Curando a un niño misterioso

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Cuando al fin recupere mis sentidos había un niño encima de mi, era más grande que yo quizás tenía 10 años. Trate de quitarlo de encima mío pero entonces sentí algo en su espalda...

¿Sangre? Este niño estaba herido y sangrando mucho

¿Que le habrá pasado? Bueno ahora no podía preguntarle, como pude me lo quité de encima era muy pesado, desearía usar magia de agua, así podría salvarlo más rapido. Pero no tenía magia de agua así que debía conseguir agua, fui al baño y recolecte agua en un vaso, regrese y empecé a limpiar las heridas de aquel niño, honestamente no sabía porque lo estaba salvando, es ridículo pero sentía que debía hacerlo.

Además, solo era una niña de casi 5 años pero estaba acostumbrada a la sangre, los pocos recuerdos que tenía de mi vida pasada estaban repletos de sangre. Afortunadamente sabía que hacer, como dije me encanta leer toda clase de libros y memorizaba todo sin dificultad, con solo leerlo ya estaba en mi mente, así que los libros sobre medicina no eran una excepción, después de quitar sus ropa, limpiar su herida, sabía que iba a necesitar vendajes y algo de medicina que obviamente no tenía en mi habitación.

¿Y ahora que hago?

Salir de mi habitación e ir hacia donde estaba la medicina era un viaje largo para una niña de casi 5 años, pero no podía dejar morir a este niño. Bien supongo que no tengo otra opcion, antes de salir me cambié de ropa ya que la mía tenía sangre y no quería alertar a nadie en caso de me atraparan, además si lo hacían podía decir como excusa que tenía sed y salí por agua.

Después de dejar al niño cómodo en el sillón y ya algo limpio, salí a buscar los vendajes y la medicina, afortunadamente no había nadie a los alrededores así que salí rápidamente del lugar y empecé a correr hacia la habitación donde estaban las medicinas, me tomo casi 15 minutos llegar debido a que estaba del otro lado del palacio, pero cuando al fin llegué estaba cerrada.

Demonios, no tengo la llave.

Suspiré mientras trataba de averiguar cómo abrir la puerta, entonces recordé que las personas encargadas habían perdido la llave un par de veces y tenían un respuesto escondido encima de la puerta. Ahora tenía que resolver el siguiente dilema: ¿Cómo demonios llegó allá arriba? Además tenía que apurarme ese niño no iba a aguantar mucho. ¿Debería usar magia? Aún no la controlaba bien y podía quemar el palacio, negué tratando de pensar positivo entonces me decidí.

"Bien usaré magia" dije tratando de convencerme de que todo estaría bien y que no iba a causar un desastre, entonces me concentre y use pequeñas llamas para mover la llave que estaba escondida y cayera al suelo, pero era más difícil de lo que pensaba, casi... Ya casi... Por favor ya cae por favor. Entonces la llave cayó y la atrapé aunque la tire al suelo de inmediato ya que estaba caliente, mis manos estaban algo rojas. "Oh esto no es bueno, ahora también necesito medicina para mí" con el pañuelo que llevaba tome la llave e iba a abrir la puerta, cuando escuché pasos así que me apresure a abrirla y cerrarla con cuidado escondiéndome dentro de la habitación.

"Espera escuché algo por aquí" se escuchó la voz de un hombre, quizás era un caballero

"Quizás estás imaginando cosas no hay nadie aquí, es tu primera vez en el turno nocturno quizás tienes sueño" otra voz también se escuchó mientras se paraban frente a la puerta y verificaban el area.

"Aún así hay que verificar que no esté alguien sospechoso escondiéndose por ahí" dijo el primer hombre aún convencido de que había escuchado algo

El segundo intento abrir la puerta pero estaba cerrada "los médicos siempre cierran con llave está habitación así que solo ellos la tienen" dice sin saber del respuesto que estaba encima de la puerta hace pocos segundos "si hubiera alguien por aquí no podría abrir la puerta ya que solo se puede abrir con la llave, la puerta tiene magia y sería casi imposible abrirla sin la llave" lo que dijo pareció tranquilizar al primer hombre y entonces se alejaron del lugar hablando sobre que necesitaban cambiar turnos por la falta de sueño.

Al fin pude respirar cuando se fueron y entonces salí de mi escondite, la llave ya se había enfriado y la guarde, bien vendajes y medicina, tome una pequeña bolsa y puse adentro vendajes, un desinfectante, y una crema que tenía ingredientes magicos para cerrar las heridas más rapido, también tome algo para las quemaduras ya que mis manos seguían rojas.

Después de asegurarme de que no había nadie afuera, salí y lleve la llave conmigo, como los médicos siempre la perdían no sería raro que se perdiera de nuevo, además no sabía si la iba a necesitar de nuevo.

El camino de regreso a mi habitación fue más difícil ya que debía evitar a los caballeros, al parecer eran nuevos en el turno de noche ya que estaban cabeceando, eso era bueno así no notarían mi presencia.

Cuando llegue a mi habitación respire muy aliviada, lo había logrado, me sentía genial, había logrado ir y venir sin ser descubierta. Aunque estaba cansada aún debía curar a ese niño, así que fui a dónde lo había dejado.

Pero vi que tenía otra vez sangre en el pecho, "Enserio me estás dando muchos problemas" así que volví a limpiarlo, la herida estaba en su pecho era muy grande, quizás lo hirieron con una espada pero creo que logro esquivar el ataque ya que la herida era superficial y eso me facilitó mucho las cosas, no se que hubiera hecho si hubiera sido más profunda.

"Va a doler un poco pero lo bueno es que estás inconciente" Bien lo siguiente que hice fue desinfectar la herida, agradecía que estaba inconsciente porque dolía poner alcohol en una herida, después le aplique la crema y le coloque el vendaje, termine muy cansada, después de esconder todo lo que use en un espacio secreto que había en mi habitación, me puse algo de crema para sanar las leves quemaduras en mis manos, después me senté en el sillón aún lado donde estaba acostado ese niño, era lo suficientemente grande para los dos, no se en que momento me quedé dormida, había hecho muchas cosas y mi corazón estaba latiendo muy rápido, cuando termine al fin pude calmarme y pude descansar un poco.

La princesa destinada a morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora