capítulo 5. Eres bienvenido

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 Me desperte y me dirigí a la sala donde se encontraba Mateo.

- Vaya veo que ya estas despierto, ven sientate vamos a desayunar.

- Mateo... quiero disculparme por mi mal comportamiento de anoche, la verdad no debi de tratarte asi -. Realmente deberia de cambiar mi actitud con mateo no es la primera vez que le hablo de esa manera.

- No te preocupes tambien me quiero disculpar, por forzarte a venir a mi casa pero estoy feliz porque descubri algo nuevo de ti.

- ¿Que cosa? ¿Te dije algo raro? -. Le pregunte preocupado.

- No solo que me sorprendio que te gustaran las estrellas y tambien gracias por contarme el significado del porque te gustan.

- Oh! Solo era eso, pensé qué era algo más.

- Pero ven siéntate, debes de tener hambre, ayer ni siquiera te di de cenar.

- No te preocupes, pero no sabía, qué sabías cocinar.

- Cuándo uno vive solo debe de aprender para sobrevivir y no morirse de hambre.

- Es curioso porque yo no vivo con mi familia pero Temo siempre cocina para Aristóteles y para mí, y cuándo no esta compro comida de la calle.

- Debe ser agradable qué te hagan de comer.

- ¿No extrañas a tu familia?.

- Tengo muy poca comunicación con mi familia, así qué realmente no la extraño y ¿tú no extrañas a la tuya?.

- Mi relación con mis padres no es muy buena qué digamos, sobre todo con mi padre él siempre se la pasa comparando me con Temo, pero ya dejemos de hablar y empecemos a comer qué esto se va a enfriar y seria un desperdicio.

- Bien me dices si te gusta mi comida.

- ¡Yum! ... ¡ay nooo! Me va a matar.

- ¿Qué pasa? ¿Sabe rara la comida?.

- No es eso, la comida está deliciosa,  solo qué cuando llegue a mi casa Temo me va a matar.

- ¿Por qué él haría algo así?.

- Bueno en primer lugar porque no le avisé que iba a salir y en segundo lugar no le dije qué estoy en tu casa, de seguro cuándo llegué me va a regañar como mamá enojada.

- Jajaja por lo qué me cuentas el parece tu mamá.

- No te rías, no es gracioso.

- Jajaja, ya está bien lo siento,  Diego si algún día te sientes incómodo viviendo con Aristóteles y Temo eres bienvenido a quedarte en mi casa, no es muy espaciosa para dos personas pero es lo bastante cómoda para que te sientas tranquilo.

- Gracias por la oferta, lo tomaré en consideración cuándo sea necesario.




Mientras me dirigía a mi casa por mi mente pasaban mil situaciones de como Temo me iba a regañar pero no podía hacer nada más que enfrentarlo y aceptar las consecuencias.

- ¡¿Se puede saber dónde estabas?! Y ¡¿Por qué no contestaba ni mis llamadas y mis mensajes?! Me tenías con el Jesús en la boca.

-  ¡¡LO SIENTO ES QUE SUCEDIERON BASTANTES COSAS EL DÍA DE AYER Y UNA COSA LLEVO A LA OTRA, Y EN POCAS PALABRAS PASE LA NOCHE EN LA CASA DE MATEO SIMANSKI!!.

- Espera... tú ¿con Mateo? ¿Desde cuándo le hablas?.

- Bueno... hace poco me convertí en amigo de Mateo,  ¡porqué alguien me abandona por su novio!.

- Eso no tiene nada qué ver con lo qué estamos hablando, además ¿si sabes que existe una cosa llamada celular? ¿Por qué no me llamaste para avisarme que no ibas a pasar la noche aquí?.

- En realidad se me olvidó,  bueno cambiando de tema donde está Aristóteles no lo veo burlándose de mí.

- Se me olvidó... él no está aquí salió a trabajar.

- Bueno si ya terminaste de regañarme me iré a bañar y a dormir un poco vengo un poco cansado.

- Diego para la próxima avísame sí no vas a llegar a la casa, eres mi mejor amigo y no quiero qué nada malo te pasé si te hubieras tardado unos 5 minutos en llegar ya iba a ir a la policía a reportarte como desaparecido, me preocupas y quiero qué estés bien.

- En verdad Temo te prometo qué nada malo me va a pasar,  ya te lo dije soy un adulto y se cuidarme.

- Esta bien, ve a bañarte.

- Gracias y perdón, pero ya no me vuelvas a regañar mamá.

- ¡¿Cómo me llamaste?!.

- Yo no dije nada-. Salí corriendo antes de qué Temo me asesinara por llamarlo mamá.

Le quería avisar a Mateo qué Temo no me asesinó como esperaba pero pronto me di cuenta de qué nunca le había pedido su número de celular así qué no había forma de comunicarme con él, si no estaba en la universidad.

Me acosté en mi cama, cerré mis ojos y de pronto me llegó el recuerdo de cómo Mateo me sostenía de la mano, ah~ su mano era tan cálida y a pesar de qué se ve como una persona fría y distante, siempre a sido tan amable conmigo es como si realmente a él, le importará y quisiera protegerme, pero se qué eso no es real ¡Sal de tu imaginación Diego Ortega! A él solo le importas con un amigo.

Ya no quiero pensar en nada solo me iré a dormir.







































Gracias estrellitas por leer hasta aquí, tratare de actualizar mas seguido.

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