Amor Por Contraro. MLB

Capítulo 3

Narra Marinette.

Estaba nerviosa paseando por los pasillos de la mansión Agreste, la última vez que estuve aquí fue junto a Chat Noir siguiendo a Lepidoptero y a Mayura.

Vaya suerte de que Adrien no estaba en casa en ese momento, no quiero imaginar lo triste que sería para él conocer que su padre era el más grande villano de París, eso lo haría sentir aún peor.

- Mari ¿Estás bien? - me llama él.

- ¿Eh? Ah, sí. Estoy bien.

- Te noto un poco callada - pasa su mano por la parte posterior de su cuello.

- No es nada, sólo estaba pensando un poco - sonreí para alivianar el ambiente tenso que se estaba formando.

- Entenderé perfectamente si no quieres hacer esto, no estás obligada a casarte conmigo. Digo, ya que todo esto está pasando muy de repente...

- No, no, no. No es eso, te lo aseguro. Es que aún estoy procesando que mi crush de casi toda mi vida me haya pedido matrimonio.

- Entiendo tu confusión, incluso yo aun trato de asimilar esto. Por eso quería proponerte algo.

- ¿Ah?

- Ya que nos casaremos muy pronto y aún no hemos pasado el tiempo suficiente juntos, me gustaría que te mudaras conmigo, podríamos vivir juntos aquí, hay suficiente espacio y podremos estar cómodos, además te acostumbraras para cuando estemos oficialmente casados. Claro, tendrás tu propio cuarto hasta entonces y te daré tu espacio cuando lo necesites, no quiero obligarte a nada.

Simplemente me quedo sin palabras.

¿Vivir con Adrien en la mansión Agreste antes de casarnos? ¡¿De verdad no estoy soñando?!

Un segundo, ¿vivir en la mansión Agreste, con todos los recuerdos de aquel día y la muerte de Gabriel (Lepidoptero)? ¿De verdad podré vivir aquí?

- Pero... ¿No es muy pronto para mudarme aquí? Además, aún no he hablado con mis padres respecto a... - un extraño ruido me interrumpe poniéndome los vellos de punta - ¿Oíste eso?

Adrien gira en dirección a lo que defino como la oficina de su padre.

- Es normal, ocurre seguido. -asegura él volviendo su atención a mí - Continuando con el tema ¿Quieres que hable con tus padres o crees poder hacerlo sola?

Seguimos avanzando hacia la salida, ya era algo tarde.

- Creo poder manejarlo, sin duda se sorprenderan ya que ni siquiera he tenido novios o algo así. - sentí cómo mi rostro empezaba a enrojecer.

- ¿Qué te parece si te acompaño? Tú hablas primero con ellos y luego les explico todo para que nos entiendan y no vayan a volverse locos. ¿Qué dices?

Asentí, no me parecía mala idea y me alegraba que quisiera tomar parte de esto y no me dejara totalmente sola al dar la noticia, con lo torpe que soy podría arruinarlo antes de poder decir algo.

Adrien y yo nos sentamos en los asientos traseros del auto, dio la dirección mientras yo tenía una pelea interna en mí sobre que palabras usaría al decirle esto a mis padres. Adrien poso su mano sobre la mía. Seguro era para darme confianza, me encontraba realmente nerviosa. ¿Mamá y papá lo tomarían bien? Como ya he dicho antes, nunca fui de tener novios o algo por el estilo ya que mi corazón siempre le perteneció a Adrien, y ahora mírenme.. a punto de casarme con él.

- Tu puedes Mari - Adrien me ofrece una hermosa sonrisa, apreta ligeramente mi mano y al instante noto que ya hemos llegado. Bajo del auto y el olor a pan inunda el lugar, incluso estando fuera. Al entrar el olor es mucho mejor.