva en su interior.

El mayor de ambos agachó un poco su rostro, dejando suaves y húmedos besos en la espalda baja del otro, dejando un par de ellos en sus suaves glúteos, aún con sus dedos dentro.

– ¿Se siente bien, amorcito? – preguntó sonriente el de tez clara, acariciando con las yemas de sus dedos la cadera de su novio, viendo al chico asentir varias veces a su pregunta. – Lo mejor de ser escritor es poder relajar mis dedos luego de una larga sesión de escritura con mi nene.

Sonrió con levedad por las palabras del otro, apretando la manta con fuerza cuando los dedos en su interior comenzaron a moverse, simulando tijeras, haciéndole separar sus labios, soltando más de un gemido en voz bajita.

- No tengas vergüenza conmigo amorcito, gime todo lo que quieras...

De lo que más le fascinaba al mayor de ambos era lo ruidoso que solía ser su pareja al momento de ser estimulado, su voz se volvía aún más chillona de lo que ya era.

Haciendo caso a las palabras de su novio, dejó que sus gemidos, gruñidos y jadeos salieran con total liberad, llenando la habitación de los mismos, juraba que podrían escucharlos desde el pasillo del edificio, odiaba que las paredes fuesen tan delgadas, aunque al Lee mayor le gustaba la idea de que todos supieran que el pequeño moreno era suyo, en todos los aspectos posibles.

Pocos minutos después, logró ver como las alucinantes  piernas del coreano se estiraban todo lo posible, tensándose, lo sabía, su bebé había tenido su orgasmo. Poco después logró escuchar la errada respiración del otro, notando el cuerpecito del chico moverse rápidamente.

- ¿Bebé? - Preguntó el de tez clara, sacando sus dedos con cuidado del interior ajeno, tomando una toallita de la mesita de al lado de la cama, limpiando sus dedos con ella.

Con suma delicadeza tomó el cuerpo de su novio, acomodándolo en la cama, de manera que estuviera acostado, dejando su cabeza en las almohadas, acomodando su ropa al verle un tanto cansado, terminando por cubrirle con una de las mantas.

- Duerme conmigo, bakku..

Mencionó lo último con la voz adormilada, sus labios se abultaban den demasía y parecía un bebé.

- Claro que lo haré, cielito...

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No sabía si publicarlo aquí, pero todavía no sé bien como usar twitter, lol, además de que no sucedió nada¿, así que seguiré publicando por aquí, igual si tengo algo que avisar, lo haré por twitter, nos leemos! 

「 30 days of smut」 ☼ markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora