El acuerdo

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Estaba teniendo un sueño muy agradable, aunque algo incomoda, pero después sentí las sábanas y el comfort de mi cama, así estaba mucho mejor. Volví a dormir hasta que empecé a escuchar pasos en mi habitación, pensé que, habían entrado las sirvientas para preparar mi baño como todas las mañanas, pero en realidad no escuché la puerta abrirse.

Ah, cierto, anoche rescate un niño

Quizás estaba mejor y sus heridas habían sido casi curadas gracias a la medicina que traje, aunque es algo raro que aún no se vaya todavía, quiero decir, alguien lo estaba persiguiendo, es por eso que termino en mi habitación. Y si fuera yo, me iría antes de que me descubrieran los adultos. ¿Qué estás planeando? Me levanté de mi cama y empecé a tallar mis ojos.

Fue entonces cuando al fin pude ver al niño, caminando por mi habitación, tenía el cabello oscuro, cuando se volteo al escuchar ruido al fin pude ver sus ojos. Eran azules, de un azul muy claro, era como si estuviera viendo el cielo.

"¿Cómo están tus heridas?"

Al parecer mi pregunta lo sorprendió, creo que no esperaba que le preguntará eso cuando despertara. Bueno quizás estaría esperando que preguntará quien era el y que hacía anoche. Pero, en realidad, eso no me importaba.

"Mejor" dijo al fin después de un par de minutos. Creo que no habla mucho o quizás no quiere hablar conmigo, cualquiera de las dos opciones que sea, es un alivio porque tampoco quiero hablar mucho con el.

"Bien... Si te sientes mejor puedo ayudarte a escapar del castillo sin que los guardias te vean" después de todo había sido un éxito anoche cuando fui por la medicina sin que nadie me detectará. Estaba muy orgullosa por eso "Podemos hacerlo en 5 minutos, habrá cambio de guardia y sería la oportunidad perfecta ya que no habría nadie que pudiera verte y..."

Antes de seguir diciéndole mi plan el me interrumpió mientras negaba "En realidad, no puedo irme aún, mis heridas aún no están del todo bien" no se porque tenía la sensación de estar siendo engañada, pero no podía sentir el dolor de ese niño para decir si estaba mintiendo o no.

"..." No sabía que decir, aunque podía esconderlo en el pasaje secreto que estaba en mi habitación sería un dolor de cabeza conseguirle comida y no sabía cuánto tiempo se quedaría escondido en mi habitación.

"Una semana, hasta que esté completamente curado, después de ese tiempo me iré y buscaré la manera de agradecerte por haberme ayudado"

¿Porque tienes que ser tan lindo? Si me miras con esos ojos no podré resistirme. "Esta bien" dije sintiéndome derrotada ya su mirada parecía la de un cachorro herido buscando refugio.

"Pero, tendrás que ser muy silencioso y no saldrás de mi habitación en toda esta semana" me bajo de la cama con algo de dificultad y después presionó con mi mano una ceramica que estaba en la pared, se mueve dejando ver un espacio lo suficientemente grande para que el niño se escondiera ahí adentro. "Tendrás que quedarte aquí cuando venga alguien, solo tienes que presionar la cerámica que está en la pared y se abrirá"

"También te traeré comida cuando pueda ya que será difícil porque siempre hay sirvientas alrededor cuando como, ¿Está eso bien para ti... ? Eh..." oh cierto no le había preguntado su nombre y no me importaba mucho saberlo, pero ahora que íbamos a estar juntos una semana supongo que era necesario y sería incómodo decirle niño.

"Elián, puedes llamarme Elián" dice el niño como esperando que yo me presentará.

"Lilith" No me presente como la tercera princesa, pero sería obvio averiguar que soy una, después de todo estamos en el palacio y no soy una sirvienta con una habitación lujosa "Bien, umm... Trataré de conseguirte ropa también, la tuya está manchada de sangre y rasgada"

"Gracias" asintió y antes de decir otra cosa mis sirvientas tocaron la puerta, me apresure a meterlo detrás de la pared y a cerrarla "No hagas ruido" regrese y como pude me subí a mi cama fingiendo que aún estaba dormida.

En ese momento entran 3 personas que eran mis sirvientas personales, dos se encargan de ir a preparar el baño y la otra me despierta.

"Princesa, es hora de levantarse y tomar un baño"

Asiento fingiendo que me acabo de levantar, también era una buena actriz. Después del baño traen mi desayuno... Estaba hambrienta, supongo que ese niño también estaba hambriento. Pero, ¿Cómo me deshago de las sirvientas?

"Tercera Princesa, ¿Hay algo mal con la comida?" Dijo Melissa una de mis sirvientas algo preocupada ya que no estaba comiendo.

"Uh... No, todo está bien" oh cierto, ya sabia que hacer para deshacerme de ellas "En realidad. Me estaba preguntando si ustedes ya habían desayunado" al parecer las tomo por sorpresa ya que nunca había preguntado eso

"No sé preocupe por esas cosas princesa, nosotras nos turnamos después de que usted termine su desayuno" Melissa contesto algo conmovida por mi pregunta.

"No, no quiero que mis sirvientas tengan hambre mientras estoy comiendo, así que, ¡vayan a desayunar también!"

Las tres niegan rápidamente "Lo siento princesa pero no podemos dejarla desatendida"

"Estaré bien, ya me ayudaron a bañarme y me vistieron, puedo tomar el desayuno sola" esperaba convencerlas pronto porque estaba muy hambrienta "Además no quiero que se desmayen porque no han comido y me preocupo por ustedes"

Tres flechas en tres corazones distintos, obviamente es metafórico, las sirvientas se sintieron apreciadas por su pequeña ama, que se preocupaba por ellas, pero aún estabas reluctantes de irse.

"No me falta nada, tengo todo lo que necesito así que vayan" sonrió mirandolas y eso termino por convencerlas

"Esta bien, pero regresaremos enseguida no tardaremos mucho" a lo que yo asentí y una vez que salieron, me bajo de la silla y me acerco a la pared activandola, aquel niño que había dejado ahí parado estaba sentado.

"Rápido ven a comer algo" tomé su mano levantandolo y lo lleve hacia donde estaba la comida "no tenemos mucho tiempo así que come"

Algo desconcertado, asintió y ambos empezamos a comer... Realmente necesitaba esto para reponer energías. La comida estaba deliciosa.

No me había dado cuenta que un par de ojos me miraban mientras comía. Después de comer, Elián volvió a esconderse y mis sirvientas regresaron no mucho después. Después de eso, les pedi que cuando me trajeran mi comida ellas también fueran a comer, ya que no hacía falta que se quedarán esperando a que terminara de comer, aunque al principio se opusieron después de un par de miradas tiernas accedieron sin más.

Gracias Elián por enseñarme ese truco.

Notas de la autora:

Parte 6 completa y publicaba, vamos a ver si esos dos niños pueden sobrevivir una semana sin que nadie los descubra

Cecilia HC

La princesa destinada a morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora