scenario [zoom]

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CLASES VIRTUALES.

Gracias a una emergente pandemia, las clases se habían modificado para volverse completamente virtuales y, si bien la enfermedad no afectaría los Sakamaki, debían atenerse a los cambios.

SHU:

¿No moverse de casa? ¿Utilizar ropa cómoda? ¿Poder mutear a los maestros?
Para el mayor de los Sakamaki aquello era una bendición del cielo.
Nada de llamados de atención ni reprimiendas por faltar a clases o estar tirado en los pasillos, tan sólo ingresar su nombre, entrar al aula y... dormir.

—Gracias, coronavirus—murmuró, viendo al profesor de turno mientras ponía la computadora en el suelo, acomodaba su almohada y se acobijaba dispuesto a dormir como un angelito.

REIJI:

El grupo de whatsapp de tercer año se mantenía calmado, con un par de mensajes de los chicos y chicas quejándose de las clases o haciendo chistes sobre lo tontas que éstas eran, pero, una vez las cámaras de todos se encendieron, los textos empezaron a llegar:

Daichi: CHICOS

Daichi: YA VIERON???

Daichi: FFJSJDJAJSJA POR QUÉ SAKAMAKI REIJI TIENE EL UNIFORME PUESTO

LAITO:

La primera clase en la modalidad virtual había salido bastante bien. La maestra organizaba los documentos que había utilizado para explicar el tema del día mientras veía los nombre de sus estudiantes aparecer en la pantalla acompañados de un "salió".

—¿Eh?—acomodó sus audífonos y entró a la ventana de participantes, notando que aún quedaba alguien en el aula.

Frunció el ceño, seguramente era alguien que se había distraído. Iba a escribirle al chat cuando:

Sakamaki Laito: Nfu~

Sakamaki Laito:Maestra

Sakamaki Laito: ¿Qué lleva puesto?

KANATO:

—¡Los maldigo a todos!—chilló Kanato mientras lanzaba su merienda para acuchillar su laptop furioso, estallando en llanto—¿P-Por qué se nos cae el wifi?—sollozó, observando el icono del internet a la vez que clickeaba un millón de veces el link de zoom—¡¿No puedo ingresar?!—cuestionó al recibir otro mensaje de "error", hiperventilaba y parecía estar a punto del infarto—¡¿Por qué somos tan pobres?!

En ese instante, el aparato frente a él se encendió en llamas bajo la mirada psicótica del pelila.

Reiji, a su lado, suspiró.

—Primero, incendiar las cosas no es una solución—habló, mirando con gesto cansino al histérico menor—Y, segundo, debías encender el modém.

AYATO:

—¡Ore-sama no necesita nada de esto!—exclamó el pelirrojo, poniéndose de pie y señalando la computadora—¡Es una idiotez!

—Ayato-kun—le llamó Laito, siendo completamente ignorado.

—¡No le entiendo nada a ese viejo panzón que tiene más tetas que la plana!—se quejó, indignado—Que maestro más tonto.

—Ayat-

—Nos pide un mapa mental y no especifica si se debe hacer en una hoja o sólo en la mente.

—Ayato-kun.

—¿Qué?—respondió molesto, poniéndole por fin atención a su hermano.

—Tu micrófono está encendido.

SUBARU.

Las venas estaban brotadas en la frente del albino. Hace unos treinta minutos, trataba de meterse a su clase inútilmente puesto que la página fallaba y lo mandaba al inicio.

—Funciona, tú, cosa asquerosa—dijo entre dientes, tecleando de nuevo su nombre para tratar de ingresar mientras contaba hasta mil.

"Error".

La reducida paciencia del menor de los hermanos se fue a la mierda, junto con la pobre computadora nueva que se estrelló violentamente contra una pared, víctima del malgenio del albino.

Subaru chasqueó la lengua, cruzándose de brazos.

—Y así concluimos en tema del día, muchachos—escuchó decir, viendo la imagen de la profesora en la pantalla quebrada.

Al fin había logrado entrar al aula.

ichigo no tsumi   反応 dlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora