NAMJIN "SAVE ME" (Omega-Alfa)

~1~

         ~ Familia Kim ~
Kim Jongin 35 años~Alfa
Do Kyungsoo 32 años~Omega
Kim Seokjin 17 años~Omega
Kim Jennie 12 años~Omega
Kim Roseanne 10 años~Alfa

Año 2.501

Nuestro líder, el gamma que se consagró líder cuando nuestro antíguo líder falleció. El único gamma que había sobrevivido a las guerras y cazas que hubo con los de su especie, un gamma fuerte.

El líder de nuestra nación que solo se veía a él como prioridad, solo los alfas fuerte y que habían recibido buena educación podían trabajar en sus oficinas.

Habían pasado 10 años desde que tomó el liderazgo y ya se notaban los cambios que había dictado, habían personas que se acostumbraban y sobrevivían, habían los que tenían que buscar hospedaje en un hogar de otra familia, los que caían en la pobreza y eran expulsados de la nación, los que se revelaban y eran asesinados o los que simplemente hacían todo lo que él dijera sin cuestionarlo antes. Todos como estúpidos sumisos moviéndose como el lo ordene.

Un día como cualquier otro, levantarse, asearse e ir al trabajo que el líder de nuestra nación asignó para cada género y raza. Los alfas de las familias se dirigían a las fábricas para arreglar las maquinarias que se averiaban y algunos otros se dirigían a las oficinas.

Mientras que para los omegas o "simples idiotas que no sirven para nada" como solía decirnos nuestro gamma se dirigían a un trabajo apto, nuestro único deber "cuidar a la última generación de alfas y omegas" ya que nuestro presidente el año anterior había dictado una ley dónde se prohibía el contacto carnal entre omegas y alfas.

Ese día había empezado normal, todos a sus trabajos y luego a sus hogares sin distraerse en el camino y correr el riego de ser asesinados, ese día dónde todo cambiaría. Solo camine lo más rápido que pude como todos los días haciendo oídos sordos a los lamentos o llamados de gente que estaba desesperada por algo de comida, gente que solo mentía ya que los vagabundos eran expulsados y no era posible que estos estuvieran aquí.

Ese día llegue a mí casa con la misma mirada cansada de todos los días, llegue al mismo horario que varias personas. Ese día todos leíamos lo mismo al mismo horario, muchos gritaban y empezaban a luchar mientras que otros se deshacían en lágrimas con sus familias mientras que yo solo me quedé parado en el mismo lugar por un tiempo, leyendo y releyendo la maldita carta en mis manos, la carta que marcaba mí destino.

Las mismas palabras que seguramente había obligado a muchos intentas huir "Se les comunica que el líder de la nación a dictado que el día 4 de diciembre del año 2.501 se le sea entregado un omega o alfa de cada familia para la realización de proyectos, los que se nieguen a esta orden verán al alfa de la familia morir y los demás integrantes de su familia serán secuestrados".

Solo bastó con abrir un poco la puerta de mí hogar para escuchar los gritos y lamentos de mis padres en la sala.

- Ella es fuerte, podrá sobrevivir sea lo que sea que suceda, entiende que el no podrá... - escuché decir a mí madre antes de sollozar.
- ¡¡Es tan solo una niña!! - grito mí padre.
- ¡¡Una niña alfa!! Sabés lo que le sucederá a un omega - intentaba explicar mí madre.
- ¡¡Es un hombre, debe comportarse como tal y defender a su familia!! - gritaba mí padre que al parecer lloraría.
- ¡¡¿Por qué no vas tu entonces?!! - grito mí madre antes de que una bofetada se oyera en toda la sala.
- ¿Me quieren entregar a mí?- fue lo que pregunte al verlos.
- No cariño, tu no... - dijo mí madre intentando acercarse.
- Ve a nuestra habitación - dijo mí padre con su voz de alfa y pude ver a mí madre sollozar antes de bajar la mirada e ir a su habitación.
- ¿Cómo puedes hacer eso? ¿Sabés lo que causa que uses-
- Cállate - me ordeno y lo único que pude hacer fue bajar la mirada - No sabes lo que ella quiere hacer...ella quiere mandar a tu hermana - dijo con la voz quebrada y lo pude oír sollozar.
- Podemos huir, podemos irnos y nadie correrá el riego, solo-
- Ya anocheció, sabes lo que sucederá si es que salimos en éstos horarios - suspiro - No podemos salir ahora y mañana vendrán a primer horario por ti.
- ¿Vendrán por mí? - pregunté a la vez mí voz se quebraba.
- Debes ir...eres el omega más fuerte aquí - decía la persona que se supone debía protegerme.
- ¡Me mataran o violaran si es que voy! - grite con todas las fuerzas que me quedaban.
- ¡Se llevarán a tu madre o hermanas si no vas!...no puedo dejar que los alejen de mí... -
- ¿Y se te hace fácil dejarme ir a mí?...
- Tu eres fuerte...podrás sobrevivir - decía intentando convencerse.
- No me quedaré a esperar mí muerte - dije mientras me dirigía a la salida.
- No puedes irte, ellos vendrán y me matarán para llevarse a tus hermanas y madre - decia desesperado mí padre.
- Ellas vendrán conmigo si se los propongo - dije decidido para dirigirme a las habitaciones.
- jin, quieto - Ordenó con su voz haciendo que baje mí mirada y me paralice.
- No puedes hacer esto - dije mordiendo mí labio para no sollozar, no sería débil frente a el.
- Ve a tu habitación y prepara tu maleta que mañana te irás con los policías - fue lo que le escuché decir antes de acatar su orden y subir las escaleras.

                ~~~~~•~~~~~

Me levanté como todos los días solía hacerlo, solo que está vez se encontraban dos ojeras debajo de mis ojos, está vez bajaba las escaleras lentamente con una valija en mis manos, está vez cruzaba la puerta sin levantar la mirada para no llorar, está sería la última vez que viera a mí familia...

- Estaré bien - dije intentando tranquilizar a mí madre con la mentira más grande que había dicho.
- Te amo... - respondió ella cuando intento tocarme.
- Quieta - la detuvo mí padre antes de que me tocará - esto será lo mejor - dijo el antes de cerrar la puerta.

               ~~~~~•~~~~~

Cuando llegamos al lugar donde se realizarían los experimentos esté parecía un castillo, uno muy abandonado. Llegamos a las puertas y al mimo tiempo que estás se abrieron se me fue arrebatada mí valija al momento que me daban un fuerte empujón para que entre y cerrar la puerta detrás de mí.

Al llegar al piso lo primero que sentí es que esté se encontraba muy suave pero en algunos lugares era viscoso como si fuera lodo. Metí una mano a mí bolsillo para poder sacar la pequeña linterna que había logrado sacar de mí equipaje y la encendí. Tan solo pude ver un rostro todo lastimado con lo que parecía ser una herida en forma de "H" en la frente antes de que un poco de lodo llegará a mí rostro.

- Quédate quieto si no quieres que ellos vengan por ti...