Parte 1

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*3 años después del atraco a la Fábrica de la Moneda y Timbre*

Palawan, Filipinas.

Se respiraba un aire de tranquilidad que inundaba la habitación. Las olas del mar rompían a lo lejos y los animales nocturnos de la selva filipina hacían su aportación a la atmosfera de aquella noche. Y ahí estaban Raquel y Sergio en la cama, desnudos, exhaustos, felices después de hacer al amor, envueltos en las ligeras sábanas blancas de seda. Raquel descansaba en su lugar favorito en el mundo, el pecho de Sergio, mientras él, con los ojos cerrados y más relajado que nunca, acariciaba el cabello de su mujer, dibujaba trazos y figuritas en su espalda con la yema de sus dedos.

—Voy a la cocina por un poco de agua- dijo Sergio mientras se incorporaba- ¿quieres que te traiga un vaso?

- ¡Ay sí, por favor! Muero de sed, que me dejaste cansada- contestó con un tono pícaro.

Sergio sólo esbozó una sonrisa nerviosa. Llevaban dos años viviendo juntos y aun así lograba ponerlo nervioso con ese tipo de comentarios. Se colocó en la orilla de la cama y se puso el bóxer, sus gafas y salió de la habitación.

Raquel volteó a ver el reloj que estaba en su mesita de noche junto a la fotografía de Sergio y ella en Manila ya hace un tiempo. 23:45 de la noche y aún no tenía sueño. Agarró el control remoto y encendió el televisor, buscó en el catálogo de películas del pay-per-view y eligió una. Acomodó las almohadas y le dio play.

A los minutos entró Sergio de nuevo a la habitación con dos vasos con agua en las manos. Le entregó uno a Raquel y él le tomó al suyo como se debe de tomar el delicioso primer trago de agua fresca después de acostarte con alguien.

—¿Qué ves? – le preguntó recuperando el aliento después del trago.

-Media noche en París, ¿quieres verla conmigo? – dijo ella.

-Es la de Woody Allen, ¿cierto?

-No tengo ni idea, cariño, sólo la vi en el catálogo y le di click.

Sergio rio para sus adentros, se acurrucó en la cama con Raquel y se acomodó las gafas.

***

Ambos continuaron absortos hasta el último dialogo de la película "Actually, Paris is the most beautiful in the rain."

- ¿Alguna vez has estado en París cuando llueve? – le preguntó Sergio.

-Jamás, sólo he ido a París una vez y fue en pleno invierno, hacía un frío que te cagas, ni siquiera pude subir a la Torre Eiffel del frío que estaba haciendo- rio- Pero me encantaría, ¿y tú? ¿conoces París lluvioso?

Ambos seguían viendo el televisor cuando comenzaron a salir los créditos de la película.

- ¿Te conté de aquella vez que fui cuando era adolescente? - le dijo él.

Raquel volteó a verlo con curiosidad y negó con la cabeza.

-Fue en la primavera del 90, yo tenía 15 años. La verdad es que las recuerdo como unas vacaciones algo tristes pero bonitas también. El año anterior a esas vacaciones lo pasé postrado en la cama del hospital por una fuerte recaída de la condición que tenía, y la verdad es que el pronóstico no era nada favorable. Mi madre ya estaba muy enferma y mi padre había muerto hace ya varios años, entonces quien cuidaba de mi era Andrés, que en ese momento ya tenía los 18 años cumplidos - continuó su relato mientras observaba la vista hacia el mar desde la habitación- yo creo que fue en esa época, sino es que un poco antes, cuando él descubrió todo el mundo extravagante y arriesgado del arte del atraco, y aunque siempre estuvo en su sangre ser uno, se convirtió en atracador principalmente para apoyarnos a mi madre y a mí una vez que papá ya no estaba. Y recuerdo que, al comenzar la primavera de aquel año, Andrés se acercó a mí y me dijo que en mayo iríamos de vacaciones, que serían las mejores vacaciones del mundo y yo creo que lo hacía porque pensaba que eventualmente yo iba a morir a causa de mi enfermedad.

Siempre nos quedará París || Serquel ONE SHOT || Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora