Volveré

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Hoy por fin era el día en el que Elián iba a irse y desde que desperté no había sonreído, era impresionante lo mucho que me había acostumbrado a su presencia en menos de una semana, pero no podía retenerlo aquí, sabía que tenía que irse y resolver los asuntos que tenía pendientes, más allá de su nombre no se cuál es su apellido, se que es un noble, ya que mientras comía conmigo era imposible ocultar los modales y etiqueta que te enseñan desde pequeño y que ningún niño común podía aprender.

Además no me había dicho su apellido y tampoco había preguntado, sentía que si no me lo quería decir era por una razón y no quería presionarlo tampoco.

"Princesa, ¿Se siente bien?" Melissa pregunto mientras me terminaban de cambiar, no había sonreído o hablado desde que llegaron y temían que estuviera enferma

Asentí y las mire "Si, es solo que no pude dormir bien y tengo un poco de sueño"

Al parecer mi explicación las calmó y todas asintieron "Bien entonces intenté tomar una siesta después del desayuno, le traeremos un té que puede ayudarla a dormir" accedí ya que no quería preocuparlas más, además si estaba dormida ellas se irían y podría pasar mi último día con Elián tranquila. Ya habíamos planeado su escape del castillo, sería durante el cambio de guardia en la noche y yo iría a dar una caminata a la ruta contraria por dónde se iría Elián así me aseguraría de que los guardias estuvieran concentrados en el área donde yo estaría y no notarían a Elián.

Después de que me dejaron todo listo, las tres sirvientas de van a desayunar y a preparar mi te, después Elián sale de su escondite y viene hacia donde estaba la comida, normalmente siempre tenía una silla lista en caso de que mis hermanas o alguien de la familia decidiera a último momento desayunar conmigo, se sienta frente a mi y empieza a comer en silencio, eso era raro, normalmente me preguntaría sobre si dormí bien o que era lo que íbamos a comer hoy.

Pero, había un ambiente de tensión, me sentía algo incomoda ya que ambos estábamos callados y solo se escuchaban el ruido de cubiertos al hacer contacto con los platos. Fue ya casi al final de la comida que Elián hablo.

"Gracias, por cuidarme y esconderme está semana, estoy eternamente agradecido" se levantó y camino hacia a mí, cuando estuvo frente a mi se puso de rodillas.

No puede ser... El estaba... ¿Estaba haciendo un juramento?

Los juramentos normalmente los hacían los caballeros, jurando su lealtad hacia la persona que ellos eligieran ser dignos de ser su amo. No podía creer lo que estaba pasando, Eso quiere decir que... ¿El era un caballero? Entonces podría ser hijo de una de las familias principales del Imperio.

"Así que, no debes de preocuparte, mi pequeña princesa, porque eventualmente volveré a ti"

Mi corazón, estaba latiendo como loco, espera... ¿estoy teniendo un ataque? No.. no podría respirar si eso pasara, pero no deja de latir tan rápido y siento mi cara roja. Oh por dios... ¿Que demonios me está pasando?

Solo pude escuchar la risa de Elián y me baje de la silla yendo a mi cama para ocultar mi rostro, ahora realmente quería golpearlo, ¿Cómo se atrevía a decirme eso?

Escuché que regresaba al escondite y minutos después entraron las sirvientas llevándose los platos del desayuno y dejando el te aún lado de mi cama, como pensaban que estaba dormida hicieron todo con cuidado de no hacer ruido y salieron rápido de la habitación.

Debo de estar volviéndome loca, el sonrojo aún no bajaba y definitivamente no iba a dejar que Elián me viera así, era como admitir la derrota y aceptar que el ganó.

"¿Vas a seguir ahí escondida? Pensé que ibas a obligarme a jugar ajedrez todo el día" escuché su voz y pude deducir que estaba parado aún lado de mi cama

"..."

Al no obtener una respuesta va por el juego y lo prepara, cuando al fin me calmó, me asomo un poco y veo que por primera vez, él era el que me esperaba para jugar, era mi último día con el, así que me levanté y me senté frente a el.

Pasamos el resto de la tarde jugando, leyendo y hablando sobre cosas simples. Hasta que en un abrir y cerrar de ojos ya era de noche y Elián estaba preparándose para irse.

"Ten, me lo tienes que devolver después" puse en su mano un collar que tenía grabado mi nombre y tenía una gema en color azul, se veía del color de sus ojos en ese momento. "Si no me lo regresas, diré que lo robaste"

Elián ríe un poco y niega mientras toma el collar y se lo pone. "Ciertamente eres una niña muy rara"

Me ofendí un poco por sus palabras "Al menos yo no entro en la habitación de otras personas en medio de la noche"

Después ambos reimos y lo miro por un momento, pero antes de poder decirle otra cosa se va a esconder ya que habían llegado mis sirvientas.

"Vamos a dar ese paseo Princesa" me escoltaron fuera de la habitación y me llevaron hacia los jardines, el plan transcurrió bien y sin problemas. Pero cuando el paseo termino y regrese a mi habitación, había un silencio que no había sentido nunca, apenas habían pasado unos momentos desde que se fue y ya lo extrañaba.

Me estaba preguntando cuánto tiempo pasaría para volver a verlo y jugar una partida de ajedrez, me senté cerca de la ventana con mi manta y mire el cielo, cada seis meses aparecía  otra luna y después se iba para regresar en seis meses. No me había dado cuenta que esa noche la segunda luna se iba también.

Regrese mi cama y cuando me acosté, sentí algo en mi espalda que me pico, me levanté y asombrada, vi un anillo, que tenía una gema roja muy hermosa.

Ese idiota

Sonreí ampliamente, en mi pequeño dedo aún no cabía, ya que era para una persona adulta, así que le puse una cadena y me lo coloque, desde ese entonces nunca me quite ese collar.

Notas de la autora:
Bien quería llorar un poco, este es un capítulo un poco triste pero feliz, espero que lo disfruten y díganme que les pareció, ambos niños sobrevivieron la semana juntos pero es hora de separarse, me preguntó... ¿cuándo volverán a verse? Bueno lo averiguaremos, ¿pronto? ¿Tarde?

Cecilia HC

La princesa destinada a morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora