★彡Chapter 3彡★

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Pasó más de un minuto en el cual, seguían abrazados mientras se veían a los ojos casi sin pestañear, la mirada del castaño estaba llena de esperanza.

Él, en realidad quería ser besado por su Jiminie.

Pero por último el ya nombrado, no mostraba reacción alguna en su rostro, estaba con su ceño levemente fruncido mas no soltaba palabra alguna, aquel simple acto comenzó asustar a Jungkook, quien por miedo a que este le rechace o diga algo hiriente, opto por bajar su mirada muy avergonzado, su corazón dolia, tuvo en verdad esperanza de que su amigo lo hiciera, pero al parecer, su amigo no quería; ni besarle.

Jungkook se apartó lentamente y volvió a mirarle sonriendo con amargura.

— Si no quieres, no lo hagas; no est...

Sus palabras quedaron sellados entre los gruesos labios del rubio, aquellos les cayó de sorpresa sobre los suyos, fue una sensación demasiado cálida y maravillosa la que sintió, quien viera la escena dirían que no están teniendo un beso en realidad, ya que solo mantenían sus labios unidos sin movimiento alguno, era como un pequeño beso que compartían un niño de jardín, pero eso era más que suficiente para Jungkook.

El rubio cerró sus ojos mágicamente ante el leve roce de sus labios con los del castaño, delgados y suaves, se sentía en realidad bien, después de estar casi un minuto juntos, se separó lentamente, para volver a mirarlo.

Jungkook también le devolvió la mirada, pero con un rubor intenso en sus mejillas.

— ¿Po...por qué hiciste eso? — pregunto Jungkook nervioso, mientras se tocaba sus labios.

Jimim ante la pregunta frunció su ceño incrédulo, y se cruzó de brazos.

— ¿No me lo pediste, kookie? — respondió como si fuera lo más obvio — Además solo fue un roce de labios, ni siquiera cuenta como beso — se encogió de hombros restándole importancia.

— P...pero, por un momento pensé que no querías hacerlo — bajo su tono de voz e inclino su cabeza hacia el piso.

El rubio le miro enternecido, a veces su pequeño como le solía decir de vez en cuando, se pasaba de tierno, era en verdad precioso.

Se acercó de nuevo a él y alzó con delicadeza su cabeza, rodeo aquel angelical rostro con sus dos robustas manos mientras le regalaba una mirada muy intensa, aquella que cohibío demasiado a Jungkook, esos orbes cafe oscuro que lo veían sin pestañear, lo hacía sentir en el paraíso.

— Solo fue un roce, kookie — acarició con sutileza las mejillas de este, el cual cerro los ojos al instante, Jimin sonrió conmovido — Falta aún el verdadero beso.

Para cuando menos lo espero Jungkook, tenía otra vez los gruesos labios del mayor sobre los suyos, aquellos se movían de una manera tan hambrienta que por un instante se quedó nulo, no sabiendo cómo responder, las manos de su amigo otra vez yacía sobre su fina cintura arrinconándolo por segunda vez al escritorio, la manera que lo sostenía era tan posesiva, que lo hizo jadear gustoso entre sus labios.

Aquel pequeño gesto fue suficiente
para que Jimin perdiera el poco autocontrol que tenía, sin vergüenza alguna mordió los finos labios del menor para que reaccionará, y lo hizo, Jungkook no se hizo esperar ni mucho menos de rogar, entrelazó sus cortos brazos alrededor del cuello de Jimin, profundizando más el beso.

Estaba muy sediento por ello.

Los besos no te mandan a las nubes, pero Jimin se sentía en ese mismo instante en ellas, los dulces labios de su pequeño era la gloria, y por instinto de la lujuria alzo al castaño haciendo que este se sentará en el escritorio, en ese precisó instante aprovecho para escabullirse entre medio de aquellas fuertes piernas que el menor poseía, apretando con euforia la delgada cintura al lograr su cometido.

Solo una Noche (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora