Se adentraron al edificio. Marsella les ayudo a llevar las maletas.
Una vez dentro, tomaron un elevador y Sergio presionó el botón que decía "PH". Esperaron un par de instantes en lo que subían. Raquel no podía dejar de sonreír.
Al abrirse las puertas del ascensor, se toparon con una enorme puerta de caoba que a un lado tenía el número diez. Marsella dejó las maletas ahí, le dio una palmada al Profesor e hizo ademán de irse y bajó nuevamente por el elevador, dejando a Raquel y Sergio solos.
-Vale, ya hemos llegado- le dijo Sergio mientras abría las puertas del lugar- pero espera, aún no te quites la venda.
-Cariño, me estas poniendo muy nerviosa.
Sergio abrió las puertas. Estaban en el Pent House de ese edificio de departamentos. No se molestó en prender las luces del lugar pues tenían a la Torre Eiffel de frente y eso iluminaba tenuemente todo el piso. Tomó a Raquel del brazo y la comenzó a acercar a la enorme terraza que sin duda alguna tenía la mejor vista de la Torre. El corazón de Sergio latía a mil por hora.
-Ok... ahora sí. Quítate la venda.
Raquel se deshizo de la venda y abrió los ojos. Se quedó boquiabierta. Era una de las vistas más hermosas que sus ojos habían presenciado jamás en sus cuarenta y tantos años de existencia en la Tierra. Volteó hacia atrás y ahí estaba Sergio viéndola, con una sonrisa en la cara, esa sonrisa tonta que la atrapó desde sus primeros encuentros en el Hanoi.
Sergio dio unos pasos hacia atrás y encendió el interruptor general de luz del pent house y hasta él se sorprendió por lo que la luz reveló. Era un departamento histórico de techos altos, suelos de madera y con dos chimeneas de mármol, con un estilo de decorado totalmente francés, con tallados y adornos rococó. El piso estaba constituido por 4 dormitorios, 5 baños y medio, 2 estudios, una cocina enorme, sala y cuarto de televisión, sin agregar la enorme terraza que tenía una vista directa a la Torre Eiffel y al río Sena.
-Jo...der... Sergio... ¿y esto? - dijo mientras contemplaba la enorme sala- Es maravilloso. Este Airbnb es una pasada.
Sergio de la misma manera estaba observando todo a su alrededor.
-Estoy igual de sorprendido que tú. Va más allá de lo que me esperaba. Sólo que hay un pequeño detalle.
-¿Cuál?
-No es un Airbnb- dijo Sergio mientras se acomodaba las gafas- Es tuyo.
-¿Perdona?- dijo Raquel totalmente incrédula mientras se acercaba al Profesor.
-Si... vamos, que lo he comprado para ti. Es tuyo- tomó suavemente a Raquel de la cara- Y no me digas que no. Raquel, tu mereces esto y mucho más. Esto es una nada a comparación de todo lo que mereces en el mundo. Esta es mi manera de... de retribuirte todo lo que me has dado a mí, todos los días desde que te siento despertar a mi lado. Me das todo y no me pides nada a cambio... pues así que esto es para ti.
-Cariño, que tú ya me das todo, más de lo que puedo pedir en la vida, créeme que hasta con lo más simple que me hubieras regalado hubiera sido más que suficiente – dijo mientras una lágrima amenazaba con recorrer su mejilla, rio y su mirada se tornó en una mirada vacilona- pero claro... tampoco voy a decir que no a esto.
Ambos soltaron una pequeña carcajada y se besaban entre sonrisa y sonrisa. Esos besos se convirtieron en unas desmedidas ganas de arrancarse la ropa que les estorbaba. Sergio la tomó por el culo y la llevo al dormitorio principal, que tenía un ventanal enorme donde se podía ver el brillo de la Torre Eiffel. Follaron con todo el amor del mundo, ya sea porque la atmósfera lo meritaba, o porque no siempre se follaba en París. Esa noche, Raquel sólo se dejó querer y se dejó abrasar por la intensidad de las caricias del hombre de su vida hasta que los dos quedaron exhaustos, y mecidos por el sopor sucumbieron a un sueño profundo bajo un cielo nublado de una noche parisina. Como dijo García Márquez una vez: 'Amor del alma de la cintura para arriba y amor del cuerpo de la cintura para abajo'.
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Siempre nos quedará París || Serquel ONE SHOT || Parte 1
FanfictionAños después del atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, Sergio y Raquel viven muy felices en Palawan junto con toda la familia. Una noche, en una conversación de cama, una idea surge en la mente de Sergio y decide regalarse a ella y a él...