Me hallaba a las afueras del edificio principal de la central de Toshika, una corporación japonesa muy cotizada para la que ahora trabajaba como agente secreto.
Deslizo las yemas de mis dedos por el barrote de metal de las impolutas escaleras y tarareo una sintonía familiar en mi cabeza. Se trata de una canción terrorífica que describía a la perfección mi clarísimo estado de miedo y nerviosismo: "Milk & Cookies" de Melanie Martínez.
Una japonesa trajeada se acerca hasta mí y me dice:
—大きな人の娘
Me quedo mirándola un rato en silencio y ella frunce el ceño. Como veo que no dice nada abro mi boca para hablar:
—No entiendo japonés puta anormal.
—Coño pues haberlo dicho —inquiere.
Sin más me indica y acompaña durante el camino. Llegamos a una enorme puerta de caoba que lucía muy cara.
—Adelante —se escucha desde dentro una vez la japonesa de media neurona moribunda toca.
Entro y veo a un viejo sentado en una silla de cuero. No estamos solos, la sala está llena de guardias de seguridad.
—Bueno, para qué me has llamado? —voy al grano.
—Tengo una tarea importante para ti, Kate. Ahora mismo eres nuestra agente más preciada.
—Vale, de qué se trata.
—Quiero alubias pintas.
Lo sabía. Es una trampa.
Doy una voltereta hacia atrás y me dispongo a huir pero los agentes me han rodeado y todos me apuntan con sus pistolas.
—¿Pensabas que podías huir tan fácilmente, Kate?
—Cerdo hijo de puta.
—Atrapadla.
Intento deshacerme de las manos que me apresan pero no puedo. Son demasiados para paliar contra ellos.
Entonces se me ocurre un plan genial. Me tiro un gas.
—Energúmenos.
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Sabor a ti
أدب الهواةKate Gray es una chica de 16 años que se muda a Londres debido al trabajo de sus pades, pero pronto éstos se ven obligados a ingresarla en un internado de Manchester ya que deben viajar por todo el mundo por sus negocios. Es ahí cuando comete el peo...
